Abdelaziz Rahabi, exministro y exembajador argelino: ¡°Argelia no entiende el cambio brutal de Espa?a en el S¨¢hara¡±
Argel mantiene el bloqueo de las relaciones comerciales bilaterales, pero garantiza el flujo de gas por la conexi¨®n directa del Mediterr¨¢neo
Considerado por los observadores internacionales en Argel como el eventual l¨ªder de una tercera v¨ªa alternativa entre la oposici¨®n y el r¨¦gimen, el exministro y exembajador en Espa?a Abdelaziz Rahabi condensa en su discurso el rechazo de todas las corrientes pol¨ªticas de su pa¨ªs al giro dado por Espa?a sobre la cuesti¨®n del S¨¢hara Occidental, tras casi medio siglo de neutralidad. ¡°La actual situaci¨®n de tensi¨®n se debe a un cambio brutal e imprevisible de la posici¨®n espa?ola sobre el S¨¢hara¡±, ha explicado este vetera...
Considerado por los observadores internacionales en Argel como el eventual l¨ªder de una tercera v¨ªa alternativa entre la oposici¨®n y el r¨¦gimen, el exministro y exembajador en Espa?a Abdelaziz Rahabi condensa en su discurso el rechazo de todas las corrientes pol¨ªticas de su pa¨ªs al giro dado por Espa?a sobre la cuesti¨®n del S¨¢hara Occidental, tras casi medio siglo de neutralidad. ¡°La actual situaci¨®n de tensi¨®n se debe a un cambio brutal e imprevisible de la posici¨®n espa?ola sobre el S¨¢hara¡±, ha explicado este veterano diplom¨¢tico en M¨¦xico y Madrid, antes de ejercer como titular de Informaci¨®n y Cultura, en una conversaci¨®n mantenida en la capital argelina durante la reciente cumbre de la Liga ?rabe.
La suspensi¨®n unilateral por parte de Argel del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses ha bloqueado desde hace cinco meses las relaciones comerciales bilaterales, aunque el flujo de gas natural sigue discurriendo hacia Espa?a gracias al contrato de suministro vigente, que data de dos d¨¦cadas atr¨¢s y concluye en 2030.
¡°A nosotros el vuelco nos ha causado gran preocupaci¨®n, porque Espa?a tiene una responsabilidad hist¨®rica en el S¨¢hara¡±, puntualiza este buen conocedor de las relaciones hispano-argelinas. ¡°Espa?a ten¨ªa una especie de papel de moderaci¨®n, debido a sus relaciones tanto con Argelia como con Marruecos y el Frente Polisario, representado por una delegaci¨®n en Madrid. Ve¨ªamos que ese papel ayudaba a que se pudiera alcanzar un compromiso, una soluci¨®n pol¨ªtica equilibrada. Siempre le asignamos a Espa?a esta funci¨®n. Hasta ahora, cuando ha quedado descalificada¡±, aclara Rahabi, de 68 a?os y cuya vida ha discurrido en paralelo a la emancipaci¨®n del pa¨ªs magreb¨ª. Perdi¨® a su padre y a su abuelo en la Guerra de Liberaci¨®n contra el poder colonial franc¨¦s, que estall¨® pocos meses despu¨¦s de que naciera.
Los argumentos que plantea este exministro forman parte de un raro consenso entre los argelinos, que achacan la tensi¨®n que se ha generado con Espa?a al giro dado por el Gobierno de la expotencia colonial sobre el S¨¢hara, al alinearse con la tesis favorable a la autonom¨ªa del territorio dentro de Marruecos por considerarla como la ¡°m¨¢s seria, realista y cre¨ªble¡±. Por su parte, el Gobierno espa?ol sostiene que no ha existido tal giro, sino ¡°un paso m¨¢s¡± en una senda que se inici¨® hace casi una d¨¦cada, bajo el mandato del presidente Rodr¨ªguez Zapatero. En todo caso, Madrid reivindica su autonom¨ªa para fijar su propia posici¨®n sobre el contencioso del S¨¢hara sin que ello se interprete como un gesto de hostilidad hacia Argelia, que en teor¨ªa no es parte beligerante del mismo.
Rabat controla el 80% del territorio del S¨¢hara Occidental y ofrece un plan de autonom¨ªa bajo su soberan¨ªa en la que fue colonia espa?ola hasta 1975. Argel apoya al movimiento independentista Frente Polisario, a cuya direcci¨®n acoge en Tinduf (suroeste) junto a miles de refugiados saharauis, y defiende un proceso de descolonizaci¨®n mediante la voluntad de autodeterminaci¨®n expresada en un refer¨¦ndum.
¡°Soy el primero en lamentar que las relaciones bilaterales hayan llegado a esta situaci¨®n¡±, reconoce Rahabi, ¡°pues formo parte de quienes se han esforzado mucho en la construcci¨®n de unas relaciones de paz hispano-argelinas¡±. La congelaci¨®n del comercio bilateral entre Argelia y Espa?a coincide con la bonanza econ¨®mica que representa el alza los ingresos por las exportaciones de gas y petr¨®leo. El barril de crudo se vend¨ªa hace tres a?os por debajo de los 30 d¨®lares, mientras ahora ronda los 100 d¨®lares.
