Las nuevas restricciones por la covid-19 desconciertan a las librer¨ªas

Cuando faltaban 19 minutos para las 10 de la ma?ana, hora de apertura, los responsables de la Casa del Libro del paseo de Gr¨¤cia de Barcelona no sab¨ªan a¨²n ayer si pod¨ªan abrir o no. Al final, se decidieron a ello, con la paradoja de que, en la misma calle, tiendas de la cadena Zara no lo hac¨ªan por la misma raz¨®n: sus centros tienen m¨¢s 400 metros cuadrados, lo que impide, seg¨²n la ¨²ltima normativa sanitaria de la Generalitat por la covid-19, su apertura.

Tampoco sab¨ªan si, am¨¦n del requisito de las dimensiones, podr¨ªan finalmente abrir o no el s¨¢bado porque, seg¨²n la misma resoluci¨®n, aprobada el martes, las librer¨ªas deben cerrar desde ma?ana los fines de semana al no ser consideradas ¡°actividades esenciales¡±, si bien el pasado 22 de septiembre, el Consell Executiu aprob¨® una declaraci¨®n en la que se calificaba a la cultura ¡°un bien esencial¡±. ?ngels Ponsa, consejera de Cultura de la Generalitat, dijo ayer que esperaban ¡°poder salvar este escollo¡±. De no hacerlo, el sector calcula que el cierre en s¨¢bado, uno de los d¨ªas con m¨¢s afluencia de clientes, podr¨ªa hacerles perder entre un 15 y un 35% de su facturaci¨®n semanal a tenor de la ubicaci¨®n y tipolog¨ªa de las tiendas, seg¨²n las librer¨ªas consultadas por este diario.

El limbo legal en el que se mueven las librer¨ªas, a caballo de la cultura y el comercio, es tan notable como agobiante. A diferencia de la anterior, la ¨²ltima resoluci¨®n no especifica si las tiendas de m¨¢s de 400 metros cuadrados pueden abrir si acotan sus dimensiones. El Gremi de Llibreters de Catalunya ha requerido una aclaraci¨®n, entendiendo que ¡°si no se especifica lo contrario, la interpretaci¨®n anterior es vigente¡±, afirman fuentes del gremio. Esa lectura contar¨ªa con el benepl¨¢cito de Protecci¨®n Civil, mientras Comercio a¨²n no se ha pronunciado a pesar de que quedan apenas 24 horas, si bien todo apunta a que aprobar¨ªa esa decisi¨®n.

Bajo esa premisa, las grandes librer¨ªas de Barcelona (La Central del Raval, las dos de Casa del Libro y Ona, entre otras) abrieron acotando zonas de acceso al p¨²blico, lo que provoc¨® alguna peque?a cola por motivos de aforo. Algunas han suspendido tambi¨¦n las ya escasas actividades previstas.

M¨¢s inquietud generalizada en el sector genera la obligaci¨®n de cerrar los s¨¢bados. ¡°Es nuestro d¨ªa clave de la semana; las tiendas del paseo de Gr¨¤cia vivimos de la gente que deambula por aqu¨ª y ese d¨ªa es el que m¨¢s¡±, admite Marisa Ontiveros, responsable de Casa del Libro de esa calle, que cifra ¡°entre un 25 y un 35%¡± la ca¨ªda de ventas que puede conllevar la nueva situaci¨®n, agravada por el confinamiento municipal que implica la ¨²ltima resoluci¨®n sanitaria y que imposibilita que acudan personas de fuera de Barcelona. ¡°Esto las librer¨ªas de barrio quiz¨¢ no lo acusen tanto, pero las del centro de la ciudad, todas¡±, vaticina.

Es una percepci¨®n que ratifican, al un¨ªsono, los coordinadores de la tienda de Laie en Pau Claris, Lluis Morral y Enric Aymerich, que fijan en su caso en ¡°un 25%¡± la facturaci¨®n de la semana ese d¨ªa. ¡°Son momentos en que hay que cuidar al cliente como nunca porque cada venta es crucial y perder un d¨ªa as¨ª es un mazazo¡±, constatan molestos.

¡°Aqu¨ª lo que genera incertidumbre y rabia es que te obligan a cerrar sin contraponer recursos para afrontarlo y que no consultan nada porque todos sabemos que estas medidas no van a durar solo 10 d¨ªas¡±, apunta Marta Ramoneda, cofundadora de La Central, que podr¨ªan dejar de facturar ¡°de un 15 a un 17%¡± por el cierre de fines de semana. La menor afluencia de tr¨¢nsito en sus librer¨ªas tanto de la calle Mallorca como la del Raval lo vienen detectando ¡°desde que bares y restaurantes est¨¢n con restricciones: ha quitado vidilla a las calles¡±, observa Ramoneda, preocupada tambi¨¦n porque el cierre de fin de semana podr¨ªa afectar a trabajadores en situaci¨®n de expediente de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE).

Solidaridad ciudadana

Los dos fen¨®menos son los mimos que ha detectado y padece Isabel Sucunza, fundadora en el barrio de Sant Antoni de la Calders, que abre todo el fin de semana. ¡°Tenemos una persona contratada s¨®lo para los domingos, que igual deberemos llevar a un ERTE¡±, lamenta, mientras ratifica la falta de dinamismo en la calle Parlament: ¡°Desde que bares y restaurantes tienen esos horarios rid¨ªculos hay menos afluencia de gente y eso lo notamos: las tardes de s¨¢bados y domingos son des¨¦rticas¡±. Los fines de semana, a?ade, ¡°nos salvan las semanas de enero tras la campa?a de Reyes y est¨¢n siendo importantes desde el toque de queda porque la gente tras trabajar se va ahora directa a su casa¡±. Sucunza prev¨¦ p¨¦rdidas de ¡°un 20%¡± de las ventas.

Todos los libreros admiten que la campa?a de Navidad ha sido ¡°buena¡± y que han cerrado 2020 con s¨®lo una ca¨ªda de entre un 5 y un 6%, como la media del sector, buenos n¨²meros a tenor de los que se barajaban el pasado mayo, en plena primera ola de la pandemia. ¡°Hubo un apoyo popular a las librer¨ªas y al libro; aqu¨ª la clave es saber cu¨¢nto tiempo m¨¢s la gente va a querer, y poder, aguantar su solidaridad¡±, reflexiona Sucunza.