La victoria de la desafecci¨®n
Se mire como se mire, la ¨²nica victoria realmente indiscutible de la noche del 14-F fue de la abstenci¨®n. Y es muy probable que no toda la abstenci¨®n se pueda atribuir a la pandemia
La noche del 14 de febrero fue pr¨®diga en victorias electorales. El PSC se impuso en votos. ERC gan¨® su duelo con JxCat, tanto en votos como en esca?os. JxCat se felicit¨® porque el llamado ¡°bloque independentista¡± hab¨ªa logrado superar el 50% de votos. La CUP mantuvo la llave que le permite enviar gente a la papelera de la historia o encumbrarla a la presidencia de la Generalitat. En Com¨² Podem logr¨® aguantar el tipo y evitar el fiasco de sus correligionarios vascos y gallegos. Y Vox consigui¨® dar no solo la sorpresa sino tambi¨¦n el susto.
Todas estas victorias tienen un pero, especialmente las de los tres primeros clasificados. El PSC no logr¨® superar a ERC en esca?os y en cualquier caso el controvertido veto independentista elimina todas sus posibilidades de gobernar. La victoria de ERC sobre JxCat no fue por KO, al contrario de lo que pronosticaban los sondeos no hace tanto tiempo. (Torra se equivoc¨® echando a Chac¨®n del gobierno, pero hizo un gran favor a Puigdemont retrasando las elecciones hasta que el artefacto JxCat estuviese a punto). Los puigdemontistas perdieron estrepitosamente el ¡°plebiscito entre Junts y ERC¡± que una irreflexiva Laura Borr¨¤s proclam¨® desde las p¨¢ginas de El Punt Avui dos d¨ªas antes de las elecciones. Y en cuanto al presunto consuelo que supone la victoria del bloque independentista, hay que reconocer que el mayor porcentaje de votos independentistas de la historia se ha conseguido con el menor n¨²mero absoluto de votos desde el techo de 2.079.340 sufragios cosechados en 2017.
El mayor porcentaje de votos independentistas de la historia se ha conseguido con el menor n¨²mero de votos
Se mire como se mire, la ¨²nica victoria realmente indiscutible de la noche del 14-F fue de la abstenci¨®n. Sin duda, la pandemia hac¨ªa previsible una bajada de la participaci¨®n, pero es muy probable que no toda la abstenci¨®n se pueda atribuir a la pandemia. En Galicia y el Pa¨ªs Vasco se celebraron elecciones en julio, en fase de relajaci¨®n pero dentro de la pandemia al fin y al cabo. Pues bien: en Galicia la participaci¨®n baj¨® un poco menos de 5 puntos y en el Pa¨ªs Vasco, un poco m¨¢s de 9, mientras que en Catalu?a la ca¨ªda ha sido de 26 puntos (del 79 al 53,5%). Tiene que haber alguna explicaci¨®n m¨¢s. Y los primeros interesados en hallarla deber¨ªan ser los partidos del bloque independentista: si en las elecciones gallegas el PP perdi¨® 54.388 votos y en las vascas el PNV retrocedi¨® 48.208, el tridente independentista ¡ªcuando se supon¨ªa que la represi¨®n era m¨¢s intensa, etc¨¦tera¡ª se ha dejado por el camino nada m¨¢s y nada menos que 600.000 papeletas.
En las elecciones catalanas de 2006, una participaci¨®n del 56%, ligeramente superior a la del 14-F, hizo saltar todas las alarmas. Se constituyeron grupos de reflexi¨®n, se elaboraron informes. Poco tiempo despu¨¦s de que el presidente Jos¨¦ Montilla denunciara en Madrid la ¡°desafecci¨®n¡± emocional de Catalu?a hacia Espa?a, los expertos catalanes formularon su diagn¨®stico sobre lo que hab¨ªa sucedido: desafecci¨®n de los catalanes respecto a su propio sistema pol¨ªtico.
La desafecci¨®n, que en su versi¨®n juvenil inflama ahora las calles, se palpa desde hace tiempo en las encuestas
La desafecci¨®n, que en su versi¨®n juvenil m¨¢s descarnada ahora inflama las calles, se palpa desde hace tiempo en las encuestas. En los bar¨®metros del CEO se pregunta a los encuestados si est¨¢n muy, bastante, poco o nada satisfechos con el funcionamiento de nuestra democracia. En la ¨²ltima ola del bar¨®metro (octubre de 2020) la respuesta m¨¢s frecuente es ¡°poco satisfecho¡±, y la suma de ¡°poco satisfecho¡± y ¡°nada satisfecho¡± se encarama al 74%. Tres de cada cuatro catalanes dudan de nuestra democracia.
Lo de ¡°nuestra democracia¡± es una expresi¨®n ambigua: no queda claro si se refiere a la democracia espa?ola o a la catalana. Pero poco importa: el CEO tambi¨¦n pregunta a los encuestados por el grado de confianza que les merecen los pol¨ªticos ¡°catalanes¡±. En una escala del 0 al 10, el 22% de los encuestados elige el 0, mientras que un exiguo 0,9% opta por la puntuaci¨®n m¨¢xima. En conjunto, m¨¢s de la mitad de los encuestados suspende a los pol¨ªticos locales. Y hay m¨¢s: el 80% cree que los pol¨ªticos no tienen en cuenta lo que piensa la gente y que solo buscan el beneficio propio. As¨ª como en 2007 la desafecci¨®n se atribuy¨® en parte a la sensaci¨®n de inestabilidad provocada por el primer tripartito, la de 2021 no se puede desligar del show permanente que ha sido la XII legislatura. Recemos para que el pr¨®ximo gobierno catal¨¢n no contribuya a empeorar la calidad de la democracia en Catalu?a.
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