La teor¨ªa del 50%
Me pregunto por qu¨¦ esta meta no se persigui¨® antes de los garrafales errores e imprudencias que se cometieron, cuando se dise?aron las elecciones del 1 de octubre
Hace apenas unas horas, el expresidente Quim Torra todav¨ªa segu¨ªa dando consignas del tipo ¡°confront¨¦monos al Estado con inteligencia¡±. Hoy me interesa hablar del 50% que el independentismo se ha puesto como meta para declarar unilateralmente la independencia de Catalu?a, es decir, hacer realidad lo que hasta ahora no es ni siquiera virtual: la Rep¨²blica catalana. Antes vaya por delante una boutade, si as¨ª se quiere calificar: si Joan Tard¨¤ dijo un d¨ªa aquello de ¡°alguien ten¨ªa que decirlo¡±, con Torra sucede algo parecido, alguien ten¨ªa que inhabilitarlo. Hubiera preferido que fuese el electorado, incluso el suyo propio, quien lo hubiera dejado KO hasta el infinito, pero tuvo que ser el menos indicado para semejante decisi¨®n el que permitiera que ahora veamos con esperanza el 14 de febrero, el d¨ªa de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas. Como era de suponer, todo el orbe independentista se rasg¨® las vestiduras. Pero en el fondo y sin querer hacerlo demasiado expl¨ªcito, entre ellos la propia Esquerra Republicana, se recibi¨® esa sentencia de inhabilitaci¨®n (tan buscada, ¡°pertinazmente¡±, por el propio agraciado) con alivio.
Entre las consecuencias m¨¢s directas de esa ¡°milagrosa¡± inhabilitaci¨®n tenemos la idea del 50% como antesala no se sabe a d¨®nde, pero para el independentismo una antesala parece que crucial. O ¡°hist¨®rica¡±, como ya es habitual celebrar cualquier desprop¨®sito pol¨ªtico por parte de los mandamases del independentismo, ll¨¢mese ?mnium Cultural, Assemblea Nacional Catalana o el telemu?eco de turno de Carles Puigdemont. Se suma a ello convertir esas elecciones en un plebiscito, algo as¨ª como independencia s¨ª, independencia no.
Lo primero que se me ocurre preguntarme, y supongo que a muchos tambi¨¦n, es por qu¨¦ esa idea no se le ocurri¨® a nadie antes del cansino 1 de octubre de 2017. Por qu¨¦ no haber dise?ado campa?as electorales con ese prop¨®sito. El 6 de septiembre de este a?o, un sondeo de GAD3 para La Vanguardia nos dec¨ªa que el independentismo superar¨ªa por primera vez el list¨®n del 50%, porcentaje que permitir¨ªa 77 esca?os en el Parlament. (Hay que agregar que en esta misma muestra el PSC obtendr¨ªa los suficientes votos para gobernar junto a Esquerra Republicana. Juntos obtendr¨ªan la mayor¨ªa parlamentaria necesaria). Entonces vuelvo a la pregunta anterior: por qu¨¦ esta meta no se persigui¨® antes de los garrafales errores e imprudencias que se cometieron, cuando se dise?aron las elecciones del 1 de octubre, la madre de todos los fracasos del independentismo, incluida una innecesaria (e igualmente imprudente) pena de c¨¢rcel por parte de los aparatos judiciales del Estado. (En este sentido, el independentismo, el Gobierno del PP y la c¨²pula judicial a sus ¨®rdenes dise?aron la tormenta perfecta).
Se supone que antes de 2017, el electorado independentista estaba m¨¢s movilizado que ahora, m¨¢s movilizado y sin pandemia de covid-19. Si en lugar de urdir planes pol¨ªticos tan insensatos como los que urdieron se hubieran puesto a demostrar c¨®mo se gestiona un pa¨ªs (o una naci¨®n), sea independiente o no, hubieran alcanzado y superado el list¨®n del 50% en las elecciones de diciembre del mismo a?o.
No s¨¦ si los defensores del 50% conocen la teor¨ªa de ese porcentaje en los matrimonios. Muy interesante por lo obvia m¨¢s que por lo que aporta de novedad. En una pareja, cada mitad debe respetar a la otra. M¨¢s evidente, imposible. De obtener el independentismo ese porcentaje de votos, ?respetar¨ªa a la mitad que no es independentista? Probablemente no si ese porcentaje le da la mayor¨ªa parlamentaria. Y aqu¨ª conecto esta conclusi¨®n con unas palabras que acaba de pronunciar Miquel Iceta, en el sentido de que no gobernar¨¢ nunca con ERC, un partido, agrega, que aboga por el derecho a la autodeterminaci¨®n y la independencia. Si Iceta se niega a ese gobierno ya desde ahora, estar¨¢ incurriendo en un grave error pol¨ªtico. Todo el mundo sabe que ERC quiere la independencia. Y adem¨¢s est¨¢ en su derecho (si no por qu¨¦ iban a cobrar un sueldo sus diputados por defender esas ideas). Pero ERC representa el costado m¨¢s pragm¨¢tico del independentismo, tan pragm¨¢tico que no creo que ignore que para postularse para la independencia lo mejor es ir demostrando sin tardanza la eficacia de su gesti¨®n, su capacidad para escuchar a los que no piensan como ellos. Y sobre todo, hacer algo para que todos los catalanes vuelvan a creer en la pol¨ªtica y no solo en las consignas y los d¨ªas hist¨®ricos.
J. Ernesto Ayala-Dip es cr¨ªtico literario.
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