La causa judicial que amenaza la carrera pol¨ªtica de la candidata Borr¨¤s
La cabeza de lista de Junts, que aspira a presidir la Generalitat, est¨¢ investigada por prevaricaci¨®n, fraude en la administraci¨®n, malversaci¨®n y falsedad

Laura Borr¨¤s aspira a presidir la Generalitat al tiempo que afronta una causa judicial por delitos de corrupci¨®n. La candidata de Junts fraccion¨® presuntamente contratos por casi 260.000 euros para adjudic¨¢rselos a dedo a un colaborador suyo, Isa¨ªas H., cuando presid¨ªa la Instituci¨® de les Lletres Catalanes (ILC), entre 2013 y 2018. Est¨¢ investigada por prevaricaci¨®n, fraude en la administraci¨®n, malversaci¨®n y falsedad. Aunque el asunto ha salpicado su campa?a, insiste en que ¡°no hay caso¡± y ha rechazado abordarlo en las entrevistas concedidas en esta campa?a. Asegura que es v¨ªctima de una ¡°persecuci¨®n pol¨ªtica¡± por independentista; que el proceso penal est¨¢ plagado de irregularidades; y que la ¡°polic¨ªa patri¨®tica¡± vio delitos donde los Mossos no los apreciaron. EL PA?S ha conversado con las fuentes de la investigaci¨®n y consultado documentos de la causa para reconstruir el caso Borr¨¤s.
El error y la llamada. En 2017, el inform¨¢tico Isa¨ªas H. atraviesa un mal momento. Ha reca¨ªdo en su adicci¨®n a las drogas. En la dark web (Internet oscura) encuentra a un tipo que, desde Holanda, le suministra billetes falsos. Los recibe en un apartado postal de Castellbell i el Vilar. Pero un d¨ªa se produce un error. Una mujer recibe en casa una notificaci¨®n de Correos. Cuando recoge el paquete, descubre 1.000 euros en billetes de 50. Y denuncia a los Mossos. La polic¨ªa inicia una investigaci¨®n, llega hasta Isa¨ªas H. y logra que el Juzgado de Instrucci¨®n 6 de Manresa intervenga su tel¨¦fono. Solo dos d¨ªas despu¨¦s, en una larga charla con un amigo, el inform¨¢tico habla de sus trapicheos con pastillas de MDMA: acabar¨¢ aceptando, a fines de 2019, una pena de cinco a?os de c¨¢rcel por tr¨¢fico de drogas y falsificaci¨®n de moneda. No entrar¨¢ en prisi¨®n porque se compromete a seguir tratamiento de desintoxicaci¨®n. En esa llamada, Isa¨ªas menciona a Laura Borr¨¤s, que dirige el organismo del Departamento de Cultura que promociona la literatura catalana. ¡°Yo con la Borr¨¤s, con la jefa, facturo unos trapis por all¨ª¡±, le dice.
Los Mossos investigan. Nada m¨¢s escuchar la conversaci¨®n, los Mossos la ponen en conocimiento del juez. Es lo que en derecho penal se conoce como ¡°hallazgo casual¡±, aunque Borr¨¤s dir¨¢ m¨¢s tarde que fue objeto de una ¡°investigaci¨®n prospectiva¡±. Por fuentes abiertas (como el portal de contrataci¨®n de la Generalitat), los agentes hacen una primera indagaci¨®n. Comprueban que la ILC ha adjudicado trabajos a Isa¨ªas que parecen haberse fraccionado: el objeto es el mismo (el portal web de la instituci¨®n) pero los contratos se camuflan bajo diferentes conceptos. Se?alan, en un oficio preliminar, que puede haber irregularidades administrativas. A ese dato se acoger¨¢ Borr¨¤s, una vez investigada, para decir que los Mossos pidieron el archivo de la causa, pero lo cierto es que en informes posteriores concluir¨¢n que aprecian indicios claros de delito. La Fiscal¨ªa pide deducir testimonio ¡ªy el juez lo acuerda¡ª a los juzgados de Barcelona, sede de la instituci¨®n p¨²blica. Por las normas de reparto, el asunto cae en manos de Silvia L¨®pez, titular del Juzgado de Instrucci¨®n 9.
Indicios y registros. Los Mossos piden nuevas diligencias y la juez de Barcelona decreta el secreto del sumario. L¨®pez deja claro que no quiere filtraciones: se trata de proteger la identidad de quien ya entonces es diputada en el Parlament (2017) y consejera de Cultura del president Quim Torra (2018). La causa no investiga en esta fase a Borr¨¤s, sino los hechos: no puede ser de otra forma porque es aforada ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a. Pero la jurisprudencia se?ala que, antes de enviar el asunto al ¨®rgano que toque, debe reunirse un m¨ªnimo de indicios. Borr¨¤s asegurar¨¢ m¨¢s tarde que la juez era ¡°incompetente¡±, y que por tanto el proceso est¨¢ viciado. Los investigadores ahondan en el fraccionamiento de contratos, todos por importe inferior a 18.000 euros, lo que permite eludir el concurso p¨²blico. Aunque la candidata niega que sean amigos, sus trayectorias profesionales han ido en paralelo en los ¨²ltimos a?os: en el grupo de investigaci¨®n Hermeneia, en el m¨¢ster en literatura digital de la Universidad de Barcelona. Los Mossos ya aprecian, y as¨ª lo reflejan, indicios de delito. Pero necesitan m¨¢s pruebas y en noviembre de 2018 registran, con autorizaci¨®n judicial, el CTTI (Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informaci¨®), la sede de la ILC y el domicilio de Isa¨ªas. El objeto de la investigaci¨®n se filtra a los medios, lo que enfurece a la juez.
