La lucha de una madre por garantizar la educaci¨®n inclusiva de su hijo
El colegio sevillano en el que est¨¢ escolarizado recomienda que inicie Primaria en un aula espec¨ªfica, pero ella ofrece la incorporaci¨®n de un voluntario auxiliar para que lo acompa?e dentro de las clases ordinarias
¡°Quiero que respeten los derechos de mi hijo y que le permitan desarrollarse en el ¨¢mbito de un aula ordinaria para evitar la segregaci¨®n¡±. Sof¨ªa Tsertsvadze, tiene muy claro que su hijo de seis a?os, que sufre un trastorno sociocomunicativo, debe continuar sus estudios de Primaria, que comenzar¨¢ el curso que viene, junto con el resto de sus compa?eros, en lugar de hacerlo en un aula espec¨ªfica, como recoge el dictamen del centro en el que estudia. Ella apela al principio de inclusi¨®n educativa que reconoce la normativa estatal y auton¨®mica y adem¨¢s ha presentado al colegio la opci¨®n de contar con un voluntario auxiliar que podr¨ªa acompa?ar a su hijo durante las clases cotidianas con el resto de compa?eros, que le ofrece la asociaci¨®n de atenci¨®n temprana que atiende al peque?o fuera del horario escolar y que ella sufragar¨ªa, una figura de apoyo complementario que, aunque excepcional, est¨¢ presente en varios centros educativos andaluces.
¡°Mi hijo necesita ayuda grupal. No puedo permitir que le pongan piedras en el camino cuando va a pasar a una etapa en la que todos entran en igualdad de condiciones. La ley insta a los centros a que trabajen en la educaci¨®n inclusiva para los ni?os con necesidades especiales¡±, insiste Sof¨ªa. Desde que su hijo entr¨® con tres a?os en Infantil en el CEIP Borbolla de Sevilla, el equipo directivo le inst¨® a que lo mejor para el desarrollo del peque?o era que estuviera en el aula espec¨ªfica del centro, pero en este tiempo el menor ha evolucionado. Los responsables del centro han declinado hacer cualquier declaraci¨®n a este diario por indicaciones de la Inspecci¨®n.
Sof¨ªa no solo aporta los informes de Salud Mental Infantil al que el ni?o acude desde hace tres a?os y los de la asociaci¨®n SETA de atenci¨®n temprana donde va a terapia, que confirman sus avances, sino la evoluci¨®n personal de su hijo: ¡°Empez¨® a ir a nataci¨®n y me dijeron que lo desapuntara porque era muy nervioso, ahora participa en campeonatos. Va a campamentos escolares y este a?o acude al aula de Mediod¨ªa, algo impensable el a?o pasado. Ha mejorado mucho en desarrollar su paciencia y controlar la frustraci¨®n¡±, sostiene.
El principal problema de su hijo es que va retrasado en el lenguaje, apenas habla. ¡°No tiene un diagn¨®stico cerrado porque a¨²n es peque?o¡±, explica Sof¨ªa. El dictamen del centro, sin embargo, no coincide con los informes particulares que presenta la familia. Para el equipo orientador el menor hace trazos, mientras que el del centro SETA confirma que escribe n¨²meros y letras y que necesita ayuda grupal. ¡°Est¨¢n negando su evoluci¨®n y los informes de salud mental. Mi hijo es completamente diferente a como lo describen en el colegio¡±, sostiene Sof¨ªa.
La familia del chico ha presentado ante la Delegaci¨®n de la Consejer¨ªa de Desarrollo Educativo su disconformidad con las conclusiones de la psicopedagoga del centro, que han sido ratificadas esta misma semana por el equipo de orientaci¨®n de la zona y que los padres, siguiendo el procedimiento, van a volver a recurrir. Ese departamento es tambi¨¦n el que deber¨ªa decidir sobre la figura del voluntario que Sof¨ªa ha ofrecido al colegio y cuya petici¨®n formal har¨¢ la asociaci¨®n SETA en los pr¨®ximos d¨ªas. El Consejo Escolar del centro ya autoriz¨® la presencia de ese profesional para otro ni?o. Mientras espera que se resuelva su petici¨®n, los dos inspectores con los que Sof¨ªa se ha reunido le han trasladado que el colegio est¨¢ en su derecho de ejecutar el dictamen. ¡°Me est¨¢n planteando que mi hijo no va a poder avanzar y yo no puedo permitir eso. Yo estoy ofreciendo que siga en su entorno, donde es querido, donde saben lo que le pasa y lo asumen con normalidad, donde tiene apego. Es un ni?o feliz y no voy a causarle un trauma cambi¨¢ndolo de centro, sobre todo porque hay un problema de fondo y puedo encontrarme con otro colegio donde tampoco acepten una educaci¨®n inclusiva¡±, sostiene.
