Operaci¨®n Recuperar Soberan¨ªa, el plan de las Fuerzas Armadas ante el refer¨¦ndum del 1-O
Durante ocho segundos, los que tard¨® Puigdemont en suspender la declaraci¨®n de independencia, se activ¨® la maquinaria para llevar 3.500 militares a Catalu?a
17 de agosto de 2017. El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general del Ej¨¦rcito Fernando Alejandre Mart¨ªnez, pasa sus vacaciones en una casa rural en C¨¢ceres cuando le llegan, por radio y televisi¨®n, las primeras y confusas noticias sobre el atentado de La Rambla, donde una camioneta ha arrollado a la multitud, dejando un reguero de 15 muertos y m¨¢s de un centenar de heridos. Desde que un cami¨®n irrumpi¨® en 2016 en la celebraci¨®n de la Fiesta Nacional en Niza (Francia), veh¨ªculos de ...
17 de agosto de 2017. El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general del Ej¨¦rcito Fernando Alejandre Mart¨ªnez, pasa sus vacaciones en una casa rural en C¨¢ceres cuando le llegan, por radio y televisi¨®n, las primeras y confusas noticias sobre el atentado de La Rambla, donde una camioneta ha arrollado a la multitud, dejando un reguero de 15 muertos y m¨¢s de un centenar de heridos. Desde que un cami¨®n irrumpi¨® en 2016 en la celebraci¨®n de la Fiesta Nacional en Niza (Francia), veh¨ªculos de transporte se han usado como instrumento de terror en media docena de ciudades europeas. Todo apunta a que se trata del mayor ataque yihadista en Espa?a desde el 11-M de 2004.
Alejandre recibe la llamada del general Francisco Rosaleny, jefe del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS), que depende directamente de ¨¦l. El director del CNI militar le advierte de las se?ales de alarma que llegan desde Catalu?a, no solo por la amenaza del terrorismo, sino tambi¨¦n por el refer¨¦ndum independentista que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado para el pr¨®ximo 1 de octubre. El jefe de la c¨²pula militar le pide a Rosaleny que transmita a la Moncloa su disposici¨®n para trasladarse a Madrid tan pronto como sea convocado el Consejo de Seguridad Nacional y le ordena mantenerlo al corriente de cualquier novedad a trav¨¦s del oficial de enlace del CIFAS en el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), dependiente de la Secretar¨ªa de Estado de Seguridad.
Horas despu¨¦s, el general del CIFAS llama a su jefe para comunicarle que en la Moncloa le han hecho saber que, dada la delicada situaci¨®n pol¨ªtica de Catalu?a, no est¨¢ previsto reunir el Consejo de Seguridad Nacional, que preside Mariano Rajoy. Eso s¨ª, le aseguran que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, est¨¢ en contacto permanente con la ministra de Defensa, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, y que el representante del CIFAS en el CITCO ser¨¢ ¡°oportunamente¡± informado de cualquier novedad. A Alejandre le queda claro que no se cuenta con las Fuerzas Armadas para afrontar el envite.
¡°El simple hecho de pensar que nadie iba a convocar a los ¨®rganos de la seguridad nacional [...] me confirm¨® los peores temores. No me preocupaba solo la situaci¨®n en Catalu?a a ra¨ªz de los atentados de las Ramblas, sino lo que pod¨ªa ocurrir en un futuro casi inmediato. Est¨¢bamos a menos de 50 d¨ªas de algo tan p¨²blico, pero que nadie parec¨ªa tomarse muy en serio, como era la convocatoria de un refer¨¦ndum absolutamente ilegal¡±, escribe el entonces Jemad en su libro de memorias Rey servido y patria honrada (Ediciones Deusto, 2022), en el que se basa parte de esta reconstrucci¨®n.
Una persona que entonces tuvo responsabilidades en la Moncloa reconoce que, si los atentados se hubieran producido en otro lugar que no fuera Catalu?a, se habr¨ªa reunido el Consejo de Seguridad Nacional. Pero de haberlo hecho, alega, se habr¨ªa abierto el debate sobre la adopci¨®n de medidas excepcionales en la comunidad aut¨®noma, lo que se quer¨ªa evitar a toda costa.
Alejandre hab¨ªa sido ascendido a la c¨²spide de la cadena de mando militar apenas cinco meses antes. Cospedal lo eligi¨® tras realizar un casting entre generales, quiz¨¢ por su trato directo o su experiencia internacional, pues hab¨ªa desarrollado parte de su carrera en la OTAN y en ese momento era segundo jefe de la Fuerza Conjunta de la Alianza, en Brumsum (Pa¨ªses Bajos), aunque otros lo consideraban demasiado impetuoso, ¡°como buen zapador paracaidista¡±.
Tras la decepcionante respuesta de la Moncloa, el Jemad llama al Comandante del Mando de Operaciones (Cmops), teniente general Fernando L¨®pez del Pozo, y le confiesa su inquietud ante lo que percibe como falta de previsi¨®n del Gobierno en una coyuntura que ¨¦l considera muy grave. Le pide que vaya revisando y, si es preciso, actualice los planes de contingencia que tienen las Fuerzas Armadas para este tipo de situaciones.
