Podemos desaf¨ªa la unidad de Sumar
La batalla por la posici¨®n del partido de Ione Belarra en la coalici¨®n que impulsa Yolanda D¨ªaz puede definir no solo el futuro pol¨ªtico de la izquierda, sino tambi¨¦n el resultado de las pr¨®ximas generales
Lleg¨® el momento clave. Yolanda D¨ªaz est¨¢ ya muy cerca de anunciar su candidatura para las generales y consolidar as¨ª Sumar, el gran proyecto de la vicepresidenta para intentar recoser el espacio a la izquierda del PSOE, fraccionado en muchos pedazos despu¨¦s de a?os de batallas internas. Pero Podemos, que no acepta integrarse en Sumar y exige una coalici¨®n en la que quiere ser el partido dominante, como ha sucedido estos a?os en Unidas Podemos, amenaza esta unidad e incluso deja en el aire la posibilidad de asistir a la presentaci¨®n de la candidatura de D¨ªaz si antes la vicepresidenta no cumple una serie de condiciones que b¨¢sicamente consisten en garantizar un espacio de poder fuerte e incluso mayoritario al grupo de Ione Belarra e Irene Montero.
La tensi¨®n sube a medida que se acerca el acto de consagraci¨®n de D¨ªaz como la gran esperanza de la izquierda a la izquierda de los socialistas. Podemos siente que se est¨¢ poniendo en riesgo su supervivencia pol¨ªtica cuando ellos fueron el motor de crecimiento de ese espacio. Creen se est¨¢n aliando todos con ella para aislarlos, y la vicepresidenta y el resto de los partidos llamados a integrarse en el proyecto ¡ªuna quincena¡ª creen que la formaci¨®n fundada por Pablo Iglesias est¨¢ planteando un chantaje inaceptable.
El propio Iglesias, que hab¨ªa rebajado el tono desde el arranque del a?o despu¨¦s de haber sido dur¨ªsimo con D¨ªaz, aun sin citarla ¡ªlleg¨® a calificar de ¡°est¨²pida¡± la actitud de ¡°ponerse de perfil¡± frente a algunos ataques a Irene Montero¡ª, ha recrudecido ahora sus mensajes p¨²blicos contra el PSOE en contraste con D¨ªaz, que pide ¡°cuidar la coalici¨®n¡±. La enorme presencia p¨²blica de Iglesias, que ha recuperado protagonismo, es interpretada por distintas fuentes del PSOE y de Unidas Podemos como una muestra de que ¨¦l est¨¢ detr¨¢s de la estrategia de intentar forzar a D¨ªaz a que cierre el pacto con Podemos antes de las auton¨®micas y municipales. El mensaje de la dureza de las ¨²ltimas semanas ser¨ªa as¨ª claro: si no hay acuerdo, el grupo de Belarra, Montero e Iglesias puede ser un problema muy serio para Sumar.
No hay ruptura definitiva. Las negociaciones siguen y nadie descarta que haya finalmente un acuerdo. Pero la batalla es indisimulable y de su final depende en buena medida no solo el futuro pol¨ªtico de la izquierda espa?ola, sino tambi¨¦n el resultado de las pr¨®ximas elecciones. Porque pr¨¢cticamente todos los consultados, no solo en Unidas Podemos (UP) sino tambi¨¦n en el PSOE, asumen que si no se resuelve bien este pulso que Podemos le est¨¢ planteando a D¨ªaz, es muy probable que se abra la puerta a la llegada de una coalici¨®n PP-Vox a La Moncloa.
Podemos quiere ¡°certezas¡±. Y antes de las municipales y auton¨®micas de mayo, donde las encuestas internas dibujan un panorama complejo, con la derecha al alza en algunas comunidades en un momento de desmovilizaci¨®n del electorado de izquierdas. Y en el que formaciones territoriales ajenas a UP, como Comprom¨ªs (en la Comunidad Valenciana) o M¨¢s Madrid, pueden obtener mejores resultados. En Podemos creen que D¨ªaz y sus aliados buscan dejar la negociaci¨®n para despu¨¦s de las elecciones porque all¨ª el grupo de Belarra estar¨¢ m¨¢s d¨¦bil. Y por eso quieren garant¨ªas ahora, que a¨²n son m¨¢s fuertes, est¨¢n en seis Gobiernos auton¨®micos y tienen, por ejemplo, la mayor¨ªa en el grupo parlamentario de Unidas Podemos, un mecanismo relevante de poder interno.
