El efecto Illa y sus l¨ªmites
El PSC quiere representar un salto del estancamiento a la ambici¨®n. Y Pedro S¨¢nchez da la se?al de apostar por la pol¨ªtica y no s¨®lo por la v¨ªa judicial
?La candidatura de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat cambia realmente las coordenadas de las elecciones catalanas? El momento escogido para dar una noticia es buena parte del mensaje. Y en este caso, la vacuna, el calendario y la discreci¨®n previa han dado una dimensi¨®n de acontecimiento a un anuncio que en otras circunstancias hubiera tenido un impacto muy distinto. No es Illa la sorpresa. Si en mayo de 2019 el independentismo no hubiese bloqueado la designaci¨®n de Miquel Iceta como senador auton¨®mico, Illa ya llevar¨ªa a?o y medio al frente del PSC. Lo que da relieve a la noticia es que como casi todo lo que ocurre ahora mismo viene cargada por la covid. Del Salvador Illa de mayo del 2019 al Salvador Illa de hoy hay un largo trecho. El casi desconocido personaje de entonces llega ahora con la carga de diez meses de exposici¨®n p¨²blica permanente como responsable de la respuesta sanitaria del gobierno a la pandemia. En un instante, un d¨ªa cualquiera del a?o de la pandemia, ha pasado de dar las ¨²ltimas informaciones sobre el virus a la condici¨®n de ¡°candidato a la presidencia de la Generalitat¡±. Con otro factor a?adido, que confirma la importancia que el azar tiene en todos los ¨®rdenes de la vida, tambi¨¦n en la pol¨ªtica: ha llegado la vacuna. Unos d¨ªas de retraso e Illa seguir¨ªa en Madrid. No aterriza un candidato m¨¢s sino un personaje ampliamente conocido, para bien y para mal. Y ah¨ª est¨¢ la primera duda: ?Suma o resta su gesti¨®n de la pandemia?
Con Illa el PSC quiere representar un salto del estancamiento a la ambici¨®n. Y Pedro S¨¢nchez da la se?al de apostar por la pol¨ªtica en Catalu?a y no s¨®lo por la v¨ªa judicial que puso en marcha el PP. ?Es suficiente para cambiar el escenario? Han pasado tres a?os desde el oto?o de 2017. Ha bajado la tensi¨®n, las elecciones dif¨ªcilmente tendr¨¢n la dimensi¨®n dram¨¢tica que tuvieron las anteriores, que se tradujo en una participaci¨®n sin precedentes. A pesar de la presi¨®n abrumadora de la justicia sobre el independentismo y su entorno, con el cambio de gobierno en Espa?a y con el impasse en el que se encuentra el proc¨¨s, por los errores de c¨¢lculo de sus responsables y la dificultad de adaptar sus estrategias a la realidad, se ha rebajado sensiblemente la confrontaci¨®n pol¨ªtica y social. Se aprecian se?ales de desencanto en el propio electorado independentista, que en buena parte ya ha asumido los l¨ªmites de la situaci¨®n de excepci¨®n y no encuentra un liderazgo para recorrer una etapa distinta. La pandemia ha hecho el resto. Si ya de por s¨ª la ciudadan¨ªa emit¨ªa se?ales de agotamiento por estos a?os de confrontaci¨®n, represi¨®n y par¨¢lisis, la carga de miedo e incertidumbre acumulada por el virus contribuye a rebajar las expectativas: las condiciones sanitarias pueden provocar una cierta retracci¨®n a la hora de ir a las urnas. Y las disputas en el interior de los distintos bandos est¨¢n destinadas a protagonizar una nada ejemplar campa?a de zancadillas y golpes bajos.
Con el ¡°retorno a casa¡± de Illa, pretende romper la din¨¢mica negativa de un escenario atascado, ?pero hay razones para que esta sensaci¨®n cunda m¨¢s all¨¢ del momento sorpresa? La ca¨ªda de Ciudadanos y la lucha entre Vox y un PP que teme ser desbordado por la extrema derecha, dejan al PSC con margen de crecimiento por este lado. La campa?a del independentismo estar¨¢ polarizada por la pelea entre Junts per Catalunya y Esquerra por el primer puesto. Un partido amalgama como Junts si no conserva la presidencia puede entrar en fase de descomposici¨®n. Los socialistas pueden pescar en el voto del cansancio con la esperanza de que el gobierno espa?ol abra v¨ªas de reconocimiento. ?Cu¨¢nto suma todo esto? Cualquier c¨¢lculo debe partir de la idea de que probablemente en el resultado final pesar¨¢n m¨¢s los que se queden en casa que los cambios de bando. O sea que el objetivo del PSC deber¨ªa ser hacer el pleno de los suyos, un voto hist¨®ricamente movedizo y, ahora mismo, bastante confuso.
Junqueras ha captado la jugada y ha corrido a presentar las elecciones como un duelo por la presidencia entre Esquerra y los socialistas, buscando colocar a Junts en segundo plano. Illa puede agradec¨¦rselo porque le sit¨²a en la l¨ªnea de salida en una posici¨®n alternativa que ahora mismo no le dan las encuestas y si se hiciere cre¨ªble le dar¨ªa poder de arrastre.
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