El arte de mentir retorciendo la realidad
El PP practica sin pudor la estrategia del falseamiento para presentarse como v¨ªctima cuando en realidad es culpable y acusar a los adversarios de los estropicios pol¨ªticos que ¨¦l mismo ha causado
Es un atropello de la racionalidad pol¨ªtica tan frecuente que ya ni nos damos cuenta. Pero esta semana hemos tenido ocasi¨®n de observar una vez m¨¢s c¨®mo el PP lograba imponer con tanto ¨¦xito como descaro su estrategia de falseamiento de la realidad por la v¨ªa de imponer un relato de ¡°hechos alternativos¡± que en realidad no es otra cosa que una versi¨®n enga?osa de sus verdaderas intenciones y de su propia actuaci¨®n pol¨ªtica. El PP demuestra una gran habilidad, pero para que esta estrategia funcione necesita la connivencia de, al menos, una parte del periodismo. Cuando se lanza con tanto entusiasmo a ella ya sabe que no contar¨¢, por supuesto, con la colaboraci¨®n de todos los medios, pero le basta con disponer de una masa cr¨ªtica suficiente para provocar un efecto arrastre que obligue a los dem¨¢s medios a hablar de los asuntos que el PP quiere y en los t¨¦rminos que a ¨¦l le interesan. Para ello suele contar como cooperante necesario con el periodismo de trinchera af¨ªn y como colaborador involuntario a un tipo de periodismo indolente que se limita a reproducir las diferentes versiones sobre un mismo hecho creyendo que manteniendo la equidistancia ya cumple con su deber.
Como ya es habitual, el PP llen¨® la ¨²ltima sesi¨®n de control del Gobierno de exageraciones e hip¨¦rboles que no ten¨ªan otra finalidad que colonizar durante todo el d¨ªa los espacios informativos. Lo consigui¨® ampliamente. La noticia no eran los asuntos tratados, ni tampoco la estrategia de confrontaci¨®n que practica el PP, sino la bronca pol¨ªtica. Cuanto m¨¢s ruido hay, m¨¢s f¨¢cil es crear relatos falsos y mentir.
Dos asuntos relevantes de esta semana permiten observar en qu¨¦ consiste esa estrategia. El jueves se conoci¨® la temida sentencia del Tribunal Supremo sobre la trama G¨¹rtel. Rajoy se apresur¨® a utilizar de manera oportunista un aspecto formal de la sentencia que no altera el fondo para tratar de construir un relato de exculpaci¨®n, cuando en realidad era de confirmaci¨®n de culpabilidad. Tras dos a?os de silencio, emiti¨® un comunicado para decir que considera el fallo ¡°una reparaci¨®n moral¡± porque desmonta ¡°toda la justificaci¨®n de la moci¨®n de censura¡± que le arrebat¨® el Gobierno en 2018 que, seg¨²n ¨¦l, ¡°est¨¢ construida sobre la base de una enorme manipulaci¨®n de una sentencia¡±. En realidad, es ¨¦l quien est¨¢ manipulando la sentencia, siguiendo la estrategia que en 2009 le llev¨® a decir que no era una ¡°trama del PP¡± sino ¡°una trama contra el PP¡±.
Con esta forma de proceder lo que pretende Rajoy es neutralizar la interpretaci¨®n correcta de la sentencia y abundar en la estrategia de presentarse como v¨ªctima. Quien ahora dice sentirse reparado moralmente era el presidente de un partido que tiene todav¨ªa 11 procesos judiciales abiertos por corrupci¨®n. Uno de sus ministros, Federico Trillo lleg¨® a decir que todo el asunto G¨¹rtel era un montaje policial orquestado por el socialista Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Ahora sabemos que fue un ministro de Interior del PP en el Gobierno de Rajoy quien cre¨® una trama policial para obstaculizar la investigaci¨®n sobre el caso G¨¹rtel y atacar a los adversarios pol¨ªticos. Imposible imaginar algo m¨¢s inmoral.
El PP lleva m¨¢s de dos a?os bloqueando la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, que no ha dejado de tomar decisiones sobre nombramientos clave en la Administraci¨®n de justicia, hasta el punto que la Comisi¨®n Europea ha llamado la atenci¨®n a Espa?a por esta falta de renovaci¨®n. Tras un amago de preacuerdo con el PSOE, se volvi¨® atr¨¢s. El Gobierno de coalici¨®n ha reaccionado con un proyecto de ley que es discutible, pero el PP ha tenido la habilidad de presentarlo como un atentado a la democracia, cuando quien est¨¢ incumpliendo gravemente el mandato de la Constituci¨®n es el propio PP, obteniendo r¨¦dito pol¨ªtico del bloqueo. La portavoz del PP ha llegado a acusar a Pedro S¨¢nchez de ¡°conductas autoritarias y dictatoriales¡± y ¡°fraude de ley¡± por promover una reforma legislativa destinada a impedir que el PP contin¨²e son su fraude de ley.
Es una constante de los argumentarios del PP acusar o responsabilizar a los adversarios de aquello que ellos practican. Pero todo eso no pasar¨ªa de una burda interpretaci¨®n teatral sin la decisiva colaboraci¨®n de unos medios muy politizados y entregados a la causa que le ayudan a construir y consolidar los relatos. Un ecosistema medi¨¢tico cada vez m¨¢s enrarecido en el que el periodismo de verificaci¨®n y rigor sobrevive con dificultad y apenas logra sobreponerse a la fren¨¦tica actividad de los spin doctors y de los magos del storytelling, constructores de relatos capaces de retorcer la realidad hasta darle la vuelta como a un calcet¨ªn.
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