El Congreso manda al limbo decenas de leyes
Relevantes iniciativas ganan titulares en los medios para luego perderse en los laberintos del proceso legislativo
Los da?os psicol¨®gicos que ha dejado la pandemia se ganaron un hueco el pasado a?o en el debate parlamentario. El l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs, ??igo Errej¨®n, abri¨® la espoleta y r¨¢pido le secundaron otros grupos como Ciudadanos o Unidas Podemos, que en octubre de 2021 present¨® una propuesta para ...
Los da?os psicol¨®gicos que ha dejado la pandemia se ganaron un hueco el pasado a?o en el debate parlamentario. El l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs, ??igo Errej¨®n, abri¨® la espoleta y r¨¢pido le secundaron otros grupos como Ciudadanos o Unidas Podemos, que en octubre de 2021 present¨® una propuesta para elaborar una ley de salud mental. El contenido no satisfac¨ªa a casi nadie, pero logr¨® un amplio apoyo porque la mayor¨ªa de los grupos estaba de acuerdo en que era necesario legislar sobre el asunto y que el texto de UP pod¨ªa servir de base. Han pasado 13 meses y el embri¨®n de ley sigue perdido en el limbo, sin que se hayan iniciado siquiera los trabajos para elaborarla.
El procedimiento legislativo es un laberinto sinuoso y lleno de obst¨¢culos. La iniciativa sobre salud mental apenas super¨® el primero, su admisi¨®n a tr¨¢mite por el pleno del Congreso. Cumplido ese requisito, debe intervenir la Mesa, el ¨®rgano de gobierno de la C¨¢mara, para abrir un plazo a fin de que los grupos presenten sus enmiendas y con ellas encargar a la comisi¨®n correspondiente los trabajos de redacci¨®n del texto. En este segundo paso existe un truco infalible para bloquear una ley: el plazo de presentaci¨®n de enmiendas se puede ampliar indefinidamente, porque el reglamento no establece un l¨ªmite de tiempo. La propuesta sobre salud mental, que en su d¨ªa gan¨® buenos titulares en los medios, acumula ya 43 pr¨®rrogas; la ¨²ltima, la semana pasada. Hay alguna que suma m¨¢s de 80, despu¨¦s de tres a?os atrapada en el limbo.
Nadie duda ¡ªalgunos incluso la critican¡ª de la hiperactividad legislativa del Gobierno, a despecho de sus apuros para reunir mayor¨ªas. Esta semana, ha logrado aprobar seis leyes, a la espera de su paso por el Senado, y convalidar un decreto. En tres a?os, ha llevado 163 proyectos a las Cortes y, entre estos y otros promovidos por los grupos pol¨ªticos desde la C¨¢mara, se han remitido 64 leyes al BOE. Otras 35 est¨¢n en periodo de debate en las comisiones y una decena m¨¢s a la espera de que las dictamine el Senado. Y otro medio centenar ha tropezado ¡ªalgunas parece que ya eternamente¡ª con las pr¨®rrogas incesantes del periodo de presentaci¨®n de enmiendas, acordadas por la Mesa, a menudo con la mayor¨ªa de PSOE y Unidas Podemos.
Revivir todas estas iniciativas colapsar¨ªa el trabajo parlamentario, ya con peligro de atasco ante el ¨²ltimo a?o de legislatura. Cada vez que se convocan elecciones caducan proyectos que estaban a medio terminar. En la legislatura que concluy¨® a comienzos de 2019 corrieron esa suerte algunos tan importantes como la reforma de la ley mordaza o la supresi¨®n del voto rogado, la primera empantanada ahora de nuevo y la segunda ya aprobada esta vez. Pero la decisi¨®n de paralizar un texto en el plazo de presentaci¨®n de enmiendas no siempre obedece a razones operativas. La pol¨ªtica, por supuesto, pesa mucho.
Varias de estas propuestas permanecen en el congelador para no agitar diferencias. En septiembre de 2021, el PSOE apoy¨® a rega?adientes una proposici¨®n de ley de Unidas Podemos sobre libertad de expresi¨®n que, entre otras cosas, planteaba eliminar el delito de enaltecimiento del terrorismo. Los socialistas discrepaban en varios puntos, las posturas nunca se acercaron y ah¨ª sigue bloqueada. En la misma situaci¨®n est¨¢ desde junio del a?o pasado el proyecto de reforma constitucional para sustituir el t¨¦rmino ¡°disminuidos¡± por ¡°personas con discapacidad¡±. El PP de Pablo Casado lo rechaz¨® de plano y, aunque Alberto N¨²?ez Feij¨®o se ha mostrado abierto a pactarlo ¡ªrequiere mayor¨ªa cualificada¡ª, el acuerdo no llega y la iniciativa colecciona ya 66 pr¨®rrogas del plazo de enmiendas. Aunque m¨¢s reciente, tampoco acaba de caminar el proyecto de reforma de la ley de seguridad nacional, rechazado por los principales aliados parlamentarios del Ejecutivo y paralizado en la Mesa desde marzo.
