El urbanismo feminista llega al pol¨ªgono
Barcelona mejorar¨¢ el espacio urbano de zonas industriales para hacerlas m¨¢s amables y facilitar la vida cotidiana
Que las ciudades no est¨¢n pensadas para el traj¨ªn diario de mujeres, ni?os y mayores lo sab¨ªamos. De ah¨ª el llamado urbanismo feminista, que reclama que el espacio p¨²blico sea amable para la vida cotidiana: empujar carritos de beb¨¦, de la compra, moverse si se tiene una discapacidad, sentarse, que las farolas no iluminen solo la calzada¡
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Que las ciudades no est¨¢n pensadas para el traj¨ªn diario de mujeres, ni?os y mayores lo sab¨ªamos. De ah¨ª el llamado urbanismo feminista, que reclama que el espacio p¨²blico sea amable para la vida cotidiana: empujar carritos de beb¨¦, de la compra, moverse si se tiene una discapacidad, sentarse, que las farolas no iluminen solo la calzada¡
Todo esto, que las ciudades occidentales comienzan a hacer, es ciencia ficci¨®n en los pol¨ªgonos industriales. Calles perif¨¦ricas, mal comunicadas en transporte p¨²blico, coches en las aceras, nadie caminando... y de noche ni te cuento. Todo ello acaba provocando que las mujeres se desplacen en coche para evitar el trayecto hasta el metro o el bus, que queden en la parada para caminar juntas o que no se vea a nadie en la calle porque lo ¨²nico que se puede hacer es apoyarse en la pared.
En Barcelona, el Ayuntamiento cre¨® una gu¨ªa de urbanismo de g¨¦nero que, asegura, aplica en los nuevos proyectos o reurbanizaciones. Y ahora la idea es extenderlo a los pol¨ªgonos, comenzando por los del Bes¨°s, donde solo hay un 30% de mujeres, explicaron la semana pasada la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y la concejal de Feminismos, Laura P¨¦rez. El proyecto lleva el expl¨ªcito (y pol¨¦mico entre las interpeladas) t¨ªtulo Poligoneras, justicia de g¨¦nero en los pol¨ªgonos del Bes¨°s.
¡±Aunque un pol¨ªgono sea un pol¨ªgono, el espacio se puede mejorar¡±
De la mano de t¨¦cnicos de Barcelona Regional y del Plan de Barrios se han hecho talleres, observaciones y 12 ¡°marchas exploratorias¡± (en toda la ciudad, con 270 mujeres, organizadas por el Col¡¤lectiu Punt 6 y Equal Saree), dos de ellas con vecinas o trabajadoras de Bon Pastor, Torrent d¡¯Estadella, Montsol¨ªs y Verneda. El resultado ha constatado falta de vida cotidiana, fachadas a una escala no humana, edificios sin uso, falta de diversidad de usos, pocos pasos de peatones, apenas accesibilidad, falta de zonas verdes, paradas de bus de poca calidad y solares vac¨ªos.
Desde Barcelona Regional, la psic¨®loga urbana Ana Paricio explica que se ha utilizado la metodolog¨ªa del Manual de Urbanismo de la Vida Cotidiana. Se observan cinco indicadores: c¨®mo son las fachadas (usos de los edificios, si tienen ventanas, si hay comercio¡), las calles (pasos de peatones, pavimento, accesibilidad, buses o metro), los elementos urbanos (iluminaci¨®n, bancos, sombra, paradas de bus, ba?os p¨²blicos), el entorno (puentes, porches, ruido, limpieza, sensaci¨®n de seguridad o inseguridad) y qu¨¦ personas se mueven por el espacio (edades, tareas de cuidados, discapacitados, or¨ªgenes).
¡°En la calle de Caracas el suelo era de tierra. Ir al metro daba miedo¡±
¡°Evaluamos si el espacio f¨ªsico facilita el desarrollo de la vida cotidiana porque, aunque un pol¨ªgono sea un pol¨ªgono, el espacio se puede mejorar desde una mirada transversal: crear espacios de estancia para comer a mediod¨ªa, mejorar las aceras, la accesibilidad, la conexi¨®n con los barrios que est¨¢n cerca, procurar que se instale actividad en los bajos, sombra en tramos largos de paso¡¡±, explica Paricio.
En las marchas particip¨® Lourdes Punter, vecina del Bon Pastor. ¡°En la calle de Caracas era imposible ir con sillitas, el suelo era de tierra, el camino a la parada de metro de La Verneda da miedo¡ en las marchas me di cuenta de lo poco que se piensa en lo cotidiano y la poca voz que tenemos las mujeres¡±, relata. Y explica que los vecinos de Bon Pastor van a la biblioteca o al centro c¨ªvico de Bar¨® de Viver y los de Bar¨® de Viver, al m¨¦dico o a los cajeros de Bon Pastor.
Punter y Jennifer Jim¨¦nez, tambi¨¦n vecina y amiga, aplauden las mejoras hechas en la calle de Caracas, aunque explican que han aguantado el chaparr¨®n de cr¨ªticas porque hay un carril menos de circulaci¨®n. ¡°Ya no hay tierra ni socavones en las aceras, la iluminaci¨®n ha mejorado y han puesto m¨¢s paradas; antes solo hab¨ªa una y a la gente le daba miedo¡±. Pero lanzan un reproche: ¡°Es una pena que con el paro que tenemos no haya faena para la gente del barrio en estos pol¨ªgonos¡±. Y piden ¡°que las mejoras no se queden aqu¨ª¡±.