H?ndel al fresco

La fantas¨ªa, espacio com¨²n que comparten la pintura y la m¨²sica, uni¨® la noche del s¨¢bado en el Festival Castell de Peralada (Alt Empord¨¤) el talento y la sensibilidad del artista pl¨¢stico Santi Moix, el director de orquesta Josep Pons y la Sinf¨®nica del Gran Teatre del Liceu en un concierto-performance dedicado a los profesionales sanitarios que siguen al pie del ca?¨®n en su lucha diaria contra el coronavirus. Mientras sonaba con su majestuosa brillantez la M¨²sica para los reales fuegos artificiales, de Georg Friedrich H?ndel, Moix reprodujo sobre un muro de mortero una pintura al fresco que se exhibir¨¢ en el Hospital Cl¨ªnic de Barcelona.

Pintura en lugar de p¨®lvora. Brochazos y colores mezclados con una t¨¦cnica milenaria para vivir en directo la experiencia de la creaci¨®n art¨ªstica visual y musical. En una gratificante escapada de su estudio de Nueva York, el pintor catal¨¢n, ayudado por V¨ªctor P¨¦rez-Porro, asumi¨® el reto de pintar al fresco un mural en un tiempo r¨¦cord, apenas veinte minutos, mientras Pons y la orquesta del Liceu asum¨ªan como reto propio tocar H?ndel con instrumentos modernos. Con buena voluntad y cuidado, su aproximaci¨®n a la sonoridad de los instrumentos hist¨®ricos del barroco tuvo sus buenos momentos.

Apoteosis de la pintura y tambi¨¦n apoteosis de la danza, pues la velada se inici¨® con la energ¨ªa r¨ªtmica de la Sinfonia n¨²m. 7 en La Major, op. 92, de Ludwig van Beethoven como homenaje al compositor alem¨¢n en conmemoraci¨®n del 250? aniversario de su nacimiento. Pons y la orquesta del Liceu, de la que es director musical, ofrecieron una lectura potente, bien constru¨ªda y defendida con vehemencia, de una partitura de irresistible fuerza r¨ªtmica que Richard Wagner bautiz¨® con acierto como Apoteosis de la Danza.

La llamada Noche de la sanidad tuvo como privilegiados espectadores in situ a 70 profesionales del Hospital Josep Trueta de Girona, el CAP Peralada y el Hospital de Figueres. La noche fue especialmente calurosa, pero quienes de verdad sudaron la gota gorda fueron los m¨²sicos de la orquesta del Liceu. Por si llevar frac y pajarita en plena can¨ªcula no fuera suficiente suplicio, el uso de mascarillas (con el logo del teatro) increment¨® el grado de sofoco de los instrumentistas de cuerda y percusi¨®n (la secci¨®n de vientos se libr¨® por razones obvias). Pons, que us¨® mascarilla blanca, sustituy¨® el frac por un traje m¨¢s c¨®modo.

Tanto el Liceu como el festival ampurdan¨¦s buscaban un lugar de encuentro de las artes visuales con emoci¨®n musical. Y el origen del proyecto tiene su origen en la experiencia personal de Moix, que qued¨® impresionado por el Hanabi, el festival de fuegos artificiales que forma parte de la tradici¨®n cultural de Jap¨®n. El t¨¦rmino Hanabi, que se traduce literalmente como flores de fuego por los caracteres utilizados en japon¨¦s para su escritura, define la fuerza po¨¦tica y visual que irradia su Pintura para los reales fuegos artificiales.

Disfrut¨® lo suyo Moix jugando con las posibilidades de di¨¢logo con la materia pict¨®rica que brinda el fresco, t¨¦cnica que ya us¨® en la iglesia rom¨¢nica de Saur¨ª, en el Pallars. Mientras la orquesta tocaba H?ndel en un escenario situado en la muralla del Carmen, al otro lado del puente que une el castillo de Peralada y el recinto del Carmen, Moix y su ayudante se aplicaban a la faena con mucha energ¨ªa y precisi¨®n. El tiempo no da mucho margen a esas mezclas de pigmentos que Moix moldeaba y remataba con la esp¨¢tula, meci¨¦ndose al ritmo elegante que marcan la Bourr¨¦e o los minuetos de la famos suite de H?ndel, encargo del rey Jorge II para celebrar la paz de Aquisgr¨¢n, que en 1748 puso fin a la guerra de Sucesi¨®n de Austria.

Tras ensayarlo durante tres d¨ªas, en colaboraci¨®n con los hermanos Pujol de Manresa, estucadores de larga saga familiar, y con la ayuda de V¨ªctor P¨¦rez-Porro, Moix ha creado en tan s¨®lo 20 minutos una obra que pretende ser una met¨¢fora de vida que, al igual que los fuegos de artificio, explotan, nacen y mueren. Acab¨® empapado de sudor y, mientras sonaban los aplausos, seguido por las c¨¢maras, cruz¨® el puente hasta llegar al escenario, se coloc¨® la pertinente mascarilla y se fundi¨® con Pons en un abrazo que puso fin a la velada.

El concierto se pudo seguir en livestreaming en la web del Festival de Peralada y la de RTVE, que realiz¨® la transmisi¨®n en directo en R¨¤dio 4 y en diferido en La2. Radio Cl¨¢sica lo emitir¨¢ pr¨®ximamente. La flamante obra de Santi Moix se trasladar¨¢ al Hospital Cl¨ªnic de Barcelona donde ser¨¢ exhibida antes de instalarse definitivamente en Peralada.