El peor precedente para la batalla nacional

El PSOE se desangr¨® este domingo con una colosal p¨¦rdida de gobiernos municipales y auton¨®micos tras una campa?a dominada por el ruido y la confusi¨®n. Sus posibilidades de repetir el ¨¦xito de 2019 eran remotas: sac¨® 1,6 millones de votos al peor PP de los ¨²ltimos 20 a?os. La desaparici¨®n de Ciudadanos ¡ªconsumada en estas elecciones¡ª dejaba ese capital electoral ¡ª1,9 millones de votos¡ª en manos del PP. Sumar ese bot¨ªn permite ahora al partido conservador derrotar al PSOE. Si se analiza el resultado global del 28-M como una primera vuelta de la partida nacional, los socialistas parten con una desventaja evidente (760.000 votos menos que el PP), aunque mantienen un porcentaje de voto (28%) levemente inferior al de cuatro a?os antes en los comicios municipales (29%) pero similar al de las ¨²ltimas elecciones generales. Si se atiende a los efectos pr¨¢cticos de esos resultados, la depresi¨®n socialista es mayor: han perdido las alcald¨ªas de grandes ciudades (Sevilla, Valencia, Zaragoza o Valladolid) y, sobre todo, dejar¨¢n de gobernar en al menos seis autonom¨ªas (Comunidad Valenciana, Extremadura, Arag¨®n, La Rioja, Cantabria y Baleares).

El resultado de las elecciones municipales celebradas en Espa?a durante los ¨²ltimos 40 a?os de democracia ha anticipado los cambios en el Gobierno de la naci¨®n. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar lleg¨® al poder en 1996. Solo un a?o antes, el PP fue el partido m¨¢s votado en los comicios locales. El socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero alcanz¨® el Gobierno en su primer intento de 2004; el PSOE recuper¨® un a?o antes la hegemon¨ªa municipal. Mariano Rajoy fue presidente al tercer intento (2011), solo unos meses antes su partido logr¨® sacar 2,2 millones de votos al PSOE en las elecciones municipales.

Un ministro miraba hace varios meses estos precedentes electorales con una cierta esperanza ante la convocatoria del 28-M: ¡°Nuestros datos nos dicen que estamos en condiciones de ganar o empatar con el PP en el resultado global de las elecciones municipales, donde la gesti¨®n es lo principal y nuestros alcaldes lo han hecho bien. Si eso es as¨ª, significa que hay partido y podemos conservar el Gobierno de la naci¨®n¡±. Esa teor¨ªa, aplicada a los resultados registrados ayer, deja al PSOE con escasas posibilidades de revalidar el Ejecutivo central solo cinco a?os despu¨¦s de recuperarlo. Aunque la distancia en n¨²mero de votos es inferior a la que el PSOE obtuvo hace solo cuatro a?os respecto al PP, la desventaja en poder institucional es colosal. La dispersi¨®n del voto en varias candidaturas a la izquierda del PSOE ha terminado por apuntalar la derrota m¨¢s dolorosa para la formaci¨®n de Pedro S¨¢nchez, cuya especial implicaci¨®n en esta campa?a le convierte en uno de los principales perdedores del 28-M.

Una campa?a electoral donde el ruido nacional ocult¨® los debates y las promesas de los candidatos ha dejado al PSOE en una situaci¨®n desesperada. Los anuncios de inversiones sociales milmillonarias que hizo el presidente del Gobierno durante la precampa?a y la campa?a se difuminaron como humo en el aire frente al estruendo provocado por el esc¨¢ndalo de la inclusi¨®n en las listas de Bildu de condenados por terrorismo o de las tres operaciones policiales contra el fraude del voto por correo que salpicaban al PSOE de mitin a mitin. Un dirigente socialista se lamentaba as¨ª el ¨²ltimo d¨ªa de campa?a: ¡°Hemos demostrado que sabemos ganar elecciones, que sabemos gobernar porque Espa?a ha salido de las peores adversidades de estos cuatro a?os con un potente escudo social y m¨¢s empleo que nunca... pero no sabemos mandar¡±.