Nada m¨¢s regresar a Madrid, convoca por separado a su despacho de la calle Vitrubio al teniente general Del Pozo, al general Rosaleny y al jefe de la Divisi¨®n de Estrategia del Estado Mayor Conjunto, el general Juan Jos¨¦ Leza. Tras impartir instrucciones a cada uno, los cita a una reuni¨®n conjunta. Ser¨¢ la ¨²nica que se celebre.
¡°En vista de la sensibilidad de la situaci¨®n y de la necesidad de que todos nuestros planes tuvieran un adecuado nivel de reserva, decid¨ª que yo ser¨ªa la ¨²nica persona con conocimiento del dibujo completo y que ir¨ªa despachando con mis subordinados aspectos puntuales que evitaran cualquier filtraci¨®n de lo que ¨ªbamos a planear y, en su caso, ejecutar tan pronto obtuviera autorizaci¨®n de la ministra Cospedal¡±, escribe Fernando Alejandre en sus memorias.
El Jemad despach¨® con la ministra de Defensa el 26 de agosto, despu¨¦s de que esta regresara de Barcelona, donde hab¨ªa participado en el acto de repulsa por los atentados de La Rambla y Cambrils. Seg¨²n Alejandre, Cospedal no pod¨ªa ocultar su ¡°indignaci¨®n y preocupaci¨®n¡± ante ¡°aquella manifestaci¨®n terrible en la que se ultraj¨® a SM [Su Majestad] y se insult¨® a los miembros del Gobierno y a Espa?a¡±. En lo que muchos vieron como una encerrona de los independentistas, el Rey y Rajoy fueron recibidos con pitidos, abucheos y banderas esteladas.
Alejandre le cont¨® a Cospedal los pasos que ya hab¨ªa dado y le pidi¨® que le diera una directiva pol¨ªtica, una orden para dar cobertura legal a lo que estaba haciendo y a lo que pensaba hacer. Para evitar filtraciones, seg¨²n Alejandre, la ministra le pidi¨® al general que redactara ¨¦l mismo el borrador de la directiva y as¨ª lo hizo. Un par de d¨ªas despu¨¦s, se la devolvi¨® firmada. ¡°Adem¨¢s de patriota, era valiente¡±, escribe Alejandre de Cospedal.
La directiva, que nunca se ha hecho p¨²blica, ten¨ªa forma de carta y solo constaba de un par de p¨¢rrafos. En la misiva, la ministra ordenaba al Jemad, de manera gen¨¦rica, que pusiera en marcha el planeamiento y tomara las medidas necesarias por si la situaci¨®n en Catalu?a se desbordara y las Fuerzas Armadas tuvieran que intervenir en el marco del ordenamiento jur¨ªdico y la Constituci¨®n.
Integridad territorial
Alejandre pidi¨® al general Del Pozo (Cmops) que creara un reducido equipo de planeamiento para elaborar, a partir de los planes vigentes, uno espec¨ªfico para Catalu?a. Se parti¨® del Cota de Malla, el plan de contingencia que prev¨¦ el apoyo de las Fuerzas Armadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en la lucha contra el terrorismo y para ¡°preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, cat¨¢strofe, calamidad u otras necesidades p¨²blicas¡±, seg¨²n la Ley Org¨¢nica de Defensa Nacional de 2005. Se ha activado varias veces, con motivo de la celebraci¨®n en Espa?a de eventos internacionales, como la reciente cumbre de la OTAN, o tras los atentados del 11-M.
Esta vez, sin embargo, no se trataba de afrontar una amenaza terrorista o un problema de orden p¨²blico, sino de atajar un riesgo para la integridad territorial; uno de los cometidos que el art¨ªculo octavo de la Constituci¨®n encomienda a las Fuerzas Armadas. As¨ª lo revela el nombre que se dio a la operaci¨®n: Romeo Sierra. Las letras RS corresponden en el alfabeto fon¨¦tico de la OTAN a su denominaci¨®n real: Recuperar Soberan¨ªa. Es el mismo nombre que se dio a la operaci¨®n para recuperar el islote de Perejil, ocupado por Marruecos en 2002. De algo parecido se trataba en Catalu?a, seg¨²n los redactores del plan.
Era un plan escalable, que requer¨ªa el visto bueno pol¨ªtico para ascender cada pelda?o. La primera fase, que se puso en marcha de inmediato, consist¨ªa en prestar apoyo log¨ªstico a los m¨¢s de 5.000 efectivos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y la Guardia Civil que se desplazaron a Catalu?a con motivo del refer¨¦ndum. El Ej¨¦rcito traslad¨® literas, taquillas, cocinas y duchas al cuartel de Santa Eulalia, en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), para alojar a los agentes y polic¨ªas.
