La chatarrer¨ªa municipal cierra
El Ayuntamiento de Barcelona deja de subvencionar la cooperativa que ide¨® Trias al considerarla inviable
¡°No hay futuro. Cuando viv¨ªamos en la nave abandonada de la calle de Puigcerd¨¤ pod¨ªamos salir a la calle a buscarnos la vida. Ahora tenemos permiso de residencia pero las instituciones y el coronavirus han destruido el resto¡±, advierte Richard, un nigeriano de 40 a?os que trabaja en la cooperativa de chatarreros Alencoop. Los 17 cooperativistas de la entidad denuncian que se encuentran en una situaci¨®n cr¨ªtica despu¨¦s de que, por un lado, el Ayuntamiento de Barcelona no les renovara el convenio de c...
¡°No hay futuro. Cuando viv¨ªamos en la nave abandonada de la calle de Puigcerd¨¤ pod¨ªamos salir a la calle a buscarnos la vida. Ahora tenemos permiso de residencia pero las instituciones y el coronavirus han destruido el resto¡±, advierte Richard, un nigeriano de 40 a?os que trabaja en la cooperativa de chatarreros Alencoop. Los 17 cooperativistas de la entidad denuncian que se encuentran en una situaci¨®n cr¨ªtica despu¨¦s de que, por un lado, el Ayuntamiento de Barcelona no les renovara el convenio de colaboraci¨®n que ambas partes manten¨ªan desde 2014 y, por otro, les cayera encima la pandemia que ha paralizado todo justo cuando intentaban ¡°volar¡± sin la ayuda del Consistorio.
El 24 de julio de 2013 los Mossos desalojaron a m¨¢s de un centenar de inmigrantes de la nave del 127 de la calle de Puigcerd¨¤ en el barrio de Poblenou en Barcelona. Algunos llevaban dos a?os viviendo all¨ª. Las instituciones intentaron que los chabolistas pudieran salir de la vulnerabilidad. Fue entonces cuando el Ayuntamiento de Xavier Trias (CiU) aprob¨® ¡ªa propuesta del regidor de ERC Jordi Portabella¡ª montar una cooperativa de chatarreros con algunos de los chabolistas. Trias tir¨® adelante el proyecto que se materializ¨® en junio de 2015 justo cuando Ada Colau gan¨® las elecciones.
Los socios de Alencoop tienen tres bicicarros y un cami¨®n. La normativa les impidi¨® recoger chatarra de los contenedores de la calle. Solo pueden vaciar pisos y naves previa demanda de los propietarios. ¡°El acuerdo inicial preve¨ªa que la aportaci¨®n municipal se ir¨ªa reduciendo progresivamente una vez que aumentara la capacidad econ¨®mica de la cooperativa. Esta evoluci¨®n no se ha producido nunca¡±, lamenta ?lvaro Porro actual Comisionado de Econom¨ªa Social del Ayuntamiento de Barcelona.
Amado Diallo naci¨® hace 37 a?os en Senegal y aquella ma?ana de julio de 2013 estaba dentro de la nave de la calle de Puigcerd¨¤ cuando se produjo el desalojo. ¡°En un principio entramos 15 personas en el proyecto que el Ayuntamiento encarg¨® a una entidad. Nosotros con el dinero de la subvenci¨®n ¡ªy el que consegu¨ªamos trabajando¡ª pag¨¢bamos el alquiler de la nave, a los t¨¦cnicos que nos gestionaban, los aut¨®nomos de todos nosotros, la vivienda social y los suministros de los pisos y luego, aparte, nuestro salario¡±, informa Diallo.
Pero el problema, seg¨²n el cooperativista, es que pronto les impusieron que en vez de ser 15 deb¨ªan ser 30 chatarreros.
Desde 2014 el proyecto ha conseguido normalizar la situaci¨®n irregular de los cooperativistas, pero poco m¨¢s. El acuerdo hac¨ªa que en los ¨²ltimos meses el Ayuntamiento pagara el 60% del proyecto y los cooperativistas el 40% con su trabajo. ¡°Nunca conseguimos llegar a facturar el 40%¡±, lamenta Diallo. El proyecto era insostenible. Se hab¨ªan cambiado de nave a una m¨¢s grande y los gastos fijos, incluidos los aut¨®nomos, no les permit¨ªan salir a flote.
Una de las empresas gestoras avis¨® al Consistorio de que Alencoop no se sosten¨ªa. Otro equipo t¨¦cnico se hizo cargo de la gesti¨®n de la chatarrer¨ªa y lleg¨® al mismo diagn¨®stico. ¡°Decidimos que auditar¨¢ el proyecto una consultora externa que tambi¨¦n asegur¨® que no era viable¡±, lamenta el comisionado de econom¨ªa social. En noviembre del 2019, decidieron que el Ayuntamiento no pod¨ªa seguir aportando dinero a la cooperativa.
El Consistorio critica que desde que comenz¨® Alencoop no ha habido ¡°rotaci¨®n¡± de los cooperativistas. ¡°Como instituci¨®n, no se puede estar subvencionando siempre a las mismas personas. Nunca han llegado a ser aut¨®nomas¡±, a?ade. El Ayuntamiento mantiene que desde fin de a?o intenta satisfacer las necesidades b¨¢sicas, garantizar la vivienda y la inserci¨®n laboral de los cooperativistas pero no invertir¨¢ en Alencoop.
Desde enero, los 17 cooperativistas han seguido trabajando. No ha ido bien y el 13 de marzo el coronavirus les oblig¨® a cerrar. Los planes de reinserci¨®n para ellos tambi¨¦n han quedado congelados por culpa del coronavirus. ¡°Nuestra nevera est¨¢ vac¨ªa¡±, denuncia Basiro de 40 a?os y de Guinea Bissau. La pandemia les ha obligado a olvidar la cooperativa y buscan otra forma de ganarse la vida.
La pandemia satura los programas laborales
¡°Cuando el Ayuntamiento decidi¨® que no pod¨ªamos seguir depositando dinero en Alencop les ofrecimos alternativas. Por un lado que formen parte del programa Labora del Consistorio¡ªque fomenta de la ocupaci¨®n a sectores vulnerables¡ª y, por otro, que algunos se queden la marca y sea absorbida por una empresa de inserci¨®n laboral. El problema es que estas iniciativas no son perpetuas. Son para que los beneficiarios vayan ganando autonom¨ªa y, al cabo de dos a?os, puedan encontrar un empleo¡±, advierte ?lvaro Porro, el comisionado de econom¨ªa social del Ayuntamiento de Barcelona.
El fin de la cooperativa de chatarreros se ha topado con una carrera de obst¨¢culos. El problema con el que ha chocado el Consistorio es que la pandemia de la covid-19 se ha adue?ado de la situaci¨®n laboral de miles de personas. Todo se ha paralizado y adem¨¢s, la crisis social, los ERTEs y despidos ya han empezado a saturar los programas a los que iban a cogerse los antiguos cooperativistas.