Para ir al acto de D¨ªaz, Podemos exige un pacto ¡°de m¨ªnimos¡± que deber¨ªa incluir la organizaci¨®n de unas primarias abiertas para decidir las listas de las generales, la madre de todas las batallas.
La semana se complic¨® a¨²n m¨¢s con el reparto de culpas por el fracaso parlamentario en la derogaci¨®n de la ley mordaza. Podemos desautoriz¨® a su portavoz en la materia, el l¨ªder del PCE y diputado de IU Enrique Santiago, al que destituy¨® en verano del cargo de secretario de Estado en el ministerio de Belarra despu¨¦s de perder su confianza por las turbulentas negociaciones para una coalici¨®n en Andaluc¨ªa. Iglesias, una voz todav¨ªa con gran influencia, culp¨® tambi¨¦n el martes al PSOE de la ca¨ªda de la reforma en comisi¨®n, mientras Santiago y los comunes ¡ªla parte de UP af¨ªn a D¨ªaz¡ª responsabilizaban a ERC y EH Bildu.
Al d¨ªa siguiente, Podemos difund¨ªa ¡ªsin acordarla antes en el grupo¡ª una propuesta para que sus ministras, Ione Belarra e Irene Montero, respondieran junto a la vicepresidenta segunda en la moci¨®n de censura de Vox, algo que fue interpretado por distintas fuentes como un intento por tapar a la l¨ªder de Sumar.
Fuentes del sector socialista del Gobierno descartan esta idea. Todo indica que se repetir¨¢ el esquema de 2020. Entonces participaron S¨¢nchez e Iglesias, y ahora lo har¨¢n el presidente y D¨ªaz. Pero la propuesta da una idea de la tensi¨®n interna que se vive.
La Moncloa conf¨ªa en que se trate de escaramuzas de la negociaci¨®n y en que finalmente D¨ªaz resuelva el sudoku y consolide Sumar. En las elecciones habr¨¢ dos grandes batallas por los esca?os, creen los socialistas. La de arriba, entre PP y PSOE, por el primer puesto, y la de abajo, entre Sumar y Vox, por el tercero y los diputados que salen de restos. Y las dos son decisivas. Un Sumar sin fuerza o que tenga que competir con una lista de Podemos puede abrir paso a la derecha casi tanto como un PSOE d¨¦bil, analizan algunos dirigentes socialistas.
La lectura de una parte del espacio confederal pr¨®ximo a la vicepresidenta es que la exigencia de estos d¨ªas supone un ¡°paso m¨¢s¡±, y no menor, para ¡°arrinconar¡± a D¨ªaz. Aducen que a lo largo de estos dos a?os ¡ªque se cumplieron esta semana desde que el fundador del partido la se?al¨® como sucesora¡ª han tratado de debilitarla cuestionando p¨²blicamente sus posiciones ¡ªsobre el env¨ªo de armas a Ucrania, la negociaci¨®n de los Presupuestos o la renovaci¨®n del CGPJ¡ª para desmarcarse y recuperar el liderazgo ante una eventual ruptura. Algunos dudan de que haya una voluntad real de acuerdo, aunque Podemos repite como un mantra su ¡°apuesta por la unidad¡±.
¡°No es una amenaza, es el orden l¨®gico de las cosas¡±, defendi¨® la secretaria de Organizaci¨®n de Podemos, Lilith Verstrynge, en RNE el viernes. Y Juan Carlos Monedero, presidente del Instituto Rep¨²blica y Democracia, la fundaci¨®n vinculada al partido, apremia: ¡°?Qu¨¦ le puede decir ahora mismo Belarra a la militancia de Podemos acerca de las conversaciones entre Sumar y Podemos? La verdad es que casi nada. Porque nadie sabe todav¨ªa qu¨¦ quiere D¨ªaz, con qui¨¦n lo quiere ni c¨®mo lo quiere. Yo estoy esperando ansioso esas respuestas¡±.
