Abascal ¡°estrecha lazos¡± en Washington con los representantes del trumpismo, pero no se ve con Trump
El l¨ªder de Vox busca la colaboraci¨®n con los ¡®think tanks¡¯ estadounidenses donde se cocina la ideolog¨ªa ultraconservadora
De las muchas fotograf¨ªas que Santiago Abascal se ha hecho durante su visita de cuatro d¨ªas a Estados Unidos, para asistir a la toma de posesi¨®n de Donald Trump, la que m¨¢s ¨¦xito ha tenido ha sido la que se sac¨® con Conor McGregor, el luchador irland¨¦s de Artes Marciales Mixtas (MMA), que roz¨® en la red X el mill¨®n de visualizaciones. En cambio, Abascal no se ha visto esta vez con el nuevo inquilino de la Casa Blanca y la imagen de los dos juntos que su partido colg¨® en las redes sociales pertenec¨ªa en realidad a la reuni¨®n que ambos mantuvieron en febrero pasado en Washington.
Aunque Abascal era el pol¨ªtico espa?ol m¨¢s relevante en la ceremonia de proclamaci¨®n del nuevo presidente, ya que preside el tercer partido del Congreso, no pis¨® la Embajada de Espa?a. El programa de su visita lo inici¨® con una recepci¨®n en la Embajada de Hungr¨ªa en Washington. No en vano, el l¨ªder de Vox acud¨ªa como presidente de Patriots.eu, el partido europeo promovido por el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n. La n¨²mero dos de la delegaci¨®n era Kinga Gal, vicepresidenta de Fidesz, la formaci¨®n de Orb¨¢n, y tambi¨¦n del grupo parlamentario de Patriots en el Parlamento Europeo, que cuenta con una potente estructura organizativa y financiera de la que carece el partido que preside Abascal.
Dentro del amplio programa de festejos que rode¨® el retorno de Trump a la Casa Blanca, Abascal fue incluido en el apartado de dirigentes latinos. Acudi¨® al almuerzo organizado por el Foro para la Seguridad del Hemisferio Occidental y a la cena Hispanic Gala, celebrada en un lujoso hotel de la capital federal. Fue all¨ª donde se encontr¨® con el presidente argentino, Javier Milei, quien se abri¨® paso entre la multitud para abrazarle efusivamente al grito de ¡°?qu¨¦ lindo verte!¡±, y donde se fotografi¨® con el presidente de Paraguay, Santiago Pe?a, y su esposa. El ¨²nico miembro de la nueva Administraci¨®n estadounidense al que consta que salud¨® es Sean Duffy, nominado por Trump como secretario de Transportes.
En cambio, Abascal mantuvo intensos contactos con las fundaciones y think tanks ultraconservadores en los que se cocina la doctrina que el trumpismo busca exportar a todo el mundo; una bater¨ªa de consignas contra la ideolog¨ªa woke (que alerta contra las formas sutiles de discriminaci¨®n), la lucha contra el cambio clim¨¢tico, la diversidad de g¨¦nero o la inmigraci¨®n irregular. Acompa?ado por el eurodiputado Hermann Tertsch y el director de la Fundaci¨®n Disenso, Jorge Mart¨ªn Fr¨ªas, el l¨ªder de Vox visit¨® la Heritage Foundation, factor¨ªa ideol¨®gica del ala m¨¢s derechista del Partido Republicano, y el Instituto Hudson, donde se reuni¨® con los m¨¢ximos responsables de la CPAC (Conferencia Pol¨ªtica de Acci¨®n Conservadora), convertida en el gran escaparate anual del trumpismo. Su director, Matt Schlapp, que particip¨® en el mitin de Vox para las elecciones europeas del pasado a?o en Madrid, no oculta su deseo de contar en Espa?a con una sucursal de este foro de la ultraderecha internacional que ya dispone de franquicias en Hungr¨ªa, Argentina, M¨¦xico, Brasil o Israel.
En declaraciones a Fox Noticias, versi¨®n en espa?ol de la cadena ultraconservadora Fox News, y otros medios, Abascal ha expresado su ¡°coincidencia pr¨¢cticamente absoluta con lo que se est¨¢ defendiendo en Estados Unidos despu¨¦s de la victoria de Donald Trump¡±, pero ha rehusado pronunciarse sobre su pretensi¨®n de recuperar el canal de Panam¨¢, alegando que ¡°conoce poco el asunto¡±. El l¨ªder de Vox ha acusado a Pedro S¨¢nchez de ¡°querer convertirse en el opositor internacional de Donald Trump¡± y ha cargado contra ¡°la Europa sovi¨¦tica que han construido los bur¨®cratas de Bruselas¡±, asegurando que en Rumania ¡°se suspendieron las elecciones porque al establishment no le gustaron los resultados¡± y que un excomisario europeo ¡°ha amenazado a los alemanes con una suspensi¨®n de las elecciones por si no votan correctamente¡±; dos afirmaciones que no se corresponden con la realidad.
Abascal se ha mostrado orgulloso de que, ya antes de la proclamaci¨®n de Trump, el due?o de Meta, Mark Zuckerberg, se haya puesto ¡°de rodillas¡± ante el mandatario y haya eliminado la verificaci¨®n de los mensajes que se difunden a trav¨¦s de Facebook, mientras que fondos de inversi¨®n multimillonarios han abandonado su compromiso de no apoyar proyectos que agraven el cambio clim¨¢tico.
La visita del l¨ªder de Vox a Washington parece haberle servido para uno de los objetivos que se marc¨®: ganar proyecci¨®n internacional frente a la ausencia de los dem¨¢s partidos espa?oles, empezado por el PP; y ¡°estrechar lazos¡± con las fuerzas pol¨ªticas con las que comparte planteamientos. En la capital federal se vio con el l¨ªder ultra portugu¨¦s, Andr¨¦ Ventura; el mexicano Eduardo Ver¨¢stegui; Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasile?o, a quien la Justicia de su pa¨ªs impidi¨® viajar a EE UU; o Matt Goodwin, mano derecha del l¨ªder eur¨®fobo brit¨¢nico Nigel Farage. Tambi¨¦n se reuni¨® con el general Mike Flynn, quien tuvo que dimitir como consejero de Seguridad Nacional de Trump por sus relaciones con el espionaje ruso.
En cambio, no parece que tuviera demasiado ¨¦xito con el otro objetivo que se propuso: convencer a la nueva Administraci¨®n estadounidense de que ¡°Espa?a no es Pedro S¨¢nchez¡± y de que hay otra Espa?a con la que Estados Unidos debe mantener buenas relaciones. Nada m¨¢s tomar posesi¨®n del Despacho Oval, Trump amenaz¨® con imponer aranceles aduaneros a Espa?a, confundi¨¦ndola con uno de los pa¨ªses miembros de los BRICS. Y una de las primeras medidas que ha tomado el equipo del nuevo presidente ha sido borrar el espa?ol de la web y las redes sociales de la Casa Blanca. Trump ya elimin¨® el espa?ol del sitio oficial tras llegar al poder en 2017 y ahora ha vuelto a hacerlo, pese a invitar a su toma de posesi¨®n a l¨ªderes hispanos como Milei y Abascal.
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