Los ingresos estatales por hidrocarburos experimentar¨¢n este a?o un incremento del 45% respecto a 2021, seg¨²n ha anunciado el Gobierno de Argel. La empresa espa?ola Naturgy y la compa?¨ªa estatal argelina Sonatrach han alcanzado un reciente acuerdo de precios para el suministro de gas natural a Espa?a a trav¨¦s del gasoducto Medgaz en 2022, pero han dejado para m¨¢s adelante la negociaci¨®n de las condiciones a partir del a?o que viene. Argelia ha garantizado que mantendr¨¢ sus compromisos contractuales de suministro de gas con Espa?a, pero tambi¨¦n ha advertido, a trav¨¦s de Sonatrach, que algunos contratos ser¨¢n revisados al alza.
¡°Espero que Argelia y Espa?a tengan la posibilidad de volver a hablar. No podemos cambiar de vecinos¡±, razona este respetado responsable pol¨ªtico, cuya voz es seguida con atenci¨®n tanto desde los medios de comunicaci¨®n oficiales como en las redes sociales del Hirak, la protesta ciudadana que forz¨® en 2019 la salida del poder del presidente Abdelaziz Buteflika tras dos d¨¦cadas en el cargo.
¡°La intervenci¨®n del presidente Pedro S¨¢nchez en septiembre ante la Asamblea General de la ONU (donde matiz¨® que defiende ¡°una soluci¨®n pol¨ªtica mutuamente aceptable¡± en el marco de la ONU) fue mejor recibida que otras anteriores, pero no es suficiente. Espa?a tiene que explicarse mejor¡±, advierte Rahabi. El presidente de Argelia, Abdelmayid Teb¨²n, se hizo eco entonces en un acto p¨²blico de las palabras de S¨¢nchez al aludir a ¡°un posible retorno de Espa?a al consenso europeo sobre la cuesti¨®n saharaui¡±. Pocas semanas antes, el presidente del Gobierno espa?ol hab¨ªa declarado en Alemania que le ¡°encantar¨ªa¡± poder viajar a Argel, en un aparente gesto de buena voluntad.
¡°Aclarar las cosas lo mejor posible¡±
¡°Podemos tener problemas, pero hay que buscar la oportunidad para hablar, primero, y aclarar las cosas lo mejor posible¡±, remacha Rahabi. ¡°Aunque parece realmente dif¨ªcil que se pueda volver a recuperar la confianza, hay que buscar las ventanas de oportunidad y explorar todas las v¨ªas¡±. El diplom¨¢tico y pol¨ªtico argelino recuerda con aprecio la ¨¦poca en la negociaba los preparativos para la firma del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperaci¨®n entre ambos pa¨ªses, suscrito en 2002 y ahora dejado en suspenso.
¡°Con su postura actual, Espa?a ha perdido su papel de potencia moderadora en el S¨¢hara¡±, recapitula. ¡°Ahora ha adoptado una postura dif¨ªcil, supuestamente en funci¨®n de sus intereses. As¨ª es como funciona el mundo de las relaciones internacionales¡±, admite el peso de la real politik. ¡°Pero, para los argelinos, Espa?a ya no tiene la capacidad de poder hablar con todas las partes (en el conflicto)¡±.
Rahabi se refiere m¨¢s tarde a otro vecino con el que Argelia tambi¨¦n ha recortado lazos, esta vez de forma completa tras romper las relaciones diplom¨¢ticas hace m¨¢s de un a?o. ¡°Con Marruecos hemos mostrado que pod¨ªamos intentar buscar una soluci¨®n en el marco de la Liga ?rabe para los asuntos de paz y de seguridad y, de forma subsidiaria, tambi¨¦n en la Uni¨®n Africana y en la ONU. Argel ha demostrado que ten¨ªa esa ambici¨®n (en los preparativos del conclave de pa¨ªses ¨¢rabes)¡±, destaca este experimentado diplom¨¢tico. Cree que Argelia tiene una agenda internacional que supera las relaciones bilaterales argelo-marroqu¨ªes.
¡°Esencialmente, Marruecos tiene fronteras con Espa?a y con Argelia. Nosotros tenemos muchas m¨¢s fronteras ¨Ccon T¨²nez y Libia, con varios pa¨ªses del Sahel¨C y una agenda internacional mucho m¨¢s amplia. No queremos que nuestra pol¨ªtica exterior se circunscriba solo a las relaciones con Marruecos¡±, argumenta. La oferta de di¨¢logo planteada por Rabat para que el presidente argelino viaje a Marruecos para reunirse con el rey Mohamed VI ha sido recibida con silencio oficial y en medio de duros art¨ªculos de rechazo en la prensa.