¡°Muchas familias ya no pueden ni pagar el alquiler¡±

La crisis econ¨®mica derivada de la emergencia sanitaria por el coronavirus ya est¨¢ dando sus primeras se?ales, en forma de despidos temporales y de p¨¦rdida de ingresos como consecuencia del confinamiento y la ca¨ªda de la actividad. Las entidades sociales denuncian que, una vez m¨¢s, la crisis se llevar¨¢ por delante primero a los m¨¢s vulnerables, y se preparan para atender un aumento de las necesidades que tendr¨¢ la poblaci¨®n con ingresos m¨¢s precarios. Algunos centros ya est¨¢n notando un repunte de la demanda de alimentos y recursos b¨¢sicos, dos semanas despu¨¦s del inicio del confinamiento. Ante este nuevo auge, el tercer sector recuerda que lleva diez a?os sumido en la infrafinanciaci¨®n, y pide a las administraciones que se impliquen.

El a?o 2019 no fue bueno en t¨¦rminos de lucha contra la desigualdad en Catalu?a. Tras varios ejercicios sin presupuestos de la Generalitat, y con las herramientas para minimizar la pobreza funcionando a medio gas, como la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa, las entidades detectaron el a?o pasado un repunte de la vulnerabilidad social. ¡°Nos llam¨® la atenci¨®n que entre abril y octubre de 2019 aumentaran un 45% las personas que por primera vez acud¨ªan a pedir ayuda. Esto es precisamente lo que pas¨® justo antes de la crisis de 2008¡±, explica Salvador Busquets, director de C¨¢ritas Diocesana de Barcelona. ¡°La desigualdad va subiendo y empuja a la gente a vivir en la calle¡±, a?ade Ferran Busquets, director de la Fundaci¨®n Arrels, que en 2019 atendi¨® a un 22% m¨¢s de personas sin hogar que el a?o anterior, una cifra que no ha dejado de crecer en los ¨²ltimos a?os. Pese a la recuperaci¨®n econ¨®mica, la tasa de pobreza en Catalu?a no ha descendido, y lleva cinco a?os instalada en el 20% de la poblaci¨®n catalana. Una de las claves para interpretar este dato es que, seg¨²n C¨¢ritas, un 14% de las personas que tienen un contrato de trabajo tienen unos ingresos por debajo del umbral de la pobreza.

En este contexto de desigualdad creciente en unos a?os de aparente bonanza ha impactado estas ¨²ltimas dos semanas la crisis del coronavirus. Como consecuencia del aislamiento social para frenar el avance del virus, la actividad ha bajado. Solo en Catalu?a, casi 520.000 personas se han visto afectadas por un expediente de regulaci¨®n temporal de empleo hasta este domingo. Pero las estad¨ªsticas no muestran la p¨¦rdida de empleo de contratos temporales o eventuales o la ca¨ªda de ingresos de personas que, como las empleadas del hogar, mayoritariamente trabajan en econom¨ªa sumergida. Son estas las que, seg¨²n las entidades, est¨¢n pasando por un momento m¨¢s dif¨ªcil y ser¨¢n las primeras damnificadas por la crisis.

En la Fundaci¨®n Foment de l¡¯Habitatge Social, vinculada a C¨¢ritas, se alquilan 400 pisos a precios protegidos, hasta los 250 euros mensuales. ¡°Ya tenemos el primer indicio de que la gente lo est¨¢ pasando ahora mismo: nos est¨¢n llamando muchas familias que no pueden pagar ni este alquiler¡±, explica el director de C¨¢ritas. El segundo indicio que tiene la fundaci¨®n es que empieza a recibir consultas de personas que viven en habitaciones realquiladas ¡ªel 6,7% de la poblaci¨®n de la diocesis de Barcelona, seg¨²n un estudio de C¨¢ritas¡ª que tienen miedo de que los echen de casa por impago o por problemas de convivencia derivados del confinamiento.

En la fundaci¨®n Banc dels Aliments tambi¨¦n est¨¢n notando un aumento de la demanda. El confinamiento tambi¨¦n ha hecho que baje su actividad, y actualmente solo colaboran con el 70% de las entidades que normalmente reparten los alimentos que llegan al Banc dels Aliments, como Cruz Roja. ¡°Normalmente es anecd¨®tico que nos llamen directamente a nosotros individuos o familias con necesidades, y estos d¨ªas nos llegan muchas peticiones, que derivamos a las entidades finalistas¡±, explica Llu¨ªs Fatj¨®-Vilas, director de Banc dels Aliments.

En las ¨²ltimas semanas, la entidad ha repartido 400.000 kilos de comida, una cifra ligeramente inferior a la habitual pero repartida con un 30% menos de las entidades colaboradoras: ¡°Esto significa que las que siguen abiertas reciben m¨¢s demanda¡±, se?ala el director. La fundaci¨®n ha comprado m¨¢s alimentos que normalmente para abastecerse de cara a las pr¨®ximas semanas, y tambi¨¦n ha recibido m¨¢s donaciones de las habituales. ¡°El a?o pasado ya subi¨® un poco la demanda de alimentos, la pobreza se est¨¢ cronificando, y los colectivos vulnerables a¨²n tambalear¨¢n m¨¢s con esta crisis. Haremos lo que podremos, pero tiene que ser un esfuerzo colectivo¡±, se?ala.

En el ¨¢mbito de la atenci¨®n a las personas sin hogar, las entidades viven en una paradoja: ¡°Se han abierto muchos espacios de acogida, y esto est¨¢ muy bien, aunque las condiciones del confinamiento no son las mejores. La paradoja es que estos meses la gente que duerme en la calle bajar¨¢ en picado, pero cuando acabe volver¨¢n a ser las mismas o m¨¢s¡±, explica el director de Arrels. Busquets cree que una nueva crisis econ¨®mica puede llevar m¨¢s gente a quedarse sin hogar, aunque recuerda que ¡°como es la ¨²ltima opci¨®n, las consecuencias finales de esta crisis se ver¨¢n al ralent¨ª¡±

A este repunte de la demanda las entidades sociales llegan muy debilitadas. Las tarifas de contrataci¨®n p¨²blica llevan congeladas diez a?os. ¡°El sector est¨¢ infrafinanciado y la situaci¨®n ya era extrema, imagina ahora. Hemos pedido al Govern que nos ayude: necesitamos la m¨¢xima liquidez y que todas las facturas se cobren, tambi¨¦n las que est¨¢n pendientes¡±, se?ala Joan Segarra, presidente de la Confederaci¨®n del Tercer Sector. Segarra denuncia que el sector social ha sido siempre el menos agraciado en los presupuestos, y pide que el proyecto de cuentas p¨²blicas de la Generalitat para 2020 se revise. ¡°Pedimos un plan de choque espec¨ªfico, porque si algo nos est¨¢ ense?ando esta crisis es que los pilares b¨¢sicos del Estado del Bienestar se tienen que proteger¡±, a?ade.