?Qui¨¦n vigila la fiesta en Espa?a?

El humo, las llamas y el impacto del derrumbe de las estructuras afectadas por el fuego provocaron la muerte de las 13 personas hace una semana en la discoteca Fonda Milagros de Murcia. Ese fue el origen de la causa m¨¦dica de las muertes pero el germen, el motivo primario, fue otro. El recinto no era, administrativamente, legal. Ni ese ni el contiguo, la discoteca Teatre, que tambi¨¦n fue devorado por el incendio.

Los empresarios y la administraci¨®n han estado toda la semana cruz¨¢ndose acusaciones. Unos ten¨ªan que cumplir unas normas que no cumplieron y otros deber¨ªan haber hecho cumplir esas mismas leyes. Porque es la Administraci¨®n, fundamentalmente los ayuntamientos, la encargada de velar por los ciudadanos y de vigilar que la fiesta en Espa?a transcurra en lugares seguros y con las medidas preceptivas. El padre de una de las v¨ªctimas de Murcia, Jairo Correa, lo resumi¨® en una frase: ¡°Mi hija sali¨® de fiesta, no a morir¡±. La justicia ser¨¢ la que dirima qui¨¦nes son culpables y qui¨¦nes responsables.

La Regi¨®n de Murcia es la ¨²nica autonom¨ªa, al margen de Ceuta y Melilla, que no ha legislado sobre espect¨¢culos y actividades clasificadas, nomenclatura bajo la que se regulan las discotecas. As¨ª, toma como base legal un texto del 82, un real decreto dictado hace m¨¢s de 40 a?os. Al margen de este, existe otra norma regional sobre protecci¨®n ambiental que hace referencia a temas como el ruido y que parchea la carencia, tal como se?ala el texto aprobado en 2009, de una ley particular: ¡°En tanto se apruebe la ley reguladora de los espect¨¢culos y actividades recreativas de la Regi¨®n de Murcia (...) por razones de inter¨¦s p¨²blico basadas en la seguridad ciudadana y la protecci¨®n del medio ambiente¡±. El Gobierno regional no ha hecho sus deberes sobre una competencia que tiene delegada desde 1992.

La Asociaci¨®n de Consumidores y Usuarios en Red de Murcia, Consumur, ya alert¨® sobre ello y califica de ¡°urgente¡± la necesidad de contar con una normativa concreta, tal como hace el resto de comunidades, y rigurosa, puesto que se trata de preservar vidas. Su presidente, Roberto Barcel¨®, sostiene que este vac¨ªo supone no tener un r¨¦gimen sancionador que, en otros territorios, funciona como medida coercitiva intermedia y previa al cierre de establecimientos. Barcel¨® no defiende ni justifica esa capacidad de maniobra pero es realista al afirmar que cerrar locales es una medida muy poco popular y que existe ¡°mucha laxitud¡± en el cumplimiento de la ley. El hecho de que m¨¢s de una decena de ayuntamientos se hayan puesto a revisar si sus locales de ocio est¨¢n en regla es buena muestra de ello. En la ciudad de Murcia, hab¨ªa, adem¨¢s de las incendiadas, al menos otros cuatro establecimientos funcionando fuera de la norma.

El asesor, formador, director de Seguridad y experto en la materia Ra¨²l Valera destaca no solo la coctelera jur¨ªdica que existe en Espa?a ¡ªpor las distintas normas auton¨®micas que dificultan enormemente, por ejemplo, la producci¨®n de una gira¡ª sino la legislaci¨®n en caliente. En 1983 murieron 81 personas en el incendio de la discoteca Alcal¨¢ 20 despu¨¦s de arder las cortinas del escenario, lo que impuls¨® cambios para que en la actualidad todos los materiales de este tipo de locales hayan de ser ign¨ªfugos. La tragedia del Madrid Arena, en 2013, provoc¨® una reforma legal sobre el aumento de las sanciones y la muerte de 43 personas en la discoteca Flying de Zaragoza, en 1990, llev¨® a que el Ayuntamiento cambiara la ordenanza municipal de protecci¨®n contra incendios y la convirtiera en una de las m¨¢s restrictivas de Espa?a.

