Gobierno y PP: no hay ganas de un ¡®pacto de pa¨ªs¡¯

En la Espa?a de finales de 2022, aquejada gravemente como el resto de los pa¨ªses europeos por las secuelas de la covid y los estragos de la guerra de Putin, en su vertiente energ¨¦tica y del alza brutal de los precios, no hay bases para reeditar los Pactos de la Moncloa 2. Los dos partidos que pueden gobernar a partir de 2024, el actual, el PSOE; y el aspirante con expectativas de conseguirlo, el PP, no tienen la menor voluntad de propiciarlos. Lejos de trabajar para conseguir un m¨ªnimo com¨²n denominador, cada uno defender¨¢ con ah¨ªnco sus respectivas posiciones sobre asuntos medulares, como la fiscalidad.

Nada hay que pactar fuera de los bloques levantados en Espa?a desde que al bipartidismo le crecieron los flancos. La tarea esencial del Gobierno es ponerse de acuerdo consigo mismo, PSOE y Unidas Podemos. No puede tampoco descuidar la paz interna de cada uno de sus componentes. Los socialistas del Gobierno central tratan de soslayar los anuncios de rebajas fiscales de sus presidentes auton¨®micos y, estos, en el mejor de los casos, proclaman que sus anuncios no se salen de la ortodoxia, y en nada les alinea con sus colegas presidentes del PP.

As¨ª lo manifiesta el presidente valenciano, Ximo Puig, en la entrevista publicada por EL PA?S este domingo. Los presidentes socialistas solo quieren beneficiar a los m¨¢s desfavorecidos, y se alejan del modelo popular, repiten. La verificaci¨®n t¨¦cnica dilucidar¨¢ si entra o no en contradicci¨®n con el Gobierno central. En Unidas Podemos, por su lado, se negocia con el socio grande y, a la vez, en su interior, es decir, la direcci¨®n de Podemos, con la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz e Izquierda Unida.

Con esta realidad pol¨ªtica, plagada de premuras por plazos que se terminan, como la aprobaci¨®n de los presupuestos del Estado ¡ªen principio ma?ana saldr¨¢n del Consejo de Ministros¡ª, las voces a favor de pactos de pa¨ªs, no tienen el menor eco. El expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez era consciente de que su recomendaci¨®n de firmar, por segunda vez desde la restauraci¨®n de la democracia, unos Pactos de la Moncloa 2, no ten¨ªa futuro. Su conversaci¨®n el pasado viernes con el expresidente Mariano Rajoy, en el Foro La Toja, cordial y amable, puso de manifiesto las diferencias de criterio de ambos. Ninguno hizo partidismo, pero el hecho de que Gonz¨¢lez pidiera un acuerdo imposible no supuso que coincidiera con los postulados del ¨²ltimo jefe del Gobierno del PP. Para Rajoy no es posible un pacto fiscal. En A Toxa qued¨® dicho. Nadie de su partido le llevar¨¢ la contraria.

Los caminos emprendidos a conciencia por el Gobierno y el primer partido de la oposici¨®n, as¨ª como los de Vox y Ciudadanos, distan de lo que ocurri¨® en Espa?a en 1977. El 25 de octubre de ese a?o se firmaron en el Palacio de la Moncloa, con Adolfo Su¨¢rez en la Presidencia del Gobierno, unos acuerdos econ¨®micos y jur¨ªdicos que salvaron al pa¨ªs del colapso. Se persegu¨ªa ¡°la estabilizaci¨®n del proceso de transici¨®n democr¨¢tica¡±, junto al saneamiento y reforma de la econom¨ªa del pa¨ªs.

Todos los partidos de entonces firmaron los pactos aunque Manuel Fraga, l¨ªder de Alianza Popular, no suscribi¨® el acuerdo pol¨ªtico pero s¨ª el econ¨®mico. Las organizaciones patronales y los sindicatos lo rubricaron con zigzagueos. CC OO estuvo en el pacto, aunque algunas de sus secciones se descolgaron; UGT se apart¨® en principio para apoyarlo luego. La CNT no particip¨®. ¡°Un acuerdo de todos, no solo de empresarios y sindicatos; unos pactos como los de La Moncloa¡±, exhort¨® Gonz¨¢lez, uno de los firmantes en esa ma?ana de octubre de hace 45 a?os. ¡°S¨ª defiendo un pacto de rentas, pero no un pacto fiscal¡±, respondi¨® Rajoy en el Foro La Toja.

Solo una vez el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, ha invocado los Pactos de la Moncloa; el 12 de abril de 2020, en pleno v¨¦rtigo por el desbaratamiento sanitario, social y econ¨®mico que produc¨ªa la covid-19. No volvi¨® a utilizar esa expresi¨®n. A pesar de la aceptaci¨®n inmediata que produce el recuerdo de esos pactos extraordinarios, no pareci¨® que las situaciones hist¨®ricas fueran parangonables. As¨ª, durante toda la pandemia se utilizaron expresiones m¨¢s prosaicas, relacionadas con la recuperaci¨®n y la resiliencia.

El resumen de posibles pactos, siempre troceados, no es alentador. Rajoy ve viable ¡°el pacto de rentas¡±; no as¨ª sindicatos y empresarios. Del acuerdo sobre los impuestos, ni hablar. El presidente del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, constata que ¡°el di¨¢logo es cosa de otros tiempos¡±, dada la nula disposici¨®n del presidente del Gobierno a comunicarse con ¨¦l. No ya a pactar, sino a hablar. Para qu¨¦, se defienden en el Ejecutivo. La embestida del PP, desde el Parlamento hasta los presidentes auton¨®micos, contra el Gobierno central con la b¨²squeda del enfrentamiento, ahora como adalides de la bajada de impuestos, anima al Ejecutivo a entrar en el cuerpo a cuerpo para enfrentar modelos en todos los ¨¢mbitos. No caben pactos, ni los de La Moncloa ni ning¨²n otro. Las discusiones sobre impuestos forman parte del programa electoral para 2024 y eso no se pacta.