El general Alejandre tem¨ªa, seg¨²n reconoce, que grupos organizados, como los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR), pudieran irrumpir en alg¨²n acuartelamiento y humillar a las Fuerzas Armadas con actos de ultraje a la bandera o acceso a instalaciones sensibles. Por eso, orden¨® elevar el nivel de alerta de las unidades militares en Catalu?a de Bravo (el segundo grado de una escala de cuatro) a Bravo Plus (el segundo reforzado con elementos del tercero) y se increment¨® el personal de algunas instalaciones para cubrir turnos de guardia reforzados, como en la Comandancia Naval de Barcelona, cerca de la emblem¨¢tica estatua de Col¨®n.
Tambi¨¦n se traslad¨® al cuartel de Sant Boi maquinaria pesada para despejar el acceso al puerto de Barcelona, donde estaba atracado el famoso buque de Piol¨ªn (uno de los cruceros fletados por Interior para alojar guardias civiles y polic¨ªas), ante el riesgo de que los manifestantes bloquearan su salida con barricadas.
La tercera fase del plan atribu¨ªa a las Fuerzas Armadas la protecci¨®n exterior de sus instalaciones e inclu¨ªa la sustituci¨®n de polic¨ªas y guardias civiles por militares en la protecci¨®n de infraestructuras cr¨ªticas fuera de Catalu?a, lo que permit¨ªa liberar efectivos de las Fuerzas de Seguridad si hab¨ªa que reforzar su presencia en la comunidad aut¨®noma.
La ¨²ltima fase supon¨ªa ya la implicaci¨®n directa de las Fuerzas Armadas en el restablecimiento del orden p¨²blico. La t¨¦cnica, ensayada por los militares espa?oles en los Balcanes, se denominaba Green Box en terminolog¨ªa OTAN. Consiste en acordonar con personal militar la zona donde se est¨¢n produciendo disturbios para crear una ¡°caja segura¡± en la que la polic¨ªa tenga libertad de acci¨®n (Blue Box) sin temor a verse rodeada por los alborotadores o a que estos reciban refuerzos desde el exterior.
A finales de septiembre, los ministerios de Interior y Defensa celebraron una reuni¨®n al m¨¢ximo nivel: participaron los ministros Zoido y Cospedal, el secretario de Estado de Seguridad, Jos¨¦ Antonio Nieto, el Jemad, el jefe del Mando de Operaciones y el coronel de la Guardia Civil Diego P¨¦rez de los Cobos, responsable de coordinar el dispositivo policial para impedir el refer¨¦ndum del 1-O. La reuni¨®n fue ¡°decepcionante¡±, en palabras de Alejandre, pues los mandos de Interior, especialmente P¨¦rez de los Cobos, estaban convencidos de tener todo bajo control y confiaban en la lealtad de los Mossos de Esquadra, en contra de la informaci¨®n que ten¨ªa el jefe de la c¨²pula militar.
Pese a que Interior rechaz¨® la oferta de colaboraci¨®n de las Fuerzas Armadas, Alejandre decidi¨® firmar, dejando la fecha en blanco, la orden de activaci¨®n de la Operaci¨®n Romeo Sierra y a partir de ese momento la llev¨® siempre consigo. Activarla supondr¨ªa el traslado a Catalu?a de hasta una brigada completa del Ej¨¦rcito de Tierra, unos 3.500 efectivos, con el objetivo de apoyar a las Fuerzas de Seguridad. ?De d¨®nde saldr¨ªan?
Tras el verano, numerosas unidades militares recibieron orden de prepararse para hacer maniobras, lo que les obligaba a alistar al personal (suspendiendo los permisos), repostar los veh¨ªculos y aprovisionarse. En el ¨²ltimo momento, se anulaba el ejercicio y no llegaban a salir del cuartel, pero ya estaban listas si se las necesitaba. Algunas de ellas s¨ª rotaron haciendo ejercicios en el Campo de Maniobras de San Gregorio (Zaragoza), que registr¨® una inusitada actividad ese oto?o, de forma que siempre hab¨ªa una unidad adiestrada y plenamente operativa a solo 300 kil¨®metros de Barcelona. Ser¨ªa la punta de lanza si hab¨ªa que ejecutar el plan.
Cuando el 10 de octubre Puigdemont proclam¨® la independencia de Catalu?a, Alejandre llam¨® inmediatamente al Mando de Operaciones para ordenar la activaci¨®n de la Operaci¨®n Romeo Sierra, lo que supon¨ªa el env¨ªo de refuerzos militares a la comunidad aut¨®noma. El Jemad no hab¨ªa hablado con Cospedal antes de dar ese paso pero eso era, ha asegurado Alejandre a EL PA?S, lo que ambos ten¨ªan acordado para el caso de que la situaci¨®n llegara a ese extremo.
Tras colgar, se dispon¨ªa a llamar a la ministra para comunic¨¢rselo. No tuvo tiempo. En ocho segundos (22, seg¨²n otras mediciones), Puigdemont dej¨® en suspenso la reci¨¦n proclamada rep¨²blica catalana y Alejandre llam¨® de nuevo al comandante del Mando de Operaciones para desactivar la maquinaria que acababa de poner en marcha: ¡°?Parad! ?Parad!¡±. La distribuci¨®n del plan entre las unidades que deb¨ªan ejecutarlo se fren¨® antes de que llegara a iniciarse.