Sin embargo, unas leyes precisas, espec¨ªficas, actualizadas y estrictas no son suficientes. Tanto Valera, desde su experiencia en seguridad, como Barcel¨®, en su defensa de los usuarios, ponen el foco en la falta de cultura de la prevenci¨®n y en la d¨¦bil voluntad para hacer cumplir la ley. Ni la mejor norma es infalible si no se cumple y esa capacidad solo est¨¢ en manos de la administraci¨®n. Son los ayuntamientos los encargados de que locales de ocio y discotecas cumplan las normas y, en caso contrario, disponer ¨®rdenes de cierre. Para ello disponen de inspectores que son quienes han de verificar dicho cumplimiento. El exconcejal responsable de Urbanismo de Murcia Andr¨¦s Guerrero explic¨® que puede haber ¡°muchas variables¡±, incluido que el inspector acuda al local en un momento en el que este est¨¦ cerrado. En cualquier caso, se?al¨® que el inspector debe comparece en el establecimiento y en el caso de las discotecas incendiadas, no lo hizo. Se puso en contacto con la empresa que aleg¨® un proceso de legalizaci¨®n, que no revocaba la orden de cierre, y ah¨ª acab¨® el tr¨¢mite administrativo. El modo de operar habitual les permite adem¨¢s acudir a la polic¨ªa local para que se produzca el precinto y cierre del local.

¡°No hab¨ªa denuncias sobre la apertura del local¡±, aleg¨® por su parte el actual responsable del urbanismo murciano, Antonio Navarro. ¡°Hasta qu¨¦ punto los ciudadanos debemos de convertirnos en inspectores y asumir unas competencias que les corresponden a las administraciones p¨²blicas, que tienen la responsabilidad y la obligaci¨®n de velar por los intereses de todos los ciudadanos, por su seguridad¡±, apunta el presidente del colectivo de consumidores Consumur.

Ante una administraci¨®n en la que las inspecciones no siempre funcionan como deber¨ªan, la vista se fija en el empresario. ¡°El ¨²nico responsable del incendio es el empresario¡±, lleg¨® a decir el exconcejal de urbanismo del Ayuntamiento de Murcia, Andr¨¦s Guerrero, bajo cuyo mandato se firm¨® la orden de cierre. El alcalde, Jos¨¦ Ballesta, hab¨ªa afirmado horas antes: ¡°Todo esto se va a aclarar hasta sus ¨²ltimas consecuencias, caiga quien caiga, sea p¨²blico o privado¡±: Por su parte, los abogados de los empresarios de los locales incendiados han se?alado al ayuntamiento por admitir, t¨¢citamente, el funcionamiento de unas discotecas pese a que no ten¨ªan licencia.

¡°?Con qu¨¦ tranquilidad va a salir un ciudadano a un recinto o un local con esta inseguridad de si se cumplen o no los requisitos legales?, se pregunta el presidente de la asociaci¨®n de consumidores Consumur. ¡°Hay empresarios y empresarios¡±, responde Joaquim Boadas, secretario general de International Nightlife Association, un colectivo de empresarios que hace especial hincapi¨¦ en las medidas de seguridad de sus locales asociados. Al margen de todas las medidas que estipulan las distintas normativas, los establecimientos que forman parte de esta red han de tener detector de metales, c¨¢maras de vigilancia y un alcohol¨ªmetro en la salida. ¡°Los requisitos tienen un porqu¨¦ que, en algunos casos, vienen marcados por est¨¢ndares internacionales¡±, sostiene Boadas. En el caso del alcohol¨ªmetro, por ejemplo, se debe a que en Francia y M¨¦xico si existe un accidente con alcoholemia se puede pedir responsabilidades a los propietarios del local en que el que haya estado el conductor. La asociaci¨®n, que agrupa a empresarios de todo el mundo, apuesta por tener un registro que permita que cualquier ciudadano pueda saber qu¨¦ lugares de ocio son perfectamente seguros en cualquier lugar del mundo. Boadas admite que todo ello tiene un coste y que en Espa?a apenas hay 500 locales asociados de los cerca de 25.000 existentes.