General Fernando L¨®pez del Pozo: ¡°Esper¨¢bamos un virus como el ¨¦bola, pero no esta pandemia¡±
¡°Se ver¨¢n patrullas mixtas de militares y polic¨ªas aqu¨ª como en Francia¡±, anuncia el responsable de la Operaci¨®n Balmis contra el coronavirus
Es viernes por la tarde. La base de Retamares, en Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid), est¨¢ cerrada a cal y canto y parece desierta. Pero en el JOC (Centro de Operaciones Conjuntas) un pu?ado de oficiales con uniformes de los tres ej¨¦rcitos teclea fren¨¦ticamente en sus ordenadores frente a una pantalla que refleja la distribuci¨®n por toda Espa?a de los 2.622 militares empe?ados en la lucha contra el coronavirus.
Desde aqu¨ª se dirige la Operaci¨®n Balmis, llamada as¨ª en homenaje al m¨¦dico militar que llev¨® la vacuna de la viruela al ¨²ltimo rinc¨®n del imperio espa?ol en el siglo XIX. ¡°Estamos en guerra con un enemigo invisible y no convencional¡±, explica el teniente general Fernando L¨®pez del Pozo (Madrid, 1958), comandante del Mando de Operaciones, a quien el jefe del Estado Mayor de la Defensa ha encomendado el mando de la campa?a m¨¢s at¨ªpica del Ej¨¦rcito espa?ol en su historia.
Pregunta. En la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017 figuraban las pandemias como posible amenaza. ?Realmente pensaban que esto pod¨ªa pasar?
Respuesta. S¨ª, pero se pensaba m¨¢s en algo como el ¨¦bola. Lo que no estaba en la mente de nadie era una crisis internacional de esta envergadura, con consecuencias no solo sanitarias sino de todo tipo. Y tan r¨¢pida.
P. Las pandemias figuraban en la Estrategia, pero no se hizo nada....
R. Nadie tiene medios para hacerlo todo a la vez. Se van abordando estrategias a medida que parecen m¨¢s probables. Una infecci¨®n como el ¨¦bola era posible. Sigue presente en el Congo y la tenemos monitorizada. Tenemos control de eso y se tomaron medidas: en el hospital G¨®mez Ulla se prepar¨® una planta y tenemos un plan de evacuaci¨®n... Lo que no esper¨¢bamos era un virus que cierra fronteras y te impide volar, que confina a todo el mundo en su casa. Yo no.
P. ?Cu¨¢ntos efectivos como m¨¢ximo pueden aportar las Fuerzas Armadas a la lucha contra la Covid-19?
R. Para ser rigurosos, hay que hablar de capacidades, no de personas. No se trata de sacar a 40.000 militares a la calle para no hacer nada.
P. El decreto del estado de alarma convierte a los militares en agentes de la autoridad, pero no est¨¢n haciendo detenciones.
R. En la calle est¨¢n haciendo una funci¨®n de presencia, nada m¨¢s. Primero, para transmitir un mensaje de tranquilidad y apoyo a la poblaci¨®n. Luego, para identificar zonas cr¨ªticas para la desinfecci¨®n. Esta misi¨®n ir¨¢ decreciendo, porque ya todo el mundo sabe que estamos ah¨ª y, si hace falta, salimos r¨¢pido. La condici¨®n de agentes de la autoridad protege a quien la ostenta de forma que, si es atacado, la pena es superior. Pero no es su funci¨®n detener, para eso tiene que ir acompa?ado de las Fuerzas de Seguridad del Estado. En eso no estamos todav¨ªa. En el futuro supongo que nos asignar¨¢n hacer patrullas mixtas con Polic¨ªa o Guardia Civil, pero ser¨ªa en apoyo suyo. Ese modelo ya se ha visto en Francia.
P. Al principio pudimos ver a militares patrullando con arma larga...
R. Si se vio alguno es que se nos escap¨®. La consigna es ir sin armamento. En todo caso, con arma corta el jefe de la unidad.
P. ?Tienen equipos de protecci¨®n para los militares que participan en la operaci¨®n?
R. Tenemos una cantidad limitada, por supuesto, pero suficiente para el primer impulso. Se ha dicho que los que patrullan no llevan mascarilla. No se considera necesario. No tienen que interactuar con la poblaci¨®n. Y van separados entre s¨ª. O deben ir.
P. ?Qu¨¦ misiones est¨¢n haciendo las Fuerzas Armadas?
R. Presencia en la calle; desinfecci¨®n de zonas cr¨ªticas; montaje de albergues para personas sin hogar; apoyo para hospitales de campa?a; transporte; vigilancia de centrales nucleares..., lo que se nos pida. El efecto moral es que la ciudadan¨ªa entienda que estamos aqu¨ª para lo que haga falta y puede contar con nosotros. En la medida en que podamos, vamos a responder.
P. Lo que no se ve es el apoyo de la sanidad militar.
R. Se ve menos, pero los m¨¦dicos y enfermeros militares est¨¢n luchando en primera l¨ªnea. Se han incorporado 50 reservistas sin una sola renuncia y la farmacia militar produce soluciones desinfectantes a todo tren.
P. ?Fue un error desmontar en 2019 el hospital de campa?a?
R. No. Ten¨ªa un material muy costoso, que hab¨ªa que mantener, y necesitabas personal sanitario para atenderlo. Lo tuvimos una temporada a disposici¨®n de las operaciones en el exterior y, cuando se vio que no se utilizaba, se decidi¨® separarlo en dos.
P. Ahora lo van a echar de menos.
R. Todas las decisiones fueron bien tomadas en su momento. Parece una respuesta diplom¨¢tica, pero es la verdad.
P. Se arrastra un d¨¦ficit cr¨®nico de m¨¦dicos militares...
R. El presupuesto es el que hay y lo lleva siendo muchos a?os. Eso se nota.
P. Las residencias de mayores est¨¢n en el epicentro de la pandemia.
R. Acudimos all¨ª donde se nos reclama. Si hubiera que dar preferencia a alguna demanda porque compitiera con otra, quiz¨¢ dar¨ªamos prioridad a las residencias, pero en este momento no es el caso.
P. El l¨ªder del PP, Pablo Casado, ha pedido que aviones militares transporten material sanitario y repatr¨ªen a espa?oles....
R. Hay una capacidad, pero no para traer a todos los espa?oles que hay por el mundo. Un transporte determinado puede ser, pero hay que seleccionar. Tenemos los aviones que tenemos y a casi 3.000 soldados fuera a los que hay que seguir atendiendo, lo que cada d¨ªa se complica m¨¢s.
P. ?Cree que las noticias falsas que proliferan sobre el coronavirus son obra de francotiradores o responden a una estrategia?
R. Es pronto para hacer una valoraci¨®n. No s¨¦ en este caso, pero lo que dice la doctrina es que no son francotiradores. Puede haberlos, pero siempre hay estrategas detr¨¢s, consignas. Es como los lobos solitarios del Daesh. No necesitan una estrategia muy definida, buscan generar terror.
P. ?C¨®mo han sido acogidos los militares? En Espa?a no es habitual ver uniformes en la calle.
R. Creo que magn¨ªficamente. Nadie ha mostrado la menor extra?eza. Las reacciones han sido de apoyo y reconocimiento. Al menos entre el pueblo llano.
P. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que no quer¨ªa al Ej¨¦rcito en el Sal¨®n de la Ense?anza, ha pedido su apoyo para montar un albergue en la Fira.
R. Uno se acuerda de Santa B¨¢rbara cuando truena.
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