El legado de Zapatero, ese Bambi sin Tambor: ni ruido, ni furia, ni fruta
La presentaci¨®n en Madrid del nuevo libro sobre el expresidente del Gobierno se convierte en una reuni¨®n de veteranos socialistas que reivindican su figura en tiempos pol¨ªticos convulsos
¡°No va a venir Zapatero, ?verdad? Porque esto no huele a lo que tiene que oler¡±, vaticinaba uno de los periodistas que aguardaban a que se abrieran las puertas de la C¨¢tedra Mayor del Ateneo, donde este martes se present¨® el libro Zapatero. El legado progresista (Ediciones B), del periodista Manuel S¨¢nchez, que apareci¨® escoltado por la tambi¨¦n periodista Esther Palomera y el expresidente del Congreso y exministro socialista Jos¨¦ Bono. Ese Bono que compite con Jordi Hurtado por un podio entre los dioses de la inmortalidad y de la ausencia de grasa corporal. De todo lo que cont¨®, que fue mucho, hubiera estado bien que compartiera su skin routine, suplementos vitam¨ªnicos, esas cosas.
Pero se abrieron las puertas y la sala se fue llenado de viejos conocidos. De se?ores que reivindican el socialismo y de paso el sombrero en un d¨ªa de diario, alg¨²n grup¨²sculo de j¨®venes con cara de polit¨®logos. Zapatillas de deporte y zapatos de descanso. Canas y despeine, ese tipo de socialismo que vivi¨® el esplendor de Celia Forner y Helena Barquilla como modelos y de Antonio Alvarado y Francis Montesinos como dise?adores. Esa Espa?a que oli¨® la libertad y no quiere desprenderse de ella. ¡°La vieja guardia resiste¡±, bromeaba uno de los asistentes empu?ando el bast¨®n mientras sus acompa?antes lo rodeaban. Y ahora, esas negritas que tanto gustan por orden de aparici¨®n ante los ojos de los periodistas.
Elena Valenciano, Purificaci¨®n Causapi¨¦, Irene Lozano, ?ngeles ?lvarez, Unai Sordo y Pepe ?lvarez, Pilar Alegr¨ªa, Juan Lobato, Francesc Vall¨¦s, Pepe Blanco ¡ªel m¨¢s citado de la noche, casi m¨¢s que el protagonista del libro¡ª, Ana Redondo, Susana Sumelzo, ?scar L¨®pez, Francina Armengol.
Y ahora, otras negritas que se reivindicaron ayer, esta vez en forma de ausencias. Carme Chac¨®n, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, Pedro Zerolo, Txiqui Benegas y Antonio Alonso.
Porque la tarde fue de eso. De recordar lo bueno, que en estos tiempos de c¨¢scaras amargas, de mezquindades, de lodazal, ruido y fruta, suena a rebeld¨ªa. Ese talante del que tanto se mofaron de Zapatero. El buenismo, la sonrisa y la ceja, Bambi sin Tambor. Ese presidente del Gobierno que invit¨® un d¨ªa a comer a Moncloa a los hijos de Bono porque, ya que su padre nunca ser¨ªa el inquilino de palacio, as¨ª sab¨ªan al menos a lo que ol¨ªa.
¡°He venido hoy aqu¨ª porque este libro habla bien de Zapatero¡±, dijo Bono, que es estrella del pop como pocas. ¡°Aqu¨ª las ¨²nicas v¨ªctimas son los pobres¡±, aclar¨®, zaf¨¢ndose as¨ª de la pregunta de Palomera ¡ªcabeza alta, como debe ser¡ª acerca de las discrepancias del pol¨ªtico manchego con el asunto catal¨¢n.
¡°No voy a hacer ning¨²n tipo de excursi¨®n dial¨¦ctica. Una discrepancia no va a ser la excusa para que los adversarios lo utilicen para hacer da?o al Gobierno de Espa?a¡±, afirm¨® Bono. Aplausos del respetable. ¡°Mis discrepancias son menores que el respaldo al gobierno. Cuanto soy se lo debo al PSOE¡±, a?adi¨®. M¨¢s aplausos.
Se habl¨® de aquella vez que el cardenal Rouco Varela y monse?or Ca?izares le negaron el saludo a Juan Fernando L¨®pez Aguilar por la ley del matrimonio homosexual. Aquellas once manifestaciones para protestar por una Espa?a que se rompe porque las familias se rompen y porque nos iban a prohibir ir a misa. Las reticencias del partido socialista a dejar que las mujeres entraran de lleno en la toma de decisiones. Aquella vez en la que Bono llam¨® ¡°gilipollas integral¡± a Tony Blair y digamos que eso impidi¨® que el ex primer ministro brit¨¢nico tuviera tiempo para recibirle. Reproches al PP, claro, porque no hay fiesta socialista que no aproveche para el pellizco. Como aquel d¨ªa en el que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ¡ªotro Benjamin Button como pocos¡ª fue a dar el p¨¦same por el asesinato de Fernando Buesa a manos de la banda terrorista ETA y c¨®mo 24 horas despu¨¦s, en un mitin en valencia, pronunci¨® la siguiente frase: ¡°El partido socialista debe aclarar si est¨¢ detr¨¢s de los que ponen las bombas¡±. Finezza.
Y el legado, en definitiva. Del que se recuerda m¨¢s la nefasta gesti¨®n de la crisis econ¨®mica que el triunfo sobre ETA. Que no fue m¨¦rito exclusivo de Zapatero, claro, tambi¨¦n de muchos otros. La retirada de las tropas de Irak. La historia de esa Espa?a en los ojos de un periodista que ayer estaba, digamos, algo inc¨®modo los ojos puestos en ¨¦l. Porque el protagonista decidi¨® no acudir. Con la de cosas buenas que se dijeron de ¨¦l.
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