S¨¢nchez contrapone su ¡°reforma fiscal social¡± a los que debilitan el Estado del bienestar

¡°?Qu¨¦ Estado del bienestar queremos?¡±. La pregunta era ret¨®rica y la ha formulado varias veces el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, para defender su reciente reforma fiscal en su intervenci¨®n grabada en v¨ªdeo para clausurar este s¨¢bado la IV edici¨®n del Foro La Toja V¨ªnculo Atl¨¢ntico, al continuar dando positivo por la covid. Fue, sobre todo, un alegato en defensa de los servicios p¨²blicos y universales para todos los espa?oles. Con un mensaje pol¨ªtico de fondo. El Gobierno del PSOE, seg¨²n la exposici¨®n llena de datos y ejemplos de S¨¢nchez, pretende usar el evidente incremento de ingresos que est¨¢ recogiendo ahora el Estado para financiar mejor y m¨¢s una respuesta de ¡°justicia social¡± a la crisis provocada por la guerra en Ucrania y el aumento de los precios por la inflaci¨®n. Y contrapuso ese modelo a copiar por Espa?a de los pa¨ªses l¨ªderes de Europa al del PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que defiende que el dinero est¨¢ mejor ¡°en el bolsillo de cada ciudadano¡±, y que S¨¢nchez cuestiona porque entiende que as¨ª lo que se consigue es, por el contrario, ¡°desarmar¡±, ¡°debilitar¡± y ¡°fragilizar¡± el Estado del bienestar.

¡°No hay mayor herramienta para combatir la desigualdad y defender la justicia social que el Estado del bienestar. Pero la justicia social requiere de una condici¨®n de partida: justicia fiscal. Que cada cual aporte en funci¨®n de su capacidad. Es el valor inherente al modelo social europeo. Y es un principio que impregna nuestro pacto constitucional¡±, enfatiz¨® el presidente S¨¢nchez en su exposici¨®n desde La Moncloa para el cierre de un foro impregnado de pol¨ªticos y grandes empresarios muy nost¨¢lgicos del bipartidismo y que han mostrado durante tres d¨ªas mucho temor e inquietud ante el inmediato futuro.

El jefe de Gobierno no ocult¨® su preocupaci¨®n por las consecuencias de la guerra causada por Vlad¨ªmir Putin en Ucrania, aunque volvi¨® a pronosticar que ser¨¢ derrotado y cuestion¨® la validez de los referendos que ha promovido en los ¨²ltimos d¨ªas en las zonas que Rusia ha dado luego por anexionadas, consultas que el presidente espa?ol calific¨® de ¡°pantomima¡±. S¨¢nchez tambi¨¦n aprovech¨® para recordar que hace un a?o, cuando clausur¨® la tercera edici¨®n de ese foro, ya anticip¨® algunas medidas y reivindicaciones sobre el mercado energ¨¦tico que luego impuls¨® a nivel europeo con su colega portugu¨¦s, el socialdem¨®crata Ant¨®nio Costa. La cita a Costa lleg¨® justo un d¨ªa despu¨¦s de que el l¨ªder de la oposici¨®n, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que ha estado los tres d¨ªas del Foro en la isla de A Toxa (Pontevedra), expusiera las actuaciones del jefe de Gobierno portugu¨¦s como su ejemplo a seguir porque no han ido por la senda de aumentar impuestos.

S¨¢nchez no eludi¨® esa pol¨¦mica sino todo lo contrario. Su Gobierno sostiene que si se explica bien y razonadamente para qu¨¦ se usan los impuestos y los mayores ingresos p¨²blicos generados por la reforma fiscal anunciada esta semana, los espa?oles entender¨¢n las claras e ideol¨®gicas diferencias entre su modelo y el liberal de Feij¨®o. Y es lo que se entretuvo en hacer el presidente este s¨¢bado.

El secretario general del PSOE record¨® primero c¨®mo actu¨® el Ejecutivo del PP para salir de la crisis financiera de 2008, con recortes de servicios sanitarios y sociales que se tard¨® 10 a?os en recuperar, y apost¨® por encarar ahora esta situaci¨®n de otra manera radicalmente distinta. Y emple¨® el t¨¦rmino de ¡°justicia social¡± como un ¡°valor que vincula a los pa¨ªses m¨¢s avanzados y l¨ªderes en el ¨ªndice de desarrollo humano con una fiscalidad justa para proveer servicios p¨²blicos de calidad¡± y como ¡°el que sostiene el contrato social que cohesiona a un pa¨ªs¡±.

A la pregunta de S¨¢nchez sobre ¡°?qu¨¦ Estado del bienestar queremos?¡±, el presidente se autocontest¨®: ¡°Es tiempo de elegir y las opciones son claras: ?fortalecemos o debilitamos el Estado del bienestar? ?Robustecemos los servicios p¨²blicos o nos fragilizamos? ?Nos protegemos colectivamente frente a los riesgos de futuras crisis o nos desarmamos a la hora de responder a esos riesgos?¡±.

