Feij¨®o se pone de perfil mientras Abascal le insta a entenderse para gobernar juntos
Gamarra no tiene previsto diferenciarse de Vox en el discurso, pese a que lo ped¨ªan algunos barones. El PP cree que la moci¨®n desgastar¨¢ a los ultras, pero no augura un gran impacto y reconoce que estos tienen un suelo s¨®lido
Alberto N¨²?ez Feij¨®o puso en bandeja a Vox el juego de palabras al elegir d¨®nde iba a pasar la ma?ana del martes mientras el Congreso debat¨ªa la moci¨®n de censura presentada por los ultras. El l¨ªder del PP se fue a la Embajada de Suecia en Madrid mientras trataba de ponerse de perfil ante la iniciativa parlamentaria del partido de Santiago Abascal. Sus competidores en la derecha no tardaron en reprocharle que, mientras su l¨ªder defend¨ªa a una censura contra el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, Feij¨®o estaba ¡°haci¨¦ndose el sueco e hinch¨¢ndose a canap¨¦s¡± en la legaci¨®n diplom¨¢tica del pa¨ªs escandinavo. El pol¨ªtico gallego quer¨ªa pasar desapercibido y guard¨® silencio durante toda la jornada, pero su nombre reson¨® una y otra vez en el Parlamento, sobre todo citado por el l¨ªder de Vox, que puso las cartas sobre la mesa. Ante los intentos del PP de desmarcarse de la moci¨®n de censura y de la extrema derecha, Abascal record¨® a Feij¨®o que lo necesitar¨¢ como socio, seg¨²n el escenario que dibujan todas las encuestas. ¡°Entend¨¢monos ma?ana para ofrecer a los espa?oles una alternativa s¨®lida¡±, exhort¨® el l¨ªder de los ultras al silente presidente del PP.
En principio y salvo sorpresa, la apelaci¨®n de Abascal a Feij¨®o para pactar un Gobierno conjunto quedar¨¢ sin respuesta. La portavoz popular, Cuca Gamarra, no prev¨¦ contestarla este mi¨¦rcoles en el debate, seg¨²n fuentes de G¨¦nova, que argumentan que tampoco es necesario un desmarque ideol¨®gico de Vox, a pesar de las cr¨ªticas del presidente del Gobierno al PP por lo que entiende como condescendencia de los populares con la extrema derecha. La c¨²pula del PP asegura que no le preocupan esas invectivas porque no calan. Y, a diferencia del beligerante discurso de Pablo Casado contra Abascal en la anterior moci¨®n de censura de Vox¨Ddel que se acordaron el martes el l¨ªder de Vox y Pedro S¨¢nchez¨D, Gamarra se limitar¨¢ a cargar contra el Gobierno y contra el instrumento elegido por los ultras. Ser¨¢ cr¨ªtica con la forma elegida por la extrema derecha, pero no con el fondo. ¡°Esta no es nuestra fiesta¡±, arguyen en el PP.
Feij¨®o eligi¨® la incomparecencia en la moci¨®n, seg¨²n la tesis de que ¡°cuando el rival se equivoca, no hay que buscar el foco¡±, esgrimen en su equipo. Es la estrategia del PP en las ¨²ltimas semanas, ni siquiera espec¨ªfica para la iniciativa de Vox: Feij¨®o est¨¢ de perfil bajo, ya sea en ¨¦poca de turbulencias para el Gobierno o ante el debate propiciado por la extrema derecha, tambi¨¦n tratando de evitar los errores que lastraron su imagen en su salto a la pol¨ªtica nacional. A lo Mariano Rajoy.
El PP cree que la moci¨®n de censura va a desgastar a Vox, pero no mucho, porque en G¨¦nova saben que los ultras tienen un suelo electoral s¨®lido, de en torno a entre un 12% o un 15% de intenci¨®n de voto. En cambio, en el partido de Feij¨®o reconocen que la iniciativa favorece a Pedro S¨¢nchez. ¡°La moci¨®n es una cortina de humo, al Gobierno le ha venido muy bien¡±, admiten fuentes populares. ¡°Qu¨¦ desastre de moci¨®n, menuda plataforma le han dado a S¨¢nchez gratuitamente¡±, se lamentaba un dirigente. ¡°Tamames no es un candidato de verdad, no es cre¨ªble. Su discurso fue una conferencia¡ cualquiera que lo viera no entend¨ªa qu¨¦ pintaba all¨ª¡±.
La direcci¨®n de Feij¨®o quiso desmarcarse del ¡°l¨ªo entre el PSOE y Vox¡± y acus¨® a ambos partidos de forma equidistante de la moci¨®n de censura auspiciada por la extrema derecha. ¡°Los problemas que tienen los espa?oles requieren una altura de miras y una generosidad que se aleja mucho de los intereses partidistas que han motivado la celebraci¨®n de esta moci¨®n por parte de quien la ha presentado y de quien la ha alentado: Vox y PSOE; dos partidos que se necesitan ante la pujanza demosc¨®pica de un PP que gana votos a derecha e izquierda¡±, esgrimieron fuentes oficiales del PP. Sin embargo, Abascal record¨® a Feij¨®o que la fiesta tambi¨¦n va con ¨¦l, a pesar de su intento de hacerse el sueco.
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