Meloni cancela su presencia en la cumbre euromediterr¨¢nea por una gripe
La cita de este viernes en Alicante, a la que finalmente acudir¨¢ Antonio Tajani, deb¨ªa medir el nivel de sinton¨ªa entre la italiana y Pedro S¨¢nchez, tras tardar el espa?ol 11 d¨ªas en felicitarla por su victoria electoral
La relaci¨®n entre Espa?a e Italia siempre ha sido algo inc¨®moda. Dos pa¨ªses que comparten agenda y enormes afinidades, pero que han vivido de espaldas durante d¨¦cadas, quiz¨¢ por un sentido malentendido de la competencia o por desavenencias pol¨ªticas. Los ¨²ltimos dos primeros ministros italianos, Giuseppe Conte y Mario Draghi, sin embargo, tuvieron una gran sinton¨ªa con el Ejecutivo de Madrid y las relaciones se recompusieron, especialmente tras la negociaci¨®n de los fondos del Plan de Recuperaci¨®n pospandemia, que convirtieron a ambos pa¨ªses en los mayores receptores. La llegada de Giorgia Meloni al Palacio Chigi en septiembre dio paso de nuevo a una cierta distancia que ambos pa¨ªses se esfuerzan ahora en superar. Este viernes, durante la cumbre euromediterr¨¢nea de Alicante, la l¨ªder italiana y el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, iban a tener su primer encuentro bilateral para tratar de certificar el enfoque pragm¨¢tico en el que ambos estados -la tercera y cuarta econom¨ªa de la zona euro- pretenden basar ahora la relaci¨®n. Pero Meloni ha cancelado la ma?ana del viernes su viaje debido a una proceso gripal. El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, la sustituir¨¢.
La realidad es que para Italia la partida con Espa?a se juega exclusivamente en Bruselas. No hay asuntos electorales ni lecturas en clave interna posibles. El problema naci¨® m¨¢s bien del lado espa?ol, cuando en Madrid se vio c¨®mo el principal aliado de Vox en Europa arrasaba en las elecciones italianas celebradas en septiembre. S¨¢nchez, de hecho, ha mantenido una gran distancia con Meloni. Tanto, que tard¨® 11 d¨ªas desde su toma de posesi¨®n en llamarla para felicitarla, y no lo hizo tampoco cuando gan¨® los citados comicios. En La Moncloa hab¨ªa un enorme recelo por la victoria de la ultraderechista, y mucho m¨¢s despu¨¦s de la participaci¨®n de Meloni en el mitin central de Vox en la campa?a andaluza, en Marbella (M¨¢laga), en el que lanz¨® un dur¨ªsimo alegato en perfecto castellano ¡ªsu padre pas¨® media vida en Canarias¡ª contra la inmigraci¨®n, contra la izquierda, contra la ¡°cultura LGTBI¡± y a favor de ¡°la universalidad de la cruz¡±.
En La Moncloa y en Exteriores causaba inquietud, entre otras cosas, que la llegada de Meloni conllevara que Italia se uniera a Hungr¨ªa en su pol¨ªtica de cuestionamiento de las sanciones a Rusia. S¨¢nchez y ella representan culturas pol¨ªticas opuestas, y tienen una visi¨®n aparentemente antag¨®nica sobre la inmigraci¨®n, un asunto clave en el debate europeo. Pero los primeros movimientos de Meloni y el nombramiento del europe¨ªsta Antonio Tajani como ministro de Exteriores convencieron a S¨¢nchez y su equipo de que la italiana no buscaba romper el consenso europeo anti-Putin. As¨ª que el presidente espa?ol decidi¨® llamarla para felicitarla y citarse en Alicante.
Fue una conversaci¨®n mucho m¨¢s fluida de lo que esperaban ambas partes, y en espa?ol. Desde entonces ha lanzado varios mensajes en p¨²blico que muestran el pragmatismo del presidente a la hora de mantener una relaci¨®n normal con Meloni, pese a la enorme distancia pol¨ªtica. ¡°Las relaciones entre Espa?a e Italia trascienden a los gobiernos y entrelazan a las sociedades en m¨²ltiples ¨¢mbitos¡±, se?al¨® el 4 de noviembre en una rueda de prensa conjunta con el portugu¨¦s Ant¨®nio Costa, otro socialdem¨®crata muy cr¨ªtico con Meloni. Una idea parecida a la que esboz¨® en otra comparecencia conjunta ante los medios con el alem¨¢n Olaf Scholz. ¡°Los dos pa¨ªses han trabajado conjuntamente, han sucedido cosas buenas¡±, apunt¨® al recordar la respuesta que ambos dieron a la pandemia del covid. En esa misma cita, Costa fue m¨¢s duro que S¨¢nchez y dijo que como pol¨ªtico lucha ¡°contra los valores de la extrema derecha¡± e intenta ¡°evitar que se alimente de las causas del descontento y contamine a la derecha democr¨¢tica¡±, aunque a?adi¨® que como primer ministro su ¡°obligaci¨®n no es luchar¡± contra ninguno de los otros presidentes europeos.
La reuni¨®n entre ambos mandatarios estaba confirmada, aunque a¨²n no se hab¨ªa establecido si iba a ser una bilateral o un encuentro informal, debido al estrecho margen de tiempo del que dispondr¨¢n ambos al margen de una cumbre a la que asistir¨¢n gobernantes de los nueve pa¨ªses miembros del Grupo MED: Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Malta, Portugal, Eslovenia y Espa?a.
El encuentro de Alicante era un buen term¨®metro para medir en qu¨¦ punto se encuentran realmente las relaciones. Pero el pragmatismo, seg¨²n fuentes de La Moncloa, ser¨¢ la t¨®nica a partir de ahora. Tambi¨¦n el intento de mantener unas buenas relaciones con un pa¨ªs clave de la UE pese a las enormes discrepancias pol¨ªticas. En Roma, de hecho, conf¨ªan en que pueda celebrarse una cumbre bilateral antes de junio en Italia. Pero saben que ser¨¢ dif¨ªcil que en a?o electoral medio Gobierno espa?ol aparezca en la foto con la principal aliada de la ultraderecha en Espa?a. En La Moncloa, adem¨¢s, asumen que en alg¨²n momento puede volver la tensi¨®n, sobre todo en cuestiones como la inmigraci¨®n, que esta vez no parece estar en la agenda de la reuni¨®n, centrada en la crisis energ¨¦tica y las consecuencias de la guerra de Ucrania.
La omisi¨®n del tema migratorio permiti¨ªa evitar desencuentros directos o convertir la reuni¨®n en una plataforma electoral de uso dom¨¦stico, creen las fuentes consultadas. Esta cuesti¨®n ya ha provocado un duro enfrentamiento entre el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y la l¨ªder italiana. Una tensi¨®n que contin¨²a al haberse negado a Francia a mantener una reuni¨®n con Italia en Alicante por este asunto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.