Houli se resigna y Driss pelea en el juicio del 17-A
Los dos principales acusados siguen estrategias opuestas: uno dice estar arrepentido y el otro se aleja del islam
Mohamed Houli y Driss Oukabir, los dos principales acusados por los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017, est¨¢n y no est¨¢n. Asisten al juicio (su juicio) desde una pecera, la jaula de cristal que los expone a las miradas, como maniqu¨ªes en un escaparate. Comparten delitos y poco m¨¢s: ni personalidad, ni f¨ªsico, ni actitud, ni pasado, ni parentesco. Pese a que solo contestaron a sus abogados, su estrategia de defensa no podr¨ªa estar m¨¢s alejada.
¡ªSe?or Houli, ?lev¨¢ntese!¡ª, brama el presidente de la sala, F¨¦lix Alfonso Guevara, tras abroncar al abogado de Driss, que no quiere sentarse junto a los fiscales. Es la primera sesi¨®n del juicio por el 17-A y Guevara pisa fuerte.
Houli, que viste un ch¨¢ndal Nike, se pone en pie, las manos entrelazadas, el rostro a¨²n adolescente pese a sus 23 a?os, la mirada perdida en alg¨²n punto entre el suelo y su imaginaci¨®n. ¡°Siempre he mostrado mi voluntad de colaborar y mi arrepentimiento¡ Poco m¨¢s¡±. Y as¨ª, el ¨²nico acusado que ha dado a conocer los planes iniciales de la c¨¦lula de Ripoll ¡ªun atentado con bombas en Barcelona¡ª opta esta vez por el silencio. Su abogada intenta sacarle alguna palabra bondadosa. Est¨¢ en juego una rebaja de la pena, pero el resultado no es satisfactorio. ¡°?Su arrepentimiento es sincero?¡± ¡°Obviamente¡±, responde.
¡°Os arrepentir¨¦is de haber nacido¡±, dice un terrorista en un v¨ªdeo de amenaza¡°Os arrepentir¨¦is de haber nacido¡±, dice un terrorista en un v¨ªdeo de amenaza
Calla Houli y la Fiscal¨ªa, que pide para ¨¦l 41 a?os de c¨¢rcel por organizaci¨®n terrorista, fabricaci¨®n de explosivos y estragos ¡ªpero no por los 16 asesinatos del 17-A¡ª sale a la carga. Exhibe v¨ªdeos que hasta ayer solo conoc¨ªan los investigadores y hoy est¨¢n al alcance de todos en YouTube. Houli es el c¨¢mara. Graba a tres miembros de la c¨¦lula ¡ªYounes Abouyaqooub, el conductor de la Rambla; Mohamed Hichamy, el l¨ªder del ataque de Cambrils; y Yousseff Aalla, el primer disc¨ªpulo del im¨¢n de Ripoll¡ª en la casa ocupada en Alcanar (Tarragona), donde almacenaban explosivos.
En el suelo, divertidos, preparan un cintur¨®n bomba como quien juega a ser qu¨ªmico. ¡°Os vais a arrepentir de haber nacido, sobre todo vosotros, mossos, malparidos¡±, dice Hichamy. En otro v¨ªdeo, Younes aparece con el chaleco puesto. ¡°Te queda bien¡±, le dice Houli, que sobrevivi¨® a la explosi¨®n de Alcanar ocurrida la noche del 16 de agosto, v¨ªspera de los atentados, y que oblig¨® a la c¨¦lula a improvisar. Tras ser detenido en el hospital, Houli colabor¨® con la polic¨ªa, pero nunca de forma inequ¨ªvoca: la primera vez dijo que preparaban ¡°petardos¡±; la ¨²ltima, ya desde prisi¨®n, fabul¨® (los Mossos no pudieron seguir esa pista) con la existencia de un segundo grupo que, liderado por otro im¨¢n, atacar¨ªa desde Francia. Entre una cosa y otra, cont¨® los planes para atacar, entre otros objetivos, la Sagrada Familia.
Driss se presenta como un chico malo y niega relaci¨®n con el grupo de RipollDriss se presenta como un chico malo y niega relaci¨®n con el grupo de Ripoll
Houli encorva la espalda y mira otra vez al suelo. Es el turno de Driss, pelo rapado, pecho orgulloso; balancea los brazos al hablar. Frente a la resignaci¨®n de su compa?ero de banquillo, al que ni mira, Driss (31 a?os de edad, 36 a?os de petici¨®n de Fiscal¨ªa) pelea por su inocencia. Juega la baza del ate¨ªsmo: ¡°No soy una persona religiosa ni practicante¡±, dice, dando a entender que su falta de fe le impide participar en un atentado en el nombre de Al¨¢ y reivindicado por el Estado Isl¨¢mico.
Drogas y fiesta
Negarlo todo, salvo lo que no se puede negar. Con esa premisa, Driss se desvincula de la c¨¦lula de Ripoll. ?l es de otra generaci¨®n, va a lo suyo, a algunos los conoce solo de vista y ni siquiera sabe qui¨¦n es el im¨¢n, Abdelbaki Es Satty. Prefiere proyectar la imagen de chico malo si eso hace que no lo vean como a un yihadista: ¡°Sal¨ªa de fiesta, consum¨ªa coca¨ªna y hach¨ªs, iba con chicas de compa?¨ªa, trapicheaba...¡±
Driss es el ¨²nico supuesto miembro del grupo de Ripoll con antecedentes. La foto de su ficha policial apareci¨® en televisi¨®n la tarde del 17 de agosto, tras el atropello. Se le identificaba (err¨®neamente) como el conductor de la furgoneta de La Rambla. Dice que estaba en una plaza de Ripoll y que iba a entregarse para aclararlo todo cuando los Mossos se adelantaron y lo detuvieron.
La investigaci¨®n de tres a?os de la Audiencia Nacional ¡ªque tras los acusados glosar¨¢, con memoria de opositor, un investigador de Mossos¡ª se?ala los indicios contra ¨¦l. El 13 de agosto volvi¨® de Marruecos (¨¦l dice que fue ¡°a desconectar¡±) y fue recogido en el aeropuerto de El Prat por su hermano y otro amigo de la c¨¦lula. Al d¨ªa siguiente, vio v¨ªdeos sobre el para¨ªso y sobre c¨®mo afrontar el miedo a la muerte. El 16 de agosto acompa?¨® a Younes Abouyaaqoub y a Mohamed Hichamy a alquilar una furgoneta porque necesitaban a alguien mayor de 23 a?os. Por la noche, habl¨® por Facebook con su hermano Moussa. Le expres¨® sus dudas. ¡°No est¨¢s preparado¡±, le dijo Moussa. ?l s¨ª lo estaba: morir¨ªa en el ataque a Cambrils. ¡°?Qu¨¦ inter¨¦s voy a tener en todo esto? ?Que muera mi hermano?¡±
Tras la intensidad de Houli y Driss llega Said Ben Iazza, que apoya la espalda en la pared: los bancos de la pecera no tienen respaldo. La Fiscal¨ªa le acusa de prestar su documentaci¨®n a la c¨¦lula para comprar precursores de explosivos. Alega que no sab¨ªa nada y que a Younes y Yousseff los conoc¨ªa como ¡°clientes¡± de su tienda halal de Vinar¨°s (Castell¨®n).
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