M¨¢laga se llena de cruceristas
El puerto de la ciudad prev¨¦ un a?o r¨¦cord de cruceros y el sector tur¨ªstico lo celebra, pero aboga por la planificaci¨®n en las escalas para evitar la masificaci¨®n en el centro
En la plaza del Obispo, frente a la catedral de M¨¢laga, hay una gu¨ªa que explica las caracter¨ªsticas del templo en un discurso marcado a fuego a base de repetirlo a diario. Tiene delante un grupo de brit¨¢nicos que viaja a bordo del Carnival Freedom, crucero de casi 300 metros de eslora que los espera atracado en el puerto. Antes de volver a ¨¦l, los visitantes pasan por el teatro romano, cerca de la alcazaba, donde hay m¨¢s cruceristas, estos del ...
En la plaza del Obispo, frente a la catedral de M¨¢laga, hay una gu¨ªa que explica las caracter¨ªsticas del templo en un discurso marcado a fuego a base de repetirlo a diario. Tiene delante un grupo de brit¨¢nicos que viaja a bordo del Carnival Freedom, crucero de casi 300 metros de eslora que los espera atracado en el puerto. Antes de volver a ¨¦l, los visitantes pasan por el teatro romano, cerca de la alcazaba, donde hay m¨¢s cruceristas, estos del Celebrity Infinity, otro enorme barco. En calle de Alcazabilla, se cruzan con dos grupos de j¨®venes europeos de viaje, alumnado de un instituto de visita cultural, una manifestaci¨®n a favor de Palestina y cientos de turistas.
Todos se estrujan en los pocos metros para caminar que les dejan dos generadores y una carpa instalada para celebrar el vig¨¦simo aniversario del Museo Picasso M¨¢laga. ¡°Hay much¨ªsima gente, nos ha sorprendido¡±, dicen John y Elisabeth, pareja que pasa unos d¨ªas de vacaciones en Andaluc¨ªa. El pasado viernes, atacaron cinco cruceros en el puerto con 11.000 pasajeros a bordo, solo un d¨ªa despu¨¦s de que cuatro m¨¢s arribar¨¢n con 9.000 turistas. Y, el s¨¢bado, siete m¨¢s. Se espera la llegada de medio centenar solo en noviembre.
La escena corresponde al jueves pasado, pero se repite en numerosas ocasiones en el centro de M¨¢laga. Aquel d¨ªa coincid¨ªan dos cruceros que sumaban unos 6.500 pasajeros, cifra que tampoco es ya rara. Son parte de los 530.000 que la Autoridad Portuaria malague?a prev¨¦ pasar¨¢n por la ciudad a lo largo de 2023, el mejor dato hist¨®rico a excepci¨®n de 2010-2012 (entonces la naviera Royal Caribbean estableci¨® la ciudad como puerto base y se alcanzaron m¨¢s de 600.000 viajeros cada a?o). En noviembre llegaron a coincidir hasta siete grandes barcos con m¨¢s de 11.000 personas.
La estad¨ªstica dice que solo la mitad de los pasajeros baja de ellos, pero en esos d¨ªas el centro, ya masificado ante la enorme cantidad de pisos tur¨ªsticos y hoteles, bulle en cualquier rinc¨®n. Dar un paseo es entonces complejo, no hay hueco en las terrazas de bares y restaurantes y en el mercado de Atarazanas no cabe un alfiler. El entorno de los monumentos es un hervidero constante. ¡°El mayor inconveniente es cuando los grupos se agolpan en una calle bloqueando el paso o van en bici circulando en manada y generando peligro. Tambi¨¦n cuando los gu¨ªas van con meg¨¢fono generando mucho ruido¡±, afirma Carlos Carrera, presidente de la asociaci¨®n de vecinos Centro Antiguo que, eso s¨ª, admite que no siempre es f¨¢cil saber si estos visitantes proceden de un crucero o no.
El impacto de los cruceros ha crecido, no solo porque hay ahora m¨¢s cruceristas, tambi¨¦n porque la mayor¨ªa de los pasajeros que desciende del barco se queda en la capital. Seg¨²n los datos del puerto malague?o, hace unos a?os el 70% de quienes planeaba una visita durante la parada en M¨¢laga iba a otros destinos como Granada, Ronda o Antequera, y solo el 30% permanec¨ªa en la ciudad. Ahora las cifras se han invertido. Y su gasto ha aumentado gracias al crecimiento de los denominados cruceristas premium, m¨¢s ligados al lujo y que se dejan entre 120 y 150 euros en su visita, frente a los entre 40 y 60 euros del crucerista promedio.
Sectores como el comercio o la restauraci¨®n celebran esos n¨²meros y el incremento de las visitas expr¨¦s. ¡°Para la hosteler¨ªa vender es siempre buena noticia¡±, se?ala la Asociaci¨®n de Hosteleros de M¨¢laga. Otros, como los transportes, la limpieza o el ocio, tienen m¨¢s problemas: no siempre son capaces de absorber una demanda tan intensa en tan poco tiempo.