Niega que haya un problema de gasto

El l¨ªder socialista, adem¨¢s, niega, como critican los dirigentes del PP y otros partidos de la derecha, que ahora en Espa?a, con el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos, haya un problema de gasto. Y aport¨® sus datos: ¡°Antes de la pandemia, Espa?a era el sexto pa¨ªs de la Uni¨®n Europea con menos ingresos fiscales y el und¨¦cimo con menos gasto p¨²blico. De hecho, nuestros ingresos y gasto p¨²blico han estado en los ¨²ltimos a?os cinco puntos por debajo de la media de la UE¡±. El presidente admiti¨® que tambi¨¦n hay algunas naciones europeas que recaudan y gastan menos, pero las catalog¨® como las ¡°rep¨²blicas que pertenecieron al antiguo bloque sovi¨¦tico¡±.

S¨¢nchez identific¨® as¨ª los pa¨ªses con mayores niveles de desarrollo humano, cohesi¨®n social y de menor desigualdad con sus ingresos fiscales. Y recalc¨®: ¡°?A qui¨¦n queremos parecernos en el futuro?¡±, para enseguida contestarse: ¡°Lo que no podemos pretender es tener un Estado del bienestar como los pa¨ªses n¨®rdicos con niveles de ingresos fiscales propios de pa¨ªses menos avanzados¡±. E incidi¨®: ?Queremos ser europeos con un Estado del bienestar europeo? Si a esta pregunta respondemos afirmativamente, debemos ser consecuentes: dotar de ingresos a ese Estado del bienestar¡±.

Fue as¨ª como el jefe del Gobierno entr¨® en el correoso debate sobre c¨®mo sufragar ese Estado del bienestar. Y ah¨ª se arm¨® de la Constituci¨®n y de la experiencia hist¨®rica observada en Europa para concluir que en una naci¨®n occidental y avanzada como la espa?ola, ese Estado ¡°deben costearlo todos los ciudadanos y en proporci¨®n¡± a sus ingresos, algo que pese a las pol¨¦micas fiscales de estos d¨ªas le parece a S¨¢nchez obvio incluso con las recomendaciones de los organismos internacionales, la OCDE, el FMI y el Banco Central Europeo: ¡°Los impuestos deben ser progresivos: quienes m¨¢s tienen, deben aportar m¨¢s a la caja com¨²n¡±.

Pedro S¨¢nchez retom¨® las lecciones que piensa deber¨ªan haberse aprendido al respecto durante la reciente pandemia, cuando se constataron las carencias de los sanitarios por ¡°el desarme de la sanidad p¨²blica por los recortes¡±, pero lamenta que algunos dirigentes pol¨ªticos las hayan olvidado tan r¨¢pido. ¡°No hay mayor muestra de compromiso con quienes velan por nuestra salud, seguridad y servicios, que garantizar la financiaci¨®n adecuada de los servicios p¨²blicos a trav¨¦s de una fiscalidad justa¡±, remach¨®, y se entretuvo en explicar varios casos de lo que suponen los costes de esa sanidad p¨²blica y para todos: ¡°?Aceptamos con naturalidad que una persona pueda caer en la pobreza por no poder hacer frente al gasto de una operaci¨®n de cadera? ?Estamos dispuestos a tolerar que una mujer tenga que hipotecar su vivienda para pagar la factura del tratamiento de un c¨¢ncer? En Espa?a, una persona se hipoteca para comprar una vivienda o un coche. ?Aceptamos como l¨®gico que tenga que hacerlo para enviar a una hija a la universidad?¡±.

No a las soluciones liberales

El dirigente socialista reneg¨® de las soluciones liberales y del PP de Feij¨®o sobre que el dinero est¨¢ mejor en el bolsillo de los ciudadanos y que ¨¦l descalific¨® como ¡°la doctrina del s¨¢lvese quien pueda¡±. Y las replic¨® con ejemplos: ¡°Alguien que tenga que someterse a un trasplante de coraz¨®n pagar¨ªa en nuestro pa¨ªs 90.400 euros que abona ¨ªntegramente el Estado, frente a casi un mill¨®n y medio en Estados Unidos¡±. Otro: ¡°El coste medio de una hospitalizaci¨®n asciende a m¨¢s de 5.000 euros. El coste medio de procedimientos quir¨²rgicos es de m¨¢s de 7.500 euros. El coste del ingreso hospitalario en una cama UCI por covid super¨® los 19.000 euros. El coste total de hospitalizaci¨®n de la red de hospitales del Sistema Nacional de Salud supera los 16.000 millones de euros; una cifra mayor que el presupuesto total de 13 comunidades aut¨®nomas. Por cada menor escolarizado, el Estado gast¨® 6.230 euros. Y por cada hijo estudiando en la universidad, 9.589 euros¡±.

S¨¢nchez concluy¨®: ¡°No hablamos de gastos abstractos. Hablamos de servicios que ilustran una verdad inc¨®moda para los portavoces de la insolidaridad fiscal: la inmensa mayor¨ªa de la gente recibe m¨¢s servicios de lo que paga en impuestos¡±. Y pidi¨® a los empresarios privados presentes colaboraci¨®n y ayuda.