D¨ªa de terror en Letur: ¡°?Juli¨¢n, el r¨ªo!, ?el r¨ªo! ?Que se ha vuelto loco!¡±

Sara subi¨® las persianas; Jos¨¦ encendi¨® las luces; Lorena pas¨® lista a sus compa?eros de clase y Santi recogi¨® los b¨¢rtulos del aula mientras Natalia escrib¨ªa con tiza blanca la fecha en una pizarra del colegio Nuestra Se?ora de los Remedios de Letur (Albacete), una de las localidades m¨¢s afectadas por la dana que se ha cebado con el levante y deja un balance provisional de 95 muertos, uno de ellos en esta localidad. Nadie, ni siquiera el profesor y director del centro, Juli¨¢n Gil, de 41 a?os, se ha atrevido a borrar esa rutinaria anotaci¨®n del encerado de un aula que ahora no es m¨¢s que un barrac¨®n embarrado y un vaiv¨¦n de personas para quienes el desastre y la fortuna se entremezclan sin raz¨®n. ¡°Esto ya no es un colegio¡±, explica Juli¨¢n desde su despacho, donde junto a ¨¦l almuerzan algunos trabajadores de la Cruz Roja.

¡°Esta historia de terror empez¨® a eso de las 13.30 del martes, durante la clase de Matem¨¢ticas¡­¡±, rememora el docente como si relatara un cuento. Sus alumnos, ocho ni?os y ni?as de cuarto, quinto y sexto de primaria, se abalanzaron sobre la ventana al comprobar que el arroyo del peque?o pueblo, de 929 habitantes, apenas a 20 metros de distancia, hab¨ªa comenzado a desbordarse. ¡°?Juli¨¢n, el r¨ªo!, ?el r¨ªo! ?Que se ha vuelto loco¡±, le gritaban. Litros y litros de agua corr¨ªan desbocados por la avenida de la Guardia Civil hasta el casco antiguo de este municipio enclavado en la sierra del Segura. All¨ª, en la zona que los leture?os conocen como las Moreras, se produjo el horror. La calle empinada que propuls¨® la inundaci¨®n se ha convertido en un barranco de escombros, y las casas que se encontraban en las primeras filas han quedado arrasadas, reducidas a la nada.

M¨®nica y Jonathan, un matrimonio joven con dos hijos de 10 y 14 a?os, se encontraban en ese momento en el domicilio derruido. Son dos de los cinco desaparecidos de los que no se ha hallado a¨²n su paradero. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano Garc¨ªa-Page, confirm¨® durante la ma?ana del mi¨¦rcoles que el cuerpo de una mujer sin vida hab¨ªa sido localizado, bien lejos del casco urbano, en el paraje de El Salto, que est¨¢ a cinco kil¨®metros.. 19 personas tuvieron que ser rescatadas de sus casas.

Mat¨ªas L¨®pez, de 64 a?os, lleg¨® a Letur ¡°enamorado y en busca de un trabajo¡± hace tres d¨¦cadas, y regenta junto a su mujer, Josefa Picazo Robles, de 63 a?os, el bar La Parra. Despu¨¦s de un a?o de trabajo sin descanso, la pareja decidi¨® darse un respiro y cogerse dos semanas de vacaciones entre octubre y noviembre. ¡°Hemos salvado a mucha gente. Si llega a estar abierto el agua se lleva la mitad del pueblo por delante¡±, se consuela. Su negocio est¨¢ en la ruina. Ha intentado acercarse para comprobar los desperfectos y ver qu¨¦ pod¨ªa salvar. ¡°Imag¨ªnate lo peor y acertar¨¢s. No hace falta que vayas. No hay nada. El agua ha llegado hasta el techo¡±, dice que le cont¨® el miembro de un ret¨¦n. Los efectos devastadores de la dana se reactivaron a eso de las 11 de la noche, justo en el momento en el que la crecida del r¨ªo regresaba a los cauces habituales. El puente que separa las Moreras de las otras tres barriadas ¡ªla Cruz Blanca, la era del Rosal y San Ant¨®n¡ª, no pudo soportar el empuje de una nueva tormenta y devast¨® las esperanzas que quedaban. ¡°Llovi¨® sobre mojado y esto ha terminado siendo la ruina que ves¡±, cuenta Luis Mu?oz, de 65 a?os, due?o del taller mec¨¢nico que lleva su nombre y cuya furgoneta, una Opel blanca, qued¨® estrellada contra el bar de Mat¨ªas. ¡°Lo material es insignificante. Nosotros hemos tenido a nuestra suegra atrapada toda la noche, rodeada de agua, apenas sin cobertura. Digamos que por vivir en alto, cerca de la iglesia, se ha salvado¡±, relata. La mujer, Antonia Reoliz, de 86 a?os, fue rescatada sin sobresaltos y trasladada en camilla por los bomberos y la Guardia Civil hasta el domicilio de su hija, tambi¨¦n llamada Antonia.