¡°Si coinciden 10.000 a la vez, inevitablemente se ven¡±, afirma Carlos Rubio, presidente de la Autoridad Portuaria de M¨¢laga. ¡°Pero no son los cruceros los que saturan: cualquier d¨ªa sin ellos la ciudad tambi¨¦n est¨¢ hasta arriba¡±, afirma. No cree necesario limitar el n¨²mero de barcos en el puerto malague?o ¡ªcomo hace Baleares desde 2022, adem¨¢s de otras ciudades europeas¡ª porque asegura que las instalaciones ¡ªdos terminales para grandes cruceros y otra, a un paso del centro, para los de lujo¡ª est¨¢n preparadas para recibir un mill¨®n de visitantes anuales, el doble que en la actualidad. ¡°Adem¨¢s, tenemos nuestras limitaciones: pueden coincidir tres o cuatro cruceros grandes como mucho, por la propia capacidad f¨ªsica del puerto, no m¨¢s¡±, destaca el responsable.
Las escalas suponen alrededor del 25% de los ingresos portuarios: cada barco paga seg¨²n su tama?o y las horas de atraque. ¡°Un recorte quitar¨ªa tambi¨¦n esa fuente de financiaci¨®n¡±, insiste Jacobo Florido, concejal de Turismo en el Ayuntamiento de M¨¢laga, que subraya que cuando hay ¡°avalancha¡± de cruceristas tambi¨¦n hay refuerzos de sectores como el turismo o la limpieza.
¡°Si llegan 10 barcos a la vez, pues genera un problema, pero es algo muy puntual y tampoco es nuestra competencia limitarlos¡±, a?ade Florido, que explica que el objetivo municipal es que M¨¢laga se convierta en puerto base de las navieras porque ello genera m¨¢s ingresos para la ciudad y tambi¨¦n se muestra partidario de que los barcos ¡°lleguen escalonados¡± al puerto.
Lo importante es ¡°planificar¡±
¡°El problema del turismo es que se desarrolla en el espacio p¨²blico y se comercializa por lo privado, que lo que quiere es vender¡±, afirma Antonio Guevara, decano de la facultad de Turismo de la Universidad de M¨¢laga, que cree que la capital ¡ªcomo cualquier otra ciudad¡ª tiene una capacidad de carga l¨ªmite que, si se supera, acaba por afectar al d¨ªa a d¨ªa de sus habitantes. Habla de sostenibilidad tur¨ªstica en t¨¦rminos medioambientales, pero tambi¨¦n los que influyen en la vida cotidiana de los residentes, para que no acaben hartos de los turistas porque les generen m¨¢s inconvenientes que ventajas.
¡°No se debe permitir que vengan todos los cruceros a la vez¡±, insiste el especialista, que reconoce que, cuando coinciden varios barcos, ¡°el centro parece una manifestaci¨®n¡±. ¡°Lo importante es planificar, que vengan separados, pactar entre todas las partes¡±, insiste. ¡°La demanda fuerte en un solo momento no es buena para nadie¡±, coincide Sergio Garrido, presidente de APIT, la asociaci¨®n profesional de gu¨ªas tur¨ªsticos en M¨¢laga, que atiende al 90% de los cruceristas que llegan a ella gracias a sus 250 asociados. La mayor¨ªa son aut¨®nomos.
Garrido sostiene que trata de evitar al m¨¢ximo posible las aglomeraciones y repartir los grupos en distintos horarios por diferentes espacios: ya sea la alcazaba, la catedral o el museo Picasso, los tres espacios m¨¢s solicitados, en el ¨²ltimo caso limitado por su aforo ¡°que condiciona el acceso¡±, como explica su gerente, Guillermo Peir¨®.
A veces la distribuci¨®n es imposible. Los turoperadores suelen avisar de sus escalas con un a?o de antelaci¨®n a los gu¨ªas, pero hay momentos en los que les piden cien profesionales de un d¨ªa para otro. En sus manos s¨ª est¨¢ evitar ruidos, de ah¨ª que el reglamento de la asociaci¨®n obligue al uso de radio gu¨ªas, de tal manera que los turistas escuchan las palabras de sus cicerones a trav¨¦s de auriculares.
¡°El Ayuntamiento deber¨ªa prohibir los altavoces para minimizar el impacto ac¨²stico¡±, afirma quien cree que el turismo de cruceros tiene inconvenientes ¡ªrecalca la gran contaminaci¨®n que genera este medio de transporte¡ª pero que en general ¡°es positivo¡± para la ciudad.
La masificaci¨®n, ¡°un problema de toda Europa¡±, no le preocupa porque, dice, la temporada alta de escalas es primavera y oto?o, cuando las llegadas por otras v¨ªas bajan. ¡°En Navidad o feria es cuando realmente no se puede caminar por el centro¡±, afirma antes de concluir con una paradoja: ¡°Queremos turismo de calidad, pero tampoco podemos decirle al turismo general que no venga¡±.