Cuatro solicitantes de asilo se fugan de una sala del aeropuerto de Barajas

En mitad de una nueva crisis que afecta a solicitantes de asilo en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, cuatro ciudadanos con pasaporte marroqu¨ª a los que se les hab¨ªa denegado la protecci¨®n internacional en las ¨²ltimas semanas se han fugado de la sala de inadmitidos en la que aguardaban el regreso a su pa¨ªs, seg¨²n han confirmado a EL PA?S fuentes del Ministerio del Interior y de sindicatos policiales. La fuga, en la madrugada de este mi¨¦rcoles, se produjo despu¨¦s de que estas personas forzaran los conductos de aire acondicionado, a trav¨¦s de los cuales pudieron salir al exterior. Esta es la tercera huida de solicitantes de asilo a los que no se les permite entrar en territorio espa?ol, tras las dos que se produjeron en enero de este a?o, cuando un anterior repunte de demandantes de asilo en el aeropuerto condujo a una situaci¨®n grave de hacinamiento en la que tuvo que intervenir la justicia.

Las salas de las que salieron esos cuatro ciudadanos son las mismas en las que permanecen desde hace m¨¢s de un mes alrededor de 40 saharauis ¡ªcon pasaporte marroqu¨ª¡ª a los que tambi¨¦n se les ha negado el asilo y la solicitud del procedimiento de ap¨¢tridas a pesar del trabajo de sus abogados y los informes favorables de ACNUR. Sin embargo, seg¨²n fuentes cercanas al proceso de estos saharauis, ninguno de ellos est¨¢ dentro de los fugados. Interior, por su parte, no ha aclarado este punto, entre otras cosas porque no distingue entre saharauis y marroqu¨ªes y a todos se refiere como ciudadanos de pasaporte marroqu¨ª.

El caso de estos saharauis ha puesto, una vez m¨¢s, en cuesti¨®n al Ministerio del Interior por su gesti¨®n del asilo en el aer¨®dromo. A pesar de la presi¨®n de Sumar, socio de Gobierno, Podemos y un nutrido grupo de activistas por la causa saharaui, el departamento de Fernando Grande-Marlaska se ha negado a aceptar la entrada en el territorio de personas que se han declarado activistas y que alegan que su vida o su libertad estar¨ªa en riesgo si son devueltos a Marruecos como pretende el ministerio.

Un portavoz del Sindicato de la Polic¨ªa Nacional (Jupol) afirma que esta nueva fuga confirma las deficiencias que ese sindicato ha venido denunciando sobre las condiciones de las instalaciones en las que se aloja a los solicitantes de asilo mientras se tramita su petici¨®n tras su llegada a Barajas. ¡°Unas condiciones en las que destacan la falta de personal policial para hacer frente a la gran cantidad de inmigrantes solicitantes de asilo¡±, dice su portavoz. Seg¨²n la informaci¨®n de ese sindicato, en los ¨²ltimos meses se han incrementado las llegadas de estos solicitantes a trav¨¦s de vuelos de Royal Air Maroc que tienen destino final en Sudam¨¦rica, pero escala en Espa?a. Los ciudadanos con pasaporte marroqu¨ª, a diferencia de otras nacionalidades, no necesitan visado de tr¨¢nsito para hacer escala en Espa?a por lo que tienen m¨¢s facilidades para usar esta v¨ªa para pedir protecci¨®n.

El Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) comparte las cr¨ªticas a las instalaciones y denuncia que ¡°las estructuras que proporciona AENA ¨C el operador del aeropuerto de Barajas ¨C para custodiar a estas personas durante su estancia en las salas de asilo son totalmente insuficientes e inseguras¡±. Seg¨²n las cifras de este sindicato, recogidas por los polic¨ªas que trabajan en esas salas, en este momento hay all¨ª alrededor de 220 personas, distribuidas as¨ª: en la sala 1 habr¨ªa 52 mujeres y 18 menores; en la sala 3, 46 solicitantes de asilo y 27 inadmitidos; y en la sala 4, se contabilizan 78 personas.

Ante esa situaci¨®n, el sindicato pone sobre la mesa la propuesta de que a los ciudadanos marroqu¨ªes y egipcios se les exija una visa de tr¨¢nsito, pues seg¨²n la informaci¨®n que han recopilado all¨ª en Barajas es habitual que ciudadanos de ambos pa¨ªses aborden vuelos hacia Cuba, pero en la escala en Espa?a pidan asilo y se queden en territorio espa?ol. Esta reclamaci¨®n es contraria a las recomendaciones de las organizaciones que abogan por los derechos de las personas refugiadas, pues la escala en los aeropuertos es para muchos la ¨²nica manera segura de pedir asilo en un pa¨ªs europeo. Es, sin embargo, la receta que se viene aplicando hasta ahora: cada vez que una nueva nacionalidad despunta en sus solicitudes en un aer¨®dromo espa?ol se le acaba aplicando un visado de tr¨¢nsito.