Junts y la CUP tratan de empujar a ERC a un Gobierno de radicalidad

Las negociaciones para formar un nuevo Gobierno en Catalu?a tendr¨¢n a ERC como el eje que intentar¨¢ equilibrar las propuestas m¨¢s radicales de sus socios. Junts, la formaci¨®n liderada por el expresident pr¨®fugo Carles Puigdemont, quiere que el nuevo Ejecutivo reconozca que la independencia unilateral es una opci¨®n. Los anticapitalistas de la CUP exigir¨¢n, seg¨²n indica su programa electoral, medidas extremas en lo econ¨®mico pero tambi¨¦n en la gesti¨®n de la polic¨ªa. Los tres partidos tienen dos semanas para pactar un Gabinete presidido por el republicano Pere Aragon¨¨s.

El 26 de marzo es la fecha en la que el Parlamento aut¨®nomo debe votar la investidura del nuevo presidente de la Generalitat. Una de las cuestiones clave ser¨¢ dilucidar si la CUP est¨¢ dispuesta a formar parte del Gobierno o se limitar¨¢ a dar apoyo a este desde su grupo parlamentario. En caso de acuerdo, la decisi¨®n final de la formaci¨®n de la extrema izquierda la tomar¨¢ la militancia en asamblea. Los mensajes emitidos desde la CUP en el ¨²ltimo mes indican que lo m¨¢s probable es que no se sume a un Ejecutivo tripartito.

Todo apunta a que ERC y Junts tendr¨¢n que revalidar as¨ª su bipartito. Pero antes deber¨¢n limar diferencias sustanciales que aparecen como compromisos en sus respectivos programas. Estos son algunos de ellos:

Junts presiona para abordar de qu¨¦ manera deber¨ªa el Govern reconocer que, como Puigdemont defiende, la unilateralidad es una alternativa leg¨ªtima para separarse de Espa?a. ¡°Si no funciona la negociaci¨®n [con el Gobierno central] hay que continuar avanzando y encontrar otras v¨ªas. Nosotros ya las hemos propuesto, pero estamos negociando con ERC c¨®mo se producir¨¢ esto, si es que llega¡±, afirm¨® el domingo en el diario Ara la nueva presidenta del Parlament, la dirigente de Junts Laura Borr¨¤s.

ERC es quien marca una l¨ªnea m¨¢s pragm¨¢tica en las aspiraciones soberanistas, poniendo el foco en conseguir un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n legitimado por el Estado. Esto se conseguir¨ªa, seg¨²n conf¨ªa el programa de la formaci¨®n republicana, superando ¡°sucesivamente¡± en varias convocatorias electorales el 50% del voto escrutado: ¡°Hay que forzar al Estado espa?ol a resolver democr¨¢ticamente el conflicto pol¨ªtico y aceptar la amnist¨ªa [de los l¨ªderes independentistas condenados por sedici¨®n y/o malversaci¨®n por el Tribunal Supremo tras la consulta ilegal del 1-O y la declaraci¨®n unilateral de independencia en 2017] y el refer¨¦ndum como ¨²nicas v¨ªas¡±, sostiene. Junts, en cambio, persiste en la idea de que la victoria electoral en los comicios del pasado febrero les legitima ya para impulsar en cualquier momento la separaci¨®n de Espa?a.

La autoridad del Consejo por la Rep¨²blica

ERC advierte en su programa de que no renuncia a la unilateralidad si no se cumplen sus aspiraciones, pero pone numerosos condicionantes para ello: ¡°Este escenario [la independencia unilateral] exigir¨¢ un apoyo muy mayoritario y su operatividad y eficacia depender¨¢ siempre de la acumulaci¨®n de apoyos, electorales pero tambi¨¦n institucionales, sociales, econ¨®micos y medi¨¢ticos¡±. El programa electoral de Junts, por el contrario, pone el acento en la legitimidad de la independencia sin el acuerdo con el resto de Espa?a, aunque lo hace estableciendo que esto solo ser¨¢ posible cuando ¡°la ciudadan¨ªa, las instituciones y el Consejo por la Rep¨²blica est¨¦n preparados¡±. El Consejo por la Rep¨²blica es una organizaci¨®n presidida por Puigdemont en B¨¦lgica, adonde huy¨® para evitar ser juzgado por la consulta ilegal. Junts subraya en su programa que es partidaria de que el Parlament reconozca al Consejo por la Rep¨²blica como la ¡°autoridad nacional¡± que, fuera de la influencia del Estado, debe coordinar a los representantes electos del independentismo para materializar la independencia. ERC no ha explicitado su posici¨®n sobre el Consejo por la Rep¨²blica.

Los anticapitalistas de la CUP s¨ª secundan la legitimidad del Consejo por la Rep¨²blica aunque, a diferencia de Junts, ponen el foco en alcanzar la independencia a trav¨¦s de un refer¨¦ndum v¨¢lido. El partido de Puigdemont aboga por la v¨ªa unilateral, pero al mismo tiempo concede que quiere solicitar ¡°la intervenci¨®n de los organismos europeos para conseguir un refer¨¦ndum acordado y vinculante¡±.

Desobediencia y Mossos

Los tres partidos independentistas no renuncian a la desobediencia civil e institucional