El caos de los solicitantes de asilo en Barajas cumple un mes sin soluci¨®n a la vista
Espa?a impone visado de tr¨¢nsito a los kenianos con el fin de frenar el flujo de cientos de refugiados somal¨ªes que entraron con pasaportes de este pa¨ªs. El juez impide ahora ingresar a los peticionarios en el centro de internamiento
Hace justo un mes que tres jueces requirieron al Ministerio del Interior y a la Polic¨ªa Nacional que adoptaran ¡°con car¨¢cter urgente¡± medidas que pusieran fin al ¡°hacinamiento¡± que sufr¨ªan 250 solicitantes de asilo ¨Dentre los que hab¨ªa 19 menores¨D que permanec¨ªan retenidos en diferentes salas del aeropuerto de Barajas (Madrid). Lejos de resolverse, el caos en la gesti¨®n del asilo en Barajas se ha convertido en un probl...
Hace justo un mes que tres jueces requirieron al Ministerio del Interior y a la Polic¨ªa Nacional que adoptaran ¡°con car¨¢cter urgente¡± medidas que pusieran fin al ¡°hacinamiento¡± que sufr¨ªan 250 solicitantes de asilo ¨Dentre los que hab¨ªa 19 menores¨D que permanec¨ªan retenidos en diferentes salas del aeropuerto de Barajas (Madrid). Lejos de resolverse, el caos en la gesti¨®n del asilo en Barajas se ha convertido en un problema para el ministro Fernando Grande-Marlaska. Lo que era una v¨ªa marginal para pedir protecci¨®n en Espa?a ha pasado a ser en pocos meses un recurso que est¨¢n explorando cientos de personas, de cada vez m¨¢s nacionalidades. Solo del 1 de diciembre hasta el 15 de enero, se tramitaron en el aer¨®dromo madrile?o 847 solicitudes de protecci¨®n internacional, un n¨²mero inaudito. Y no hay soluci¨®n a la vista.
De momento, Espa?a impone desde el s¨¢bado un visado de tr¨¢nsito a los ciudadanos con pasaporte de Kenia. Es una manera de intentar frenar la constante llegada de somal¨ªes que hac¨ªan escala en Espa?a y ped¨ªan asilo con documentaci¨®n de ese pa¨ªs. Al exigirse este requisito que solo permite transitar por la zona internacional de los aeropuertos, donde se puede pedir el asilo, el filtro se endurece y el viajero que quiere hacer escala en Espa?a est¨¢ obligado a cumplir una serie de tr¨¢mites. Pero esto no soluciona el problema. En las ¨²ltimas semanas, ha destacado el n¨²mero de senegaleses y marroqu¨ªes que tambi¨¦n est¨¢n utilizando esta v¨ªa. El ministro del Interior dijo el viernes en su visita a Rabat que se estudiar¨ªa qu¨¦ medidas tomar respecto a los visados de tr¨¢nsito, algo que compete al Ministerio de Asuntos Exteriores. ¡°Si hay que introducir visados de tr¨¢nsito, se introducir¨¢n en su forma debida para evitar estas utilizaciones¡±, declar¨®. No est¨¢ claro que vaya a hacerse: Espa?a tiene estrechas relaciones con ambos pa¨ªses, y eso dificulta que se imponga a sus ciudadanos este requisito para hacer escala en aeropuertos espa?oles. Fuentes de Interior, de hecho, descartan que se vaya a pedir, al menos, para los marroqu¨ªes.
La constante llegada de viajeros que han aprovechado su escala en Madrid para pedir asilo ha provocado recurrentes escenas de hacinamiento en las tres salas del aeropuerto que est¨¢n destinadas para alojar a este perfil, mientras se estudia si se admite a tr¨¢mite o no su solicitud. Las condiciones de insalubridad de estos espacios han provocado las denuncias de sindicatos policiales, como el Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP), y los v¨ªdeos que han trascendido han mostrado suciedad, aglomeraciones y chinches en espacios donde tambi¨¦n conviven menores de edad. En lo ¨²ltimos d¨ªas, Interior ha acabado asumiendo las labores de limpieza y desinfecci¨®n. A las condiciones de alojamiento se sumaron adem¨¢s dos fugas hace dos fines de semana: al menos 26 personas, todas marroqu¨ªes, seg¨²n fuentes policiales, se escaparon de las salas del aeropuerto. Llevaban, al menos, 20 d¨ªas esperando una respuesta a su solicitud. De la mayor¨ªa de ellas no se tiene noticia.