A vueltas con los decretos
De las varias jornadas de infarto que este Gobierno ha vivido en el Congreso, una de las que m¨¢s le hizo sudar fue la del 28 de enero de 2021. La C¨¢mara ten¨ªa que validar cinco decretos leyes, entre ellos el que regulaba la gesti¨®n de los fondos europeos. Su principal aliado, ERC, se hab¨ªa instalado en el no, y un rechazo dejar¨ªa al Ejecutivo tambaleando. En el ¨²ltimo momento, salv¨® los muebles con una carambola: el apoyo de EH Bildu ¡ªentonces m¨¢s distante que ahora del Gabinete de Pedro S¨¢nchez¡ª y una sorprendente abstenci¨®n de Vox. Para recabar apoyos, el Gobierno se ofreci¨® a tramitar los decretos como proyectos de ley, es decir, a la vez que eran validados, abrir el proceso para poder modificarlos luego con aportaciones de los grupos. La promesa col¨®, aunque en la pr¨¢ctica jam¨¢s se ha cumplido. Desde esa fecha, la Mesa ha ampliado en 70 ocasiones el plazo de enmiendas. Lo mismo ha ocurrido con otros 17 decretos leyes, entre ellos uno de medidas contra la covid de julio de 2020 que alcanza 72 pr¨®rrogas.
Esta pr¨¢ctica con los decretos ha provocado fuertes protestas del PP, con varios escritos ante la Mesa. Los populares sostienen que de esta manera el Gobierno ¡°usurpa al Congreso su funci¨®n legisladora¡±, sobre todo cuando S¨¢nchez lleva ya 132 decretos leyes desde 2018, un r¨¦cord que el Ejecutivo justifica por las sucesivas emergencias que ha tenido que afrontar. ¡°El Gobierno hace la ley salt¨¢ndose al poder legislativo¡±, denuncian los populares. No hace mucho eran los socialistas los que se indignaban y el PP quien sacaba partido a la artima?a de estirar los plazos hasta el fin de los tiempos. Tras la moci¨®n de censura que llev¨® a S¨¢nchez a La Moncloa, esa fue el arma que los populares, con mayor¨ªa en la Mesa junto a Ciudadanos, emplearon para frenar proyectos del nuevo Gobierno. Tanto fue as¨ª que el PSOE recurri¨® al Tribunal Constitucional la pr¨¢ctica que ahora abraza.
Por el mismo m¨¦todo hibernan las dos iniciativas legislativas populares, presentadas por ciudadanos, que el Congreso actual accedi¨® a tramitar: una para establecer ratios obligatorias de enfermeros en los centros sanitarios, del sindicato Satse, y otra para elaborar una ley de autonom¨ªa de las personas con discapacidad, del colectivo que defiende los derechos de estas. Han pasado casi dos a?os y no hay noticias sobre ellas. Lo mismo ocurre con un texto legislativo sobre beb¨¦s robados suscrito por PSOE, UP y otras nueve fuerzas pol¨ªticas y aprobado en septiembre de 2020 ¡ª87 pr¨®rrogas¡ª o uno del PNV tomado en consideraci¨®n en abril de 2021 para reformar el funcionamiento del Tribunal Constitucional. Ciudadanos lleva semanas desga?it¨¢ndose para que se ponga en marcha la elaboraci¨®n de una ley sobre atenci¨®n a los enfermos de ELA que le aceptaron hace seis meses.
La atenci¨®n inmediata de los grupos est¨¢ ahora en los Presupuestos y en solucionar otros atascos, en este caso de leyes cuya elaboraci¨®n ya est¨¢ en marcha y que a¨²n dividen a los socios del Gobierno: la de las personas trans, la de vivienda y la sempiterna reforma de la ley mordaza. Esta ¨²ltima, una de las grandes promesas de la coalici¨®n, lleva ya cuatro a?os dando tumbos por el palacio de la Carrera de San Jer¨®nimo.