El ¨²ltimo sue?o de Carmelo Angulo
El diplom¨¢tico fue un hombre cautivador, generoso y c¨¢lido, poco t¨ªpico y m¨¢s proclive a la resoluci¨®n de problemas que al boato
El s¨¢bado pasado, cuando todos sab¨ªamos que el final era cuesti¨®n de d¨ªas, seg¨²n la sentencia de muerte irreversible de los m¨¦dicos, Carmelo hac¨ªa planes para un pr¨®ximo viaje con un entusiasmo contagioso. Hablaba de Per¨² ¡ª¡±iremos a Cuzco¡±¡ª, de Bolivia ¡ª¡±Potos¨ª y Sucre son inevitables¡±¡ª, del norte de Argentina..., de la Am¨¦rica Latina de sus amores. ¡°Dadle unas vueltas. En cuanto me recupere, empezamos a pensar en fechas¡±, fueron sus ¨²ltimas palabras mientras Ricardo Ramos y quien escribe nos retir¨¢bamos de la habitaci¨®n emocionados. Mara, la hija menor, acariciaba la mano de su padre con una expresi¨®n que combinaba escepticismo con ternura.
Carmelo Angulo Barturen (Bilbao, 1947) conoc¨ªa el alcance de la met¨¢stasis y ¨¦l mismo hab¨ªa reiterado su voluntad de pasar los ¨²ltimos d¨ªas en su casa, lejos del hospital. Pero aquella tarde, a medida que record¨¢bamos los a?os compartidos en Argentina y M¨¦xico, el sue?o adquiri¨® tal fortaleza que, por un instante, llegu¨¦ a creer que no todo estaba perdido. Arropado por sus dos amigos, sus tres hijas, y su hermano Fernando, Carmelo hab¨ªa protagonizado un ¨²ltimo gesto de su gran fortaleza. El d¨ªa siguiente, el sue?o se desdibuj¨® a una velocidad de v¨¦rtigo. ¡°Desde ayer se encuentra muy malito¡±, me dijo por tel¨¦fono Mara el lunes. El mi¨¦rcoles por la noche todo termin¨®.
Queda la biograf¨ªa de un hombre cautivador, generoso y c¨¢lido. Un diplom¨¢tico poco t¨ªpico, m¨¢s proclive a la resoluci¨®n de problemas que al boato. Su trayectoria como diplom¨¢tico o funcionario internacional le llev¨®, entre otros pa¨ªses, a Mauritania, Canad¨¢, T¨²nez, Nicaragua, Bolivia, Colombia, Argentina y M¨¦xico. Como representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argentina fue uno de los art¨ªfices en 2012, junto al entonces arzobispo Jorge Bergoglio, actual papa Francisco, de la Mesa de Di¨¢logo. Su esp¨ªritu quijotesco, en sinton¨ªa con su imagen, le llev¨® a asumir desaf¨ªos enormes. En este caso, recomponer un pa¨ªs con una crisis pol¨ªtica, social y econ¨®mica descomunal. Por una vez parec¨ªa abrirse paso en Argentina la palabra consenso.
La noche del 14 de marzo de 2004 ninguno de los presentes en el domicilio de Carmelo Angulo en Buenos Aires pod¨ªamos creer las noticias que llegaban de Espa?a. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, candidato del PSOE, hab¨ªa ganado, contra todo pron¨®stico, las elecciones generales. El sangriento atentado terrorista del 11-M, tres d¨ªas antes de los comicios, en la estaci¨®n de Atocha de Madrid, y la manipulaci¨®n informativa del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que acus¨® a ETA cuando la autor¨ªa reca¨ªa en Al Qaeda, pas¨® factura al Partido Popular, que perdi¨® las elecciones. Zapatero nombr¨® poco despu¨¦s a Carmelo Angulo nuevo embajador en Argentina.
Profesor en distintas universidades de Espa?a y Am¨¦rica Latina, dict¨® decenas de conferencias y cursos sobre desarrollo y cooperaci¨®n internacional.
Al margen de la actividad diplom¨¢tica, mantuvo su actividad y compromiso en sus dos ¨²ltimos puestos: la presidencia del Comit¨¦ Espa?ol de Unicef y la vicepresidencia de la Fundaci¨®n Luz¨®n de Lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotr¨®fica (ELA).
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