Para aliviar la congesti¨®n, el Ministerio del Interior pidi¨® autorizaci¨®n a un juez para trasladar a medio centenar de los solicitantes de asilo al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE), el lugar en el que se encierra a los inmigrantes antes de su devoluci¨®n a sus pa¨ªses de origen. El juez acept¨® el traslado el martes, pero la Fiscal¨ªa pidi¨® la nulidad del auto judicial dos d¨ªas despu¨¦s. ¡°No es posible, con car¨¢cter general, acordar el internamiento en el CIE de personas solicitantes de asilo¡±, mantuvo la fiscal. El ministerio p¨²blico entendi¨® que la condici¨®n de solicitantes de asilo no puede equipararse a la de extranjeros en situaci¨®n irregular y que, por tanto, un centro de internamiento no era el lugar adecuado para alojarlos. Y el juez revoc¨® su propia decisi¨®n. ¡°Este juzgado carece de competencia para decidir sobre la dependencia en que los solicitantes de asilo han de esperar la resoluci¨®n de su solicitud¡±, mantiene en el nuevo auto. Seg¨²n fuentes presentes en el aeropuerto, el viernes permanec¨ªan all¨ª unas 300 personas.
Aunque se ha reforzado el personal de polic¨ªa dedicado a las entrevistas, la falta de agentes para asumir tal volumen de peticiones est¨¢ dilatando los plazos hasta el punto de que las esperas, que deber¨ªan ser de entre 4 y 14 d¨ªas, acaban llegando al mes. El aeropuerto ha concentrado ahora todos los focos, pero el sistema de asilo espa?ol lleva a?os al borde del colapso. Solo en 2023, 166.220 personas pidieron asilo, la inmensa mayor¨ªa de ellas dentro ya del territorio espa?ol. Son sobre todo venezolanos, colombianos y peruanos que entran en Espa?a como turistas. Los refuerzos que el ministerio ha dedicado a la Oficina de Asilo y Refugio no han sido suficientes para gestionar con celeridad los expedientes y garantizar que los interesados puedan acceder al procedimiento: las demoras en la resoluci¨®n pueden llegar a los dos a?os (cuando no deber¨ªan superar los seis meses), y conseguir una cita en una comisar¨ªa para solicitar protecci¨®n es una tarea herc¨²lea.
El escenario actual en Barajas se ven¨ªa cocinando hace meses. Ya en verano, como revel¨® EL PA?S, saltaron las alertas por el alto n¨²mero de personas con pasaporte de Kenia que aparec¨ªan en Barajas pidiendo asilo. En realidad, no eran kenianos, sino refugiados somal¨ªes, que con pasaportes comprados por unos cientos de euros, tomaban un avi¨®n para poder viajar a Latinoam¨¦rica con escala en Espa?a. Al llegar a Madrid, o al ser devueltos en su destino, se dirig¨ªan a la Polic¨ªa Nacional para pedir asilo. Entre los extranjeros hay, por tanto, refugiados procedentes de pa¨ªses en descomposici¨®n, como Somalia, pero en las ¨²ltimas semanas la brecha se abri¨® y han llegado decenas de marroqu¨ªes y senegaleses, cuyas situaciones no necesariamente cumplen las condiciones para recibir protecci¨®n. En el caso de estas nacionalidades, la polic¨ªa denuncia que hab¨ªan destruido su documentaci¨®n, lo que, por un lado, les permite simular otra nacionalidad con m¨¢s posibilidades de recibir protecci¨®n y, por otro, dificultan su expulsi¨®n una vez se rechace su petici¨®n. En cualquier caso, sin pasaportes, las verdaderas nacionalidades de los que est¨¢n llegando son un dato difuso.
El ministro Grande-Marlaska ha hablado de ¡°uso fraudulento de las escalas¡± aeroportuarias, mientras que fuentes policiales hablan directamente de ¡°uso torticero del asilo¡±. El Sindicato Unificado de Polic¨ªa ha sido tajante en su cr¨ªtica a las aerol¨ªneas por no controlar el perfil de sus pasajeros y, sobre todo, en su exigencia de imponer visados de tr¨¢nsito a los ciudadanos de pa¨ªses que est¨¢n utilizando el aeropuerto para quedarse en Espa?a. No es nuevo. Cada vez que una nacionalidad espec¨ªfica ha llamado la atenci¨®n por pedir asilo en un aeropuerto espa?ol, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha impuesto visados de tr¨¢nsito para evitarlo. Ocurri¨® en 2011 con ciudadanos sirios; en 2018, con palestinos refugiados en L¨ªbano; en 2020, con yemen¨ªes; en 2021, con haitianos; en 2022, con turcos; y en 2023, con burkineses.