El festival Ars Electr¨®nica aterriza en Barcelona
La cita de arte digital m¨¢s importante del mundo apuesta por un formato expandido y descentralizado y organiza su edici¨®n m¨¢s grande
Tras pregonar durante m¨¢s de dos d¨¦cadas las ventajas de una sociedad digitalizada y una comunidad en red, el mundo del arte electr¨®nico se ha visto obligado a poner en pr¨¢ctica su planteamiento intelectual. Con la Covid es imposible organizar un festival, para m¨¢s se?as Ars Electr¨®nica, el m¨¢s importante del mundo dedicado a las conexiones entre arte, tecnolog¨ªa, ciencia y sociedad, que el a?o pasado duplic¨® durante cinco d¨ªas los habitantes de la ciudad austriaca de Linz. De all¨ª la necesidad de plantear una nueva f¨®rmula que ha convertido la 41? edici¨®n de Ars Electronica, que se celebra del 9 al 13 de septiembre, en la m¨¢s grande de su historia, porque adem¨¢s de la sede central en Austria, habr¨¢ 120 ciudades del mundo que participar¨¢n con actividades presenciales y virtuales todas retransmitidas en Internet y muchas en tiempo real.
¡°Mientras todos atemorizados por el virus cancelaban sus eventos, Ars Electr¨®nica pens¨® que era el momento de mostrar m¨²sculo como comunidad y cambiar formato. Opt¨® por una formula mixta presencial/virtual, descentralizada y expandida, involucrando a los artistas y las instituciones desde sus respectivas ciudades¡±, explica Vicente Matallana, director de la Colecci¨®n BEEP de arte electr¨®nico, ¨²nica en su g¨¦nero, que llevaba ya dos a?os participando en el festival. En pocos d¨ªas, bajo el paraguas organizativo del Institut Ramon Llull y sin realizar una sola reuni¨®n presencial, se juntaron el centro de producci¨®n independiente Hangar, la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), BEEP/NewArtFoundation y el festival OFFF, para dar vida al Ars Electr¨®nica Garden Barcelona (https://arselectronicagardenbarcelona.org).
Mapeando el mundo
El nombre garden (jard¨ªn) viene del lema de esta edici¨®n, En los jardines de Kepler. Un viaje global mapeando el nuevo mundo, que se propone articular un mapa de ciudades comprometidas con la investigaci¨®n y la experimentaci¨®n en arte y tecnolog¨ªa, desde una perspectiva ecol¨®gica y sostenible. Ecolog¨ªa e incertidumbre son las l¨ªneas tem¨¢ticas que desarrolla el Garden Barcelona, uno de los m¨¢s representativos del festival, que se articula alrededor de unas becas para la producci¨®n de tres obras, concedidas a M¨®nica Rikic por New Home of Mind, Roc Par¨¦s por Doble Consci¨¨ncia y Santi Vilanova por Forms-Screen Ensemble, que se estrenar¨¢n en una exposici¨®n en Arts Santa M¨°nica.
La muestra, que exhibe obras nunca expuestas en Barcelona, plantea una mirada de largo recorrido que oscila entre nuevas producciones y piezas hist¨®ricas como dos instalaciones de 1969 de Peter Weibel, artista y te¨®rico de los nuevos medios, fundador del m¨ªtico centro de arte ZKM de Karlsruhe, reci¨¦n adquiridas por BEEP.
Una pieza que contiene en s¨ª misma esta aproximaci¨®n hist¨®rica es la instalaci¨®n audiovisual interactiva de Roc Par¨¦s, cuyo objetivo es reeducar la conciencia visual, inspirada en el estereoscopio, inventado por Sir Charles Wheatstone a principio del siglo XIX. Los artistas han tenido que lidiar con el virus en los aspectos interactivos de sus piezas: como el artefacto audiovisual de M¨®nica Riic, dotado de un espacio virtual navegable en formato videojuego o la instalaci¨®n inmersiva de Albert Barqu¨¦-Duran & Marc Marzenit que invita a visitar una representaci¨®n del sistema vestibular, induciendo sensaciones ilusorias de auto-movimiento. Santi Vilanova pone la banda sonora con un sistema algor¨ªtmico que va generando en tiempo real composiciones audiovisuales ¨²nicas, que nunca se repiten.