Hoy por hoy ese acuerdo no es posible, explican desde el entorno de la vicepresidenta, porque el pacto tiene que incluir a otras formaciones que a las puertas de las elecciones de mayo no tienen inter¨¦s en cerrar una coalici¨®n con los que ser¨¢n sus competidores.
Algunas de las formaciones que pueden estar en Sumar s¨ª reconocen que su configuraci¨®n vendr¨¢ ¡°predeterminada¡± por la correlaci¨®n de fuerzas tras el 28-M y no ven sentido a sellar antes un pacto. ¡°No estamos en una l¨®gica de competici¨®n, sino de cooperaci¨®n¡±, rechazan fuentes de Sumar, que anuncian el arranque de otra ronda de negociaciones y subrayan que con Podemos ha habido ya tres reuniones.
El partido de Belarra, por su parte, apela a la existencia de voto dual en cada elecci¨®n para hacer valer su peso. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, Podemos obtuvo en las auton¨®micas de 2019 el 7,97% del sufragio, Comprom¨ªs el 16,45%. En las generales, sin embargo, los primeros llegaron al 13,49% del voto (cuatro diputados), frente al 7% de la candidatura liderada por Joan Baldov¨ª, que obtuvo un esca?o.
Gregorio Briz, secretario de Relaciones Pol¨ªticas de la Chunta Aragonesista, admite que hay comunicaci¨®n con el equipo de D¨ªaz, fundamentalmente con su jefe de gabinete, Josep Vendrell, pero no contemplan tomar ninguna decisi¨®n antes de las auton¨®micas. ¡°Lo primero que hay que hacer antes de abrir el proceso [a otras fuerzas como la Chunta] es aclarar c¨®mo queda D¨ªaz con Podemos¡±, plantea.
Fuentes de M¨¢s Pa¨ªs niegan tambi¨¦n que exista ya una negociaci¨®n formal en marcha y defienden que est¨¢n volcados en los comicios de mayo. En medio de la escalada de tensi¨®n, el viernes, D¨ªaz y Errej¨®n compartieron un acto del Ministerio de Trabajo sobre el impacto de la precariedad laboral en la salud mental, un tema que ha abanderado el cofundador de Podemos, y en el que la vicepresidenta agradeci¨® al parlamentario su labor. ¡°La pol¨ªtica es esto. La pol¨ªtica va de hablar de la vida de la gente, no va de ruidos, no va de fuerzas ni va de presiones¡±, dijo en plena crisis con el partido de Belarra.
La foto escoci¨® en la organizaci¨®n, que vio c¨®mo Podemos se fracturaba en dos hace a?os por la pelea entre Iglesias y el actual l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs, que acab¨® abandonando la formaci¨®n. Esa mala experiencia previa, tambi¨¦n con otros partidos, lastra hoy las posibilidades de acuerdo.
¡°Suicidarnos no nos conviene a nadie, pero el desgaste es brutal¡±, reconoce otra fuente parlamentaria en el Congreso, que conf¨ªa, sin embargo, en que por ¡°pragmatismo¡± al final Podemos pacte. Un miembro de los comunes calificaba de ¡°error¡± el ¨®rdago de esta semana. El partido de Ada Colau (que se juega su reelecci¨®n en la alcald¨ªa de Barcelona), igual que Izquierda Unida, con Alberto Garz¨®n a la cabeza, ha respaldado a D¨ªaz. Estas formaciones, tambi¨¦n el PCE de Santiago o el ecologista Alianza Verde, tienen pensado asistir al acto de presentaci¨®n de la candidatura de la vicepresidenta, previsto para antes de los festivos de Semana Santa. Podemos considera que la foto de sus l¨ªderes aplaudiendo no debe producirse si no hay antes unas garant¨ªas sobre la participaci¨®n de D¨ªaz en la campa?a de mayo. Despu¨¦s de esos comicios, sea cual sea el resultado, se entrar¨¢ en una nueva fase. La m¨¢s complicada del proceso.
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