?ngel Allu¨¦, un funcionario con vocaci¨®n de servicio y compromiso social
El abogado vallisoletano, exdirector general de Trabajo y de Comercio Interior, falleci¨® el 5 de febrero en Madrid a los 67 a?os
¡°Todos los hombres mueren de su propia muerte¡±, escribi¨® Wallace Stevens. ?ngel Allu¨¦ ha sobrellevado la suya, que ya asum¨ªa como irremediable desde hace semanas, con una entereza impresionante. Durante las horas que hemos pasado juntos desde que le diagnosticaron el c¨¢ncer que le ha arrebatado la vida tan prematuramente, le he visto re¨ªr sobre su propia enfermedad, sobreponerse al dolor para no incomodar a las visitas, preocuparse como un joven...
¡°Todos los hombres mueren de su propia muerte¡±, escribi¨® Wallace Stevens. ?ngel Allu¨¦ ha sobrellevado la suya, que ya asum¨ªa como irremediable desde hace semanas, con una entereza impresionante. Durante las horas que hemos pasado juntos desde que le diagnosticaron el c¨¢ncer que le ha arrebatado la vida tan prematuramente, le he visto re¨ªr sobre su propia enfermedad, sobreponerse al dolor para no incomodar a las visitas, preocuparse como un joven por el futuro de la sociedad o, simplemente, comentar la actualidad sin dramatismo alguno. Y sobre todo, entre horas de conversaci¨®n amena, fue confi¨¢ndome, con esa eficacia del funcionario leal y riguroso que siempre demostr¨®, sus planes para su funeral y para el futuro de su hijo (su gran preocupaci¨®n).
As¨ª era ?ngel. Una persona que siempre se preocupaba antes por los otros, un conversador risue?o y divertido, un amigo leal y un funcionario con una vocaci¨®n incansable de servicio p¨²blico y compromiso social. Una vocaci¨®n que, en los estertores de la Dictadura, se tradujo en inquietud pol¨ªtica y se despert¨® en su caso en plena adolescencia, mientras estudiaba en los Jesuitas de Valladolid, ciudad en la que naci¨® un 20 de noviembre, fecha que daba para alguna broma, hace 67 a?os. Poco despu¨¦s, mientras estudiaba Derecho, tambi¨¦n en nuestra ciudad natal, lo detuvieron por repartir propaganda de la oposici¨®n democr¨¢tica y pas¨® unos meses por la c¨¢rcel. ?ngel aprovech¨® esos meses para leer ¡ªera un extraordinario lector¡ª y para ahondar en las condiciones sociales que hab¨ªan llevado a muchos presos a delinquir. Siempre recordaba que el magistrado Marino Barbero, que a?os despu¨¦s instruy¨® el caso Filesa, le hab¨ªa dado clases y le hab¨ªa examinado en la c¨¢rcel para que no perdiera la asignatura.
Una persona que siempre se preocupaba antes por los otros, un conversador risue?o y divertido, un amigo leal y un funcionario con una vocaci¨®n incansable de servicio p¨²blico y compromiso social
Tras acabar la carrera, en 1977, ejerci¨® durante dos a?os como abogado laboralista en Valladolid. La posibilidad de luchar con la ley en la mano por los derechos de los trabajadores le enganch¨® y decidi¨® hacer la oposici¨®n a inspector de trabajo, que aprob¨® con uno de los mejores puestos de su promoci¨®n. Su primer destino fue Baleares y all¨ª pas¨® tres a?os felices, a?orando el Pisuerga, pero disfrutando de temperaturas m¨¢s c¨¢lidas y del esplendor del Mediterr¨¢neo.
En 1983 llega a Madrid para hacerse cargo de los Recursos Humanos del Consejo Superior de Protecci¨®n de Menores en el Ministerio de Justicia, y a partir de ah¨ª comienza una brillante carrera en la Administraci¨®n que solo tuvo una parada: una breve estancia en una gran empresa privada. Entre otros cargos, fue subdirector general de Conflictos Colectivos, asesor del Gabinete del Presidente del Gobierno para asuntos laborales, consejero de Trabajo ante la Uni¨®n Europea, director general de Comercio Interior y director general de Trabajo. Escribi¨® libros y art¨ªculos de referencia sobre derecho laboral, dedic¨® muchas horas a formar a otros funcionarios y a comienzos de los noventa pas¨® dos a?os en la prestigiosa Escuela Nacional de la Administraci¨®n (ENA) francesa, que le dejaron una fuerte impronta y aumentaron su vocaci¨®n de servicio.
Entre todos estos puestos, el de mayor significado para m¨ª fueron los tres a?os que pasamos juntos en la Direcci¨®n General de Comercio Interior, de 1993 al 1996, bajo la direcci¨®n del ministro Javier G¨®mez-Navarro. Juntos hicimos la Ley de Comercio. ?ngel se convirti¨® en un aut¨¦ntico experto en comercio y volvi¨® a este cargo. Sin ?ngel, sin su conocimiento del derecho y de la Administraci¨®n, sin su fina inteligencia, sin su incansable dedicaci¨®n, sin su sensibilidad social habr¨ªa sido muy dif¨ªcil hacer frente a nuestros cometidos. Mi agradecimiento por su trabajo, por sus consejos, por su ayuda, pero sobre todo por nuestra larga amistad de m¨¢s cuarenta a?os que me acompa?ara mientras viva.