Empezar por los cimientos

No estoy tan seguro de que el proc¨¦s est¨¦ finiquitado, como dej¨® entrever en alguna entrevista el exmiembro de Podemos en Catalu?a, Xavier Dom¨¨nech. Lo que s¨ª que creo es que se est¨¢ viendo otro proceso, el de descomposici¨®n del bloque de derechas del independentismo, que lo tiene, y es m¨¢s acentuado de lo que ellos mismos son capaces de reconocer. Declarada esa guerra civil dentro del independentismo, como la calific¨® el mismo vicepresidente del Govern, Pere Aragon¨¨s, no queda m¨¢s que esperar a ver con qu¨¦ alforjas recurrir¨¢ la izquierda catalana a las pr¨®ximas elecciones, dando por sentado este opinador que Esquerra Republicana pertenece todav¨ªa a esa izquierda.

Creo que qued¨® claro que en la machada unilateral del independentismo del 2017, ERC colabor¨® (Junqueras y Rovira) muy activamente en el comienzo de la construcci¨®n de la casa por el tejado. Tal vez hubo alguien, a lo sumo, que intent¨® evitar el monte y encarar unas elecciones que nos hubieran llevado probablemente al mismo punto en el que nos encontramos pero sin las traum¨¢ticas consecuencias institucionales y personales que esa grav¨ªsima imprudencia estrat¨¦gica y pol¨ªtica llev¨® a sus actores. Ni los da?os colaterales que eso trajo para toda Catalu?a, incluidos los no independentistas.

En estos mismos d¨ªas en que se est¨¢ hablando y barajando alianzas y acuerdos de cara a los Presupuestos que el Gobierno de Pedro S¨¢nchez (y la ciudadan¨ªa toda del Estado) necesita aprobar lo antes posible, y en que el fugado de Waterloo llama a la ¡°confrontaci¨®n inteligente con el Estado espa?ol¡±, se publica Tornarem a v¨¨ncer (i com ho farem), de Oriol Junqueras y Marta Rovira, precisamente los mismos que impidieron que Puigdemont convocara elecciones aquella infausta ma?ana de octubre. (El t¨ªtulo del libro, por cierto, se las trae, desde luego. El subt¨ªtulo es un poco engorroso de entender. Si has vencido una vez (Volveremos a vencer), que reza el t¨ªtulo, por qu¨¦ tienes que explicar c¨®mo lo har¨¢s de nuevo (c¨®mo lo haremos). Si ya has vencido una vez, se supone que esa estrategia te servir¨¢ de nuevo para la segunda vez, suponiendo que haga falta volver a repetirlo puesto que ya has vencido la primera vez). Pues bien, se enrocan los autores en la convocatoria de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n como eje central, junto a la amnist¨ªa a los pol¨ªticos presos, en la inminente mesa de negociaci¨®n entre el Govern y el Ejecutivo central para desbloquear el conflicto territorial que planea sobre la pol¨ªtica espa?ola (y catalana) desde hace casi una d¨¦cada.

El libro se?ala algunos errores t¨¢cticos, entre ellos no haber aspirado a obtener m¨¢s peso electoral en el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Dan por sentado que el refer¨¦ndum es una exigencia democr¨¢tica. Yo lo dejar¨ªa en una exigencia (por exigir que no quede), pero de ah¨ª a que sea democr¨¢tica queda un largo trecho. Tal vez Junqueras y Rovira entiendan y sientan que no se respetan sus derechos como sujetos de un pueblo llamado Catalu?a. Pero deber¨ªan saber, si ese fuera el caso, que la Comisi¨®n Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos estipula, dentro de las varias acepciones que tiene el concepto de autodeterminaci¨®n en el lenguaje jur¨ªdico internacional, por ejemplo, que el derecho de autodeterminaci¨®n no se tiene que articular exclusivamente con la f¨®rmula de la independencia. Tambi¨¦n existen el autogobierno, el gobierno local, el federalismo, el confederalismo, pero respetando siempre la soberan¨ªa y la integridad territorial. La pregunta surge por su propio peso: ?En Catalu?a no hubo una suerte de refer¨¦ndum cuando se vot¨® el Estatut de 2005 y el Tribunal Constitucional lo ¡°cepill¨®¡± por razones electoralistas del PP de entonces, con la alegre aquiescencia del llamado socialista Alfonso Guerra?

Volvamos a lo que nos deparar¨¢n las pr¨®ximas elecciones. Si yo fuera Rovira y Junqueras, apoyar¨ªa los Presupuestos de Pedro S¨¢nchez y dejar¨ªa despejada esa delicada materia econ¨®mica social que tanto necesitan que se resuelva Espa?a y Catalu?a, sean sus ciudadanos del partido que sean. Si yo fuera Rovira y Junqueras, encarar¨ªa las pr¨®ximas e inexorables elecciones catalanas que se nos vienen ¡ªno dejando de nombrar un nuevo president en caso de que Torra sea inhabilitado por la Justicia¡ª con la aspiraci¨®n de formar un nuevo tripartito y comenzar el edificio por donde deben comenzar, por sus cimientos. Con el PSC y Comuns, ERC podr¨ªa comenzar a ganarse a pulso su futuro (dos o tres generaciones) como partido de gobierno en una Espa?a federal o una Catalu?a independiente. As¨ª se comenzar¨¢ a ganar, con m¨¢s argumentos sociales, econ¨®micos y ¨¦ticos, esa amplia base electoral que se necesita, si se insiste en el sue?o de la independencia, para exigir leg¨ªtimamente un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Y si yo fuera Rovira y Junqueras, la amnist¨ªa la dejar¨ªa en indulto. Con ¨¦l saldr¨¢n, m¨¢s temprano que tarde, los pol¨ªticos presos.