El d¨ªa ¡°flamenco¡± de Torra
Sabri¨¤ se acurrucaba en su esca?o, sin paraguas para el chaparr¨®n. Llevamos meses sabi¨¦ndolo: no hay tregua en la familia independentista
¡°Nunca se podr¨¢ gestionar Catalu?a con un presupuesto auton¨®mico. Nunca¡±. Resuena la voz de Quim Torra en el hemiciclo ¡ªresuena m¨¢s estos d¨ªas tristes, con la sala medio vac¨ªa¡ª, con una afirmaci¨®n contundente y sin matices posibles. A unos escasos dos metros ¡ªdistancia de seguridad¡ª, el vicepresidente y padre orgulloso de las ¨²ltimas cuentas p¨²blicas, Pere Aragon¨¨s, lo escucha y trata de no revelar ninguna emoci¨®n. La mascarilla es una ayuda en estos casos (tal vez ser¨ªa conveniente que este Govern tan mal avenido se la imponga como obligatoria en todas las reuniones, y hacer as¨ª de la necesidad virtud).
Apenas unos diez minutos antes, el propio Aragon¨¨s hab¨ªa presumido de presupuestos ¡ªauton¨®micos¡ª en otra respuesta parlamentaria; era a una de esas preguntas que los compa?eros de partido ¡ªen este caso, ERC¡ª plantean para que el conseller correspondiente se luzca, y de paso hacer un poco de precampa?a. Como detalle, la pregunta que permiti¨® al vicepresidente blandir los presupuestos ¡ªlos que luego minimiz¨® de un plumazo Torra¡ª, era un canto a la bajada de tasas universitarias. Unas tasas que en Catalu?a est¨¢n por las nubes desde que las multiplic¨® el secretario de Universidades de Artur Mas, Antoni Castell¨¤, hoy diputado en el grupo¡de ERC.
El presidente de la Generalitat ten¨ªa el d¨ªa f¨¦rtil de declaraciones categ¨®ricas. Y parec¨ªa ¨¢vido de incomodar a ERC. Porque fue en respuesta al portavoz republicano, Sergi Sabri¨¤, cuando minimiz¨® la idea del ¡°di¨¢logo¡± con el Estado y condicion¨® la pr¨®xima reuni¨®n de la mesa a que se ponga fecha a un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Fue una respuesta que empez¨® con una sonrisa condescendiente hacia Sabri¨¤ ¡ª¡±Usted siempre habla de di¨¢logo, yo prefiero negociaci¨®n¡±¡ª, y evolucion¨® hacia esa ¨¦pica en la que Torra se siente tan a gusto, con frases como ¡°yo no quiero ser un testigo pasivo de la residualizaci¨®n del valor de ruptura del Uno de Octubre. Yo no¡±. Sabri¨¤ se acurrucaba en su esca?o, sin paraguas para el chaparr¨®n.
Llevamos meses sabi¨¦ndolo: no hay tregua en la familia independentista. Horas antes de la sesi¨®n, la diputada de ERC Jenn D¨ªaz interven¨ªa en la pen¨²ltima pol¨¦mica sobre la periodista Pilar Rahola, una de las portavoces de facto de Carles Puigdemont. Rahola se ha comparado en una entrevista a la escritora Merc¨¨ Rodoreda. D¨ªaz ironiz¨®: ¡°qu¨¦ placer, si hubi¨¦semos tenido tantas horas de Rodoreda en la televisi¨®n p¨²blica del pa¨ªs¡±, una alusi¨®n indisimulada a la omnipresencia de Rahola en TV3.
ERC y JuntsxCat solo ensayaron una fr¨¢gil unidad defendi¨¦ndose de las criticas por la gesti¨®n del rebrote del Segri¨¤. Aunque incluso aqu¨ª hab¨ªa tonos diferentes. La consellera Alba Verg¨¨s, de ERC, admiti¨® que la situaci¨®n es compleja y neg¨® inoperancia. Torra fue m¨¢s descarado ¡ªya les he dicho que ten¨ªa el d¨ªa flamenco, y perd¨®nenme por el adjetivo desusado¡ª, y se atrevi¨® a contraatacar incluso en terrenos pantanosos y con los pies sobre arenas movedizas: cuando le sacaron a relucir la criticada gesti¨®n en las residencias, competencia auton¨®mica, respondi¨® acusando al Gobierno central. Y tambi¨¦n consider¨® culpable al Estado de la penosa sobreexplotaci¨®n de los temporeros de Lleida, por no haberlos regularizado. Al enemigo, ni agua.
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