Muchas obras conectan con el malestar y la sensaci¨®n de distop¨ªa que estamos viviendo a causa de la pandemia como el robot de M¨®nica Rikic, que sufre una crisis existencial por haber reescrito y eliminado de su c¨®digo el prop¨®sito para el que fue creado y que ahora busca el verdadero significado de su existencia a trav¨¦s de una interfaz espiritual. La obra que reflexiona sobre la percepci¨®n de identidad en las entidades artificiales inteligentes, especula sobre el significado de conciencia artificial y la idea de un robot consciente.
¡±El arte electr¨®nico y digital no quiere solo ofrecer consuelo y mitigar el malestar, quiere poner en funcionamiento la tecnolog¨ªa de forma cr¨ªtica, quiere entrar en el problema con las herramientas ¨²tiles para plantear las preguntas adecuadas. No se trata solo del paso a la dimensi¨®n online que ahora ha cobrado una posici¨®n de primer plano, sino de encontrar la forma de crear un mundo h¨ªbrido eficaz, reflexionando y reconsiderando la relaci¨®n con las herramientas digitales¡±, indica Lluis Nacenta, director del centro de producci¨®n Hangar, que se ha encargado de la que denomina ¡°la cocina tecnol¨®gica del festival¡±, ya que las tres obras becadas han sido producidas en sus instalaciones, donde siguen proporcionando residencias a creadores de diversas disciplinas.
La muestra que se abrir¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles 9, d¨ªa de la inauguraci¨®n de Ars Electr¨®nica se podr¨¢ visitar hasta el 20 de septiembre, para participar tambi¨¦n en el programa de la edici¨®n extraordinaria de S¨°nar +D, que tendr¨¢ lugar el 18 y 19 de septiembre en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB).
Adem¨¢s de retransmitir en streaming (https://www.youtube.com/user/IRLlull) los debates del Dhub y la Algorave en Hangar, un concierto de m¨²sica por ordenador programada en tiempo real por Toplap, para ofrecer al p¨²blico global una idea de la escena catalana, se han grabado los Taxis, unas v¨ªdeo c¨¢psulas concebidas como visitas a los artistas. Entre otros hay pioneros como Antoni Muntadas, menci¨®n de honor en Ars Electr¨®nica 1995; Antoni Abad, ganador del m¨¢ximo galard¨®n del festival en 2006; y Marcel.l¨ª Ant¨²nez, adem¨¢s de emergentes como Mario Santamaria y 300.000 Kms, que ganaron el premio en 2019 con un proyecto para mejorar la calidad de vida en el Raval.
El gran olvidado de los museos
Desde File Room, la obra creada por Muntadas en 1994, Barcelona ha siempre tenido una presencia destacada en la creaci¨®n digital. Sin embargo excluyendo algunas incursiones de Vicen? Altai¨° y Jaume Reus cuando eran directores del Arts Santa M¨°nica, el arte electr¨®nico es el gran olvidado de museos y centros de arte. Curiosamente, muchos como el Macba no han aprovechado la pandemia para dar visibilidad a la escena del arte digital, sino que han preferido llenar internet con sus propuestas anal¨®gicas.
Durante el confinamiento, Ars Electronica ha creado un programa de eventos virtuales de todo tipo, titulado <Home Delivery, que ha atra¨ªdo una cantidad de gente extraordinaria y se ha basado en este palimpsesto para el planteamiento de este festival expandido. La idea es que cualquiera desde su dispositivo pueda ver lo que se est¨¢ haciendo en 120 ciudades. En cambio aqu¨ª a muchas instituciones parece resultarle dif¨ªcil admitir que en internet hay vida m¨¢s all¨¢ de las redes sociales. Dada la necesidad de alejamiento y el cada vez mayor protagonismo de la esfera virtual esperemos que los museos se abran a experiencias enriquecedoras que permitan la participaci¨®n -aunque sea remota- del p¨²blico. Ojal¨¢ que la iniciativa del Ramon Llull sirva, utilizando un lenguaje inform¨¢tico, para reiniciar el sistema.
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