A la carrera para volver a casa
Cientos de pasajeros intentan conseguir un billete de avi¨®n a ¨²ltima hora antes de se impongan las restricciones a¨¦reas
Faltan 16 horas para el cierre de fronteras de Estados Unidos y solo quedan tres vuelos con destino al pa¨ªs norteamericano. Los viajeros se han buscado la vida para encontrar un pasaje desde el aeropuerto del Prat, en Barcelona, que les permita volver a sus hogares antes del cierre definitivo ¡ªa las cuatro de la madrugada de hoy¡ª y que todos los trayectos provenientes de Europa queden prohibidos por la crisis del coronavirus.
Los m¨®dulos de Iberia no daban abasto. Cientos de personas esperaron en una fila con la esperanza de encontrar un avi¨®n para regresar a sus casas. Los afortunados que ten¨ªan un billete solo tuvieron que esperar unas horas.
Rutvij D. de 30 a?os, lleg¨® la semana pasada a la capital catalana. Iba a viajar a Portugal y volver¨ªa a Barcelona para coger su vuelo a Los ?ngeles ma?ana. Cambi¨® sus planes. Intent¨® comprar ayer un billete por Internet, pero asegura que tuvo problemas con su tarjeta de cr¨¦dito. Se desplaz¨® al Prat pero tampoco tuvo ¨¦xito: ¡°Estaba en un hostal. Todos se asustaron con el anuncio¡±. Elizabeth Smith, de 24 a?os, aterriz¨® el mi¨¦rcoles en Espa?a. Su idea era viajar dos meses por Europa. ¡°No estoy preocupada¡±, menciona la joven, que dice que si no encuentra otro trayecto seguir¨¢ como pueda con su ruta original.
El mapa del coronavirus: as¨ª crecen los casos d¨ªa a d¨ªa y pa¨ªs por pa¨ªs
Los mostradores para facturar de la compa?¨ªa Norwegian est¨¢n vac¨ªos. De repente, en pocos minutos, tres centenares de personas se ponen en fila, una tras otra. Son los afortunados que s¨ª tienen billete. Sheryl Wirth, de 70 a?os, zarp¨® en un crucero transatl¨¢ntico desde Florida, a inicios de mes. La nave en la que viajaba atrac¨® ayer en el puerto de la capital catalana. Ella adquiri¨® su vuelo a Nueva York en diciembre. Las primeras en la l¨ªnea de facturaci¨®n son Natalie, Hannah y Lily. Son tres estudiantes americanas, de 20 a?os, que realizaban un intercambio en la ciudad. Las j¨®venes explican que vuelven por la presi¨®n de sus padres. ¡°Mi madre estaba espantada. Me ha dicho que ten¨ªa que volver en uno de los ¨²ltimos aviones antes de que no se pueda volver en un mes¡±, comenta. Los trayectos ayer oscilaban en torno a los 800 euros.
El tiempo se acaba y cientos de personas esperan para ser atendidos en uno de los m¨®dulos. El tablero marca la recta final: Nueva York, 18.40, ¨²ltimo avi¨®n. La hora l¨ªmite pasa, pero nadie se sale de la fila. Muchos son estadounidenses, pero tambi¨¦n hay decenas de latinos afectados por las restricciones, que se quejan mientras vigilan sus maletas.
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