Tanto la LOMLOE como la ley andaluza de educaci¨®n o la orden de 15 de enero de 2021, que regula determinados aspectos de la atenci¨®n a la diversidad en Educaci¨®n Primaria en esta comunidad promulgan, entre los principios que rigen la atenci¨®n a la diversidad, la inclusi¨®n escolar y social y la personalizaci¨®n de la ense?anza. Precisamente, el Comit¨¦ sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU reprendi¨® recientemente a Espa?a por mantener los centros de educaci¨®n especial y las aulas espec¨ªficas, advirtiendo sobre el peligro de segregaci¨®n de los alumnos con necesidades especiales. ¡°Yo creo en la inclusi¨®n, respeto que haya padres que prefieran que su hijo est¨¦ en aulas espec¨ªficas, pero mi lucha es por la inclusi¨®n y visibilizar la salud mental¡±, afirma Sof¨ªa.
El ejemplo de los centros inclusivos
¡°No entiendo c¨®mo hay leyes que hablan de integraci¨®n y luego no se cumplen¡±, se cuestiona Diego Castro, director del CEIP Maestra Caridad Ruiz, en Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz), un centro inclusivo que no tiene aulas espec¨ªficas para sus alumnos con necesidades especiales y que, en lugar de sacar a los ni?os del aula ordinaria, introduce a los especialistas en las clases. ¡°Si los sacamos, ponemos su autoestima por los suelos, porque es percibido como un ni?o que molesta¡±, advierte. Trabajar desde la inclusi¨®n supone, sin embargo, un esfuerzo colectivo que implica ¡°un cambio de mirada colectivo¡± de profesores y padres. ¡°Muchos maestros no son capaces de dar respuesta a estos alumnos, porque no tienen la formaci¨®n ni las herramientas adecuadas y para ellos es m¨¢s c¨®modo que salgan del aula, por eso es necesario cambiar la mentalidad y tambi¨¦n la metodolog¨ªa de aprendizaje¡±, a?ade.
Para ello son necesarios recursos, reconoce. Castro no es contrario a las aulas espec¨ªficas, pero siempre para los menores est¨¦n gravemente afectados. ¡°Si queremos una ense?anza personalizada, la evaluaci¨®n tiene que ser individualizada¡±, a?ade. Que los PT (profesores de Pedagog¨ªa Terap¨¦utica), AL (maestro de Audici¨®n y Lenguaje) y dem¨¢s especialistas est¨¦n dentro del aula, favorece, de acuerdo con la experiencia de ¨¦xito de su colegio, que todos los ni?os sean capaces de demostrar sus conocimientos por la v¨ªa en la que mejor puedan expresarse.
La figura del auxiliar voluntario que Sof¨ªa ha ofrecido al colegio a trav¨¦s de la asociaci¨®n SETA est¨¢ reconocida en la legislaci¨®n andaluza. ¡°Es una forma de aliviar al profesional porque el ni?o con necesidades especiales requiere de un apoyo que el sistema no ofrece y muchos profesores tampoco saben c¨®mo intervenir¡±, explica Rosa N¨²?ez una de las terapeutas de la asociaci¨®n. En la actualidad la mitad de los 15 profesionales de los que disponen se encuentra en alg¨²n colegio de Sevilla como auxiliar voluntario, dentro de una iniciativa que lleva varios a?os funcionando y que tambi¨¦n ofrecen otras organizaciones de atenci¨®n temprana.
¡°Es una figura important¨ªsima, porque permite que los ni?os interact¨²en con su grupo de amigos y que el resto de compa?eros se relacionen con los ni?os con necesidades especiales¡±, abunda N¨²?ez, quien destaca que en general las reticencias parten de los propios profesores que recelan de tener a otro especialista en su clase. ¡°Les parece una figura invasiva, pero es todo lo contrario¡±, se?ala.
Sof¨ªa no est¨¢ dispuesta a tirar la toalla. Mientras espera a la resoluci¨®n de la Junta -tanto sobre su petici¨®n de que se incorpore un voluntario auxiliar, como sobre el proceso tras presentar la disconformidad con el dictamen del colegio-, Sof¨ªa ha presentado una reclamaci¨®n al Defensor de la Infancia. Si la decisi¨®n de la Consejer¨ªa fuera negativa, ella est¨¢ dispuesta a acudir a los tribunales. ¡°Hay una ley que dice que la inclusi¨®n tiene que incorporarse de manera paulatina, pero el colegio no se quiere enterar¡±, sostiene. ¡°Lo m¨ªo no es la huida¡±, zanja. En estos tres a?os lo ha demostrado con la evoluci¨®n de su hijo.
Andaluc¨ªa avanza hacia la inclusi¨®n
Andalucía, en general, es una comunidad que impulsa la inclusión de las aulas a través del programa PROA+. “La Junta está invirtiendo en proyectos de escuelas inclusivas y ya hay 150 centros que están trabajando para la transformación”, señala Diego Castro, director del CEIP Maestra Caridad Ruiz, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), un centro inclusivo desde hace más de una decáda, y que forma parte del equipo formador de PROA+. Este prograna, pensado para alumnado vulnerable, está presente en 677 centros de toda Andalucía, según los datos facilitados por la Consejería de Desarrollo Educativo.
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