El portavoz parlamentario de Feij¨®o incendia las reuniones del Congreso
Miguel Tellado lleva su actitud agresiva hasta a los debates internos y exaspera a los dem¨¢s grupos
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, un veterano tras 20 a?os en la casa y varios premios de los periodistas parlamentarios por su habilidad y talante, aparece en un pasillo de la C¨¢mara baja con aspecto agobiado y molesto. Farfulla unas quejas y no se detiene. Es martes de mediados de enero y viene de la reuni¨®n semanal de la Junta de Portavoces, el ¨®rgano en el que, junto a la M...
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, un veterano tras 20 a?os en la casa y varios premios de los periodistas parlamentarios por su habilidad y talante, aparece en un pasillo de la C¨¢mara baja con aspecto agobiado y molesto. Farfulla unas quejas y no se detiene. Es martes de mediados de enero y viene de la reuni¨®n semanal de la Junta de Portavoces, el ¨®rgano en el que, junto a la Mesa, se toman las decisiones sobre organizaci¨®n y calendario. Esteban acaba de dejar la reuni¨®n antes de tiempo, harto de las largas intervenciones del nuevo portavoz del PP, Miguel Tellado. Ya es la segunda semana consecutiva que lo hace. El tono de Tellado, las descalificaciones a sus oponentes en reuniones con un cariz en teor¨ªa m¨¢s t¨¦cnico que pol¨ªtico, no solo han acabado con la paciencia de Esteban. Todos los dem¨¢s grupos parlamentarios, a excepci¨®n de Vox, se confiesan exasperados por la actitud del fiel colaborador de Alberto N¨²?ez Feij¨®o.
En la Junta de Portavoces del Congreso se fijan las comparecencias de los miembros del Gobierno y se agendan los asuntos a debatir en los plenos y comisiones, despu¨¦s de que la Mesa haya supervisado y admitido las iniciativas. Lo normal era que cada portavoz se manifestase brevemente y no durasen mucho m¨¢s de media hora. Hasta que a finales de noviembre lleg¨® Tellado para sustituir a Cuca Gamarra como portavoz del PP. Desde entonces se han producido quejas y choques por la actitud, el tono y la duraci¨®n de las exposiciones de Tellado, como ha ratificado EL PA?S con representantes de los partidos presentes. El propio portavoz socialista, Patxi L¨®pez, sin entrar en m¨¢s detalles, ha llegado a confesar p¨²blicamente: ¡°Echamos de menos a Cuca Gamarra¡±.
Tellado, seg¨²n versiones coincidentes de los dem¨¢s grupos, se dedica a pronunciar lo que califican como ¡°m¨ªtines¡± de hasta 15 minutos. En un foro a puerta cerrada, sin p¨²blico ni periodistas, el portavoz del PP esgrime sus argumentarios pol¨ªticos para arremeter contra el Gobierno y sus socios en un tono que todas las fuentes describen como muy agresivo y sobre asuntos que ni siquiera figuran en el orden del d¨ªa. Los portavoces de los dem¨¢s grupos se declaran perplejos y aseguran que nunca hab¨ªa sucedido nada igual: emplear en una reuni¨®n interna los mismos discursos y ataques pol¨ªticos que se utilizan para el combate p¨²blico.
Presentes en esas reuniones describen actitudes como cuando Tellado descalific¨® a la portavoz de Sumar, Marta Lois, dici¨¦ndole que ¡°ya su partido la va a dispensar dentro de poco¡±. Tanta es la irritaci¨®n que ha sembrado que en una reuni¨®n reciente la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, plante¨® si no ser¨ªa necesario tasar los tiempos de intervenci¨®n al igual que en los debates p¨²blicos. Algunos de los portavoces consultados aseguran que han advertido muestras de incomodidad en otros miembros del PP presentes en las reuniones ante la actitud tan beligerante de su portavoz.
Todos los contactados por EL PA?S resaltan que los peores ataques de Tellado se los lleva la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, una de las dianas preferidas del PP en su estrategia de socavar la legitimidad de una C¨¢mara donde se encuentra en minor¨ªa. Tellado, seg¨²n varios de los presentes, descalifica habitualmente como ¡°chapuzas¡± y en tono despectivo actuaciones de Armengol, sean estas la decisi¨®n de introducir traductores y pinganillos para el uso de las lenguas cooficiales en plenos y comisiones, los problemas para ejecutar los contratos que lo permitan, la elecci¨®n de una persona de su confianza como letrado mayor de las Cortes o el traslado al Senado de algunos debates por obras en el hemiciclo.
En p¨²blico, el portavoz del PP ha tachado a la presidenta de ¡°ministra 23 del Gobierno¡± de Pedro S¨¢nchez y de ¡°¨¢rbitro comprado¡±. La ha acusado de ocultar durante d¨ªas un informe de los letrados de la Comisi¨®n de Justicia que plantea dudas sobre la constitucionalidad de la proposici¨®n de ley de amnist¨ªa. La propia letrada que suscribi¨® ese documento aclar¨® ante la comisi¨®n que esa acusaci¨®n era falsa. Tellado compareci¨® ante la prensa tras esa rectificaci¨®n, aunque para endurecer sus arremetidas contra Armengol. Es m¨¢s, quiso plantear el tema en una Junta de Portavoces convocada el jueves sin la presencia de Armengol, de baja por enfermedad, hasta que el vicepresidente primero, el socialista Alfonso Rodr¨ªguez G¨®mez de Celis, se lo impidi¨® alegando que el asunto no figuraba en el orden del d¨ªa.
La presidenta ha declinado hacer comentarios sobre lo que sucede en las reuniones internas de la C¨¢mara. Fuentes parlamentarias indicaron que hace semanas Armengol pidi¨® a Tellado mantener un encuentro personal, sin respuesta hasta ahora.
Fuentes del PP manifiestan que los dem¨¢s grupos intentan acallarlo y esgrimen como ejemplos la actuaci¨®n de G¨®mez de Celis en la ¨²ltima Junta de Portavoces o la sugerencia de la portavoz de EH Bildu de tasar los tiempos de intervenci¨®n. ¡°El PP no va a dejar de denunciar en todas las instituciones donde tenga representaci¨®n, especialmente en el Congreso de los Diputados, las cesiones de Pedro S¨¢nchez al independentismo, como es el caso de la ley de amnist¨ªa¡±, responden las mismas fuentes al ser interpeladas por las quejas sobre el comportamiento de su portavoz. Tellado, a?aden, ¡°seguir¨¢ pidiendo cumplidas explicaciones cada vez que la presidenta siga retorciendo o manipulando el Reglamento de la C¨¢mara para remar a favor del Gobierno y someter al Congreso a los dictados del presidente¡±.