Filtraci¨®n y correos. El buz¨®n de correo de Isa¨ªas lleva la investigaci¨®n a otra dimensi¨®n. En un mensaje de 2013 ¡ªal comienzo de su andadura al frente de la ILC, donde llega con la misi¨®n de acercar el organismo a la era digital¡ª, Borr¨¤s le anuncia que dispone de presupuesto para redise?ar la web y le indica ¡°en qu¨¦ forma deber¨ªa fraccionarse¡±. ¡°Son l¨ªneas generales para que, conociendo las cifras, t¨² puedas afinar a nivel de presupuestos¡±, le dice. En otro correo de 2014, Borr¨¤s sigue adiestr¨¢ndole sobre la presentaci¨®n de distintos presupuestos: ¡°Hay que hacer tres por cada una de las personas o empresas diferentes. Yo hab¨ªa pensado que podr¨ªamos hacer que t¨² te presentes a los cuatro y solo ganes uno, el m¨¢s econ¨®mico de su serie. Si t¨² haces los cuatro vuestros yo hago los otros, ?te parece bien?¡± Fuentes judiciales coinciden en que es ella quien dirige la operaci¨®n, e Isa¨ªas quien la acepta para trabajar y cobrar. Los Mossos apenas tienen tiempo de elaborar un primer informe con el material incautado cuando son apartados del caso por falta de confianza debido a la filtraci¨®n, como consta en las actuaciones y prev¨¦ el decreto de polic¨ªa judicial. La Guardia Civil toma las riendas de las pesquisas, pero se limita a seguir la l¨ªnea de investigaci¨®n de la polic¨ªa catalana. ¡°Todo el trabajo estaba hecho¡±, se?alan las mismas fuentes. Borr¨¤s opinar¨¢ m¨¢s tarde que la juez quiso poner a su ¡°equipo titular¡± porque las conclusiones de los Mossos no le hab¨ªan gustado.
Los testigos y el Supremo. La juez L¨®pez mantiene a tres investigados: Isa¨ªas (que no declara), un amigo al que subcontrat¨® uno de los trabajos y una funcionaria de administraci¨®n de la ILC. En el juzgado declara tambi¨¦n la interventora de la Generalitat de ese organismo. Confirma que los trabajos no se pod¨ªan fraccionar porque, bajo distintos conceptos, correspond¨ªan a una tarea: la p¨¢gina web. Mientras la instrucci¨®n sigue su curso, Borr¨¤s se convierte en diputada en el Congreso (mayo de 2019). La juez resume todos los indicios contra ella en un auto (exposici¨®n razonada) que env¨ªa al Tribunal Supremo. Cuando el Congreso debate el suplicatorio del Supremo, Borr¨¤s se defiende con u?as y dientes en una rueda de prensa de m¨¢s de una hora. En julio de 2020, llega su turno de declarar en el Supremo. Pero por consejo de su abogado, Gonzalo Boye ¡ªletrado de los expresidentes catalanes Carles Puigdemont y Quim Torra¡ª se acoge a su derecho a no declarar.
Los delitos y el futuro. Los correos, prueba clave del caso Borr¨¤s, dejan poco margen de duda, expresan las fuentes consultadas: Borr¨¤s no es que conociera el fraccionamiento: es que lo orden¨®. No es per se un delito; s¨ª lo es si se hace para eludir el concurso p¨²blico y adjudicarlo a quien uno desee. Ah¨ª est¨¢ la posible prevaricaci¨®n, que conlleva pena de inhabilitaci¨®n, la que m¨¢s puede afectar a Borr¨¤s. Las fuentes coinciden en que la malversaci¨®n ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil de probar: hasta ahora, los testigos (empleados de la ILC) que han declarado coinciden en se?alar que Isa¨ªas dedic¨® horas de trabajo y esfuerzo al portal web. Asumen que Borr¨¤s no se embols¨® un euro, admiten que Isa¨ªas era el indicado para el encargo, e incluso reconocen que, comparado con los grandes asuntos de corrupci¨®n, parece un caso menor. Pero se?alan que la reacci¨®n de Borr¨¤s, neg¨¢ndolo todo y present¨¢ndose como v¨ªctima, no le ayuda. Si, como es previsible, resulta elegida diputada en el Parlament, el caso bajar¨¢ del Supremo al Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a, donde seguir¨¢ su curso.
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