Seg¨²n fuentes de Delegaci¨®n del Gobierno de Castilla-La Mancha, el operativo de rescate desplegado en Letur se compone de tres equipos del Ej¨¦rcito de Tierra, cinco buzos del Grupo Especial de Actividades Subacu¨¢ticas procedentes de Valdemoro (Madrid) que se han sumergido en las pozas, varias unidades de bomberos y decenas de retenes adem¨¢s de la Guardia Civil. ¡°Se va a seguir rastreando por todo el arrastre del r¨ªo. La verdad es que tenemos un pron¨®stico muy negativo, aunque no perdemos la esperanza¡±, ha declarado Garc¨ªa-Page durante su visita junto al consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina; el consejero de Fomento, Nacho Hernando; el presidente de la Diputaci¨®n de Albacete, Santiago Caba?ero; y el alcalde de Letur, Sergio Mar¨ªn. Durante la jornada han acudido tambi¨¦n a Letur la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodr¨ªguez, y el l¨ªder del Partido Popular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o. ¡°Se han ido muchos y me da la impresi¨®n de que todav¨ªa no tenemos el n¨²mero definitivo. Las malas noticias no han finalizado. Pedimos compromiso pol¨ªtico y unidad. La ayuda leal de mi organizaci¨®n la tienen garantizada, ya se lo he dicho a Garc¨ªa-Page¡±, declar¨® Feij¨®o a los medios.

Alfredo Arguello, de 78 a?os, hace el camino inverso a los pol¨ªticos. Sale de entre los escombros de las Moreras con una bolsa de ropa, las pastillas para la tensi¨®n y las llaves de su vivienda colgadas todav¨ªa de su mano. Antes de reencontrarse con su mujer en el comedor del colegio, el hombre ha pasado por una peque?a cueva donde se resguarda la virgen Milagrosa, que ha quedado intacta. ¡°Le di un beso, por Dolores Beiret, que es familiar m¨ªo y est¨¢ desaparecida. Ahora he escuchado que hab¨ªan encontrado una mujer mayor por ah¨ª lejos. No s¨¦ qu¨¦ creer¡­¡±, confiesa.

Mientras los vecinos se concentran a los pies del arroyo, junto a las aulas de primaria e infantil, dos mujeres se mantienen estoicas en su particular puesto de abastecimiento: el supermercado. Elena Gonz¨¢lez, de 51 a?os, y Ainhoa Mu?oz, de 43 a?os, han vuelto a caer ¡°en el vicio de fumar¡± el d¨ªa despu¨¦s de la tragedia. Ambas reparten alimentos y, sobre todo, garrafas de agua despu¨¦s de que se haya cortado el suministro. Se abrazan mientras atienden a los que no pueden pagar con tarjeta. ¡°Ya saldaremos las deudas¡±, dice Elena. Ainhoa llora porque fue la ¨²ltima persona en hablar con M¨®nica, la mujer desaparecida desde este martes junto a su marido. M¨®nica fue empleada del supermercado durante tres a?os y dej¨® el trabajo para marcharse al camping de Letur. Practicaba crossfit dos d¨ªas a la semana. ¡±La llam¨¦ para decirle que no deb¨ªamos llevar a nuestros hijos ¡ªAdri¨¢n e Izan¡ª al f¨²tbol, que llov¨ªa mucho. Colgu¨¦ y al rato su casa ya no estaba¡±, recuerda. ¡°Yo la sigo llamando, miro su conexi¨®n de WhatsApp. No quiero hablar de ella en pasado¡±, a?ade.

¡ª?Y sus hijos?

¡ªEllos piensan que los padres est¨¢n en el hospital. Espero que est¨¦n haciendo los deberes ¡ªdice esbozando apenas una leve sonrisa.

Juli¨¢n Gil, el director, los dej¨® escritos debajo de la fecha de Natalia. Era la p¨¢gina 41 del libro de lectura, y los ejercicios de la 42, del uno al seis.