Finestres, una silenciosa librer¨ªa con aroma a club ingl¨¦s en Barcelona

Sherlock Holmes, y especialmente su hermano Mycroft, huyen del mundanal ruido refugi¨¢ndose en el Club Di¨®genes, donde los socios pueden leer sin ser molestados porque su principal regla es el silencio: no respetarlo puede conllevar la expulsi¨®n. El empresario farmac¨¦utico Sergi Ferrer-Salat siempre ha encontrado que en Barcelona faltaba un espacio cultural donde sentarse y leer con cierto silencio, sin que impere m¨²sica de fondo, se atempere el uso de lo digital, que facilitara hasta un cierto recogimiento y que, en el mayor de los placeres, permitiera incluso poder conversar con autores cara a cara. Ese punto de club ingl¨¦s es el que respirar¨¢ la nueva librer¨ªa Finestres que piensa abrir en febrero del a?o pr¨®ximo: una oferta de 53.000 vol¨²menes en 800 metros cuadrados, en dos locales. Estar¨¢n frente por frente en los n¨²meros 249 y 250 de la calle Diputaci¨®n de Barcelona, engrosando el cl¨²ster de librer¨ªas en la zona de la capital catalana que conforman, entre otras, las cercanas Alibr¨ª, Casa del Libro, Ona, Laie, Documenta y La Central.

El aire brit¨¢nico de la librer¨ªa lo ratificar¨¢ desde el logotipo, un perro basset hound, a la buscada decoraci¨®n con espacios para leer, con butacas orejeras y una luz ambiental que permita recogimiento y confort. El aspecto f¨ªsico ir¨¢ acorde con el espiritual: al menos un 30% de las referencias de los libros ser¨¢n en lengua extranjera (ingl¨¦s, franc¨¦s, alem¨¢n e italiano) y las novedades ¡°sin descuidarlas, no tendr¨¢n una presencia f¨ªsica tan importante como en otras librer¨ªas, predominar¨¢ el libro de fondo con gran equilibro entre ficci¨®n y pensamiento¡±, apunta la escritora Marina Espasa, que, como su hom¨®logo Kiko Amat, las libreras, ?urea Perell¨® y Mireya Valencia y la agente literaria Camila Enrich, casi est¨¢n ¡°decidiendo desde las sillas a la l¨¢mparas¡±, resume Amat, si bien todos entraron como responsables de programaci¨®n y hoy es el equipo que coordina el proyecto a partir de la filosof¨ªa del empresario.

Romper con las presentaciones al uso, traer autores extranjeros a Barcelona que las editoriales no puedan o no tengan previsto, clubes de lectura ¡°con conductores no habituales¡± y el ¡°fomento de lecturas en voz alta por parte de los propios autores¡± ser¨¢n algunos de los ejes de la oferta de Finestres, que tambi¨¦n tiene previsto, bajo un formato de pago tambi¨¦n muy ingl¨¦s, encuentros gastron¨®micos exclusivos de un grupo reducido de una quincena de clientes con un autor.

Finestres, que tiene un formato empresarial de sociedad limitada unipersonal, es un proyecto ¡°a largo plazo, es una apuesta por la cultura y la lectura aqu¨ª en Barcelona que hace Sergi Ferrer-Salat¡±, apunta una de las coordinadoras de la librer¨ªa, ?urea Perell¨®, que no desvela la inversi¨®n total prevista para un proyecto que transmite la sensaci¨®n de que no busca resultados econ¨®micos de manera inminente. En esa l¨ªnea, la librer¨ªa, de manera inusual, otorgar¨¢, en catal¨¢n y en castellano, dos premios a obra literaria publicada, de 25.000 euros cada uno: ¡°Quiz¨¢ en catal¨¢n hay m¨¢s, pero en castellano s¨®lo los hay institucionales¡±, aclara Enrich. Asimismo, se becar¨¢ a dos autores, tambi¨¦n en ambas lenguas, para un proyecto de ensayo, con una bolsa de 20.000 euros cada uno. Un aire de mecenazgo que no le es ajeno a Ferrer-Salat, que hace a?os que hace lo propio en el ¨¢mbito de la m¨²sica.

El poder¨ªo intelectual se traduce en lo f¨ªsico con los dos locales. El de Diputaci¨®n 249, es un espacio de 600 metros cuadrados, propiedad del empresario y que hasta el pasado junio albergaba su restaurante Monv¨ªnic, que acoger¨¢ toda la oferta de literatura, ensayo, cr¨®nica y literatura juvenil (no habr¨¢ de infantil): unos 40.000 vol¨²menes, am¨¦n de las presentaciones de peque?o formato. Justo al lado, se conservar¨¢ el Monv¨ªnic store, para seguir promocionando la cultura del vino y acoger los encuentros gastron¨®micos con los escritores, si bien la librer¨ªa contar¨¢ con un peque?o espacio de cafeter¨ªa. Enfrente, en Diputaci¨®n 250, estar¨¢ un local de 200 metros cuadrados, que forma parte de la conocida como Casa Garriga Nogu¨¦s, edificio hist¨®rico catalogado, como recuerda la doble ristra de viejas columnas met¨¢licas que da car¨¢cter al espacio. Ah¨ª, a partir del verano, estar¨¢n unos 13.000 vol¨²menes de las materias de artes esc¨¦nicas, fotograf¨ªa, cine, moda o dise?o (¡°en eso s¨ª que Barcelona tiene un d¨¦ficit¡±, cree Espasa) y es donde tendr¨¢n lugar los actos m¨¢s grandes. Entre los dos espacios, Finestres emplear¨¢ inicialmente a 13 libreros. La suma de los dos espacios coloca la librer¨ªa entre las m¨¢s grandes de Barcelona en superficie y oferta en vol¨²menes, muy cercana a los par¨¢metros de, por ejemplo, La Central del Raval (unos 800 metros cuadrados, si bien 85.000 libros) u Ona Llibres de Pau Claris, que abri¨® a finales del pasado mayo (con mil metros cuadrados y 50.000 vol¨²menes).

¡°Esperamos un p¨²blico culto, de entre 30 y 40 a?os, que puede ser perfectamente el asiduo al CCCB, incluso extranjero de paso, todos capaces de sentarse y leer, como un plus, en esa hora que te sobre a veces y entre una cosa y otra, aunque buscaremos atraer tambi¨¦n al p¨²blico adolescente¡±, traza Espasa como retrato-robot del potencial cliente de Finestres, que, admite, puede ¡°solaparse¡± con usuarios de librer¨ªas ya existentes hoy en Barcelona. Para Amat, ¡°propuestas como Finestres hay en Londres y en Nueva York, para gente muy consumidora de libros, que miran y rebuscan mucho; hay vocaci¨®n de ser una librer¨ªa internacional en Barcelona¡±. De abrir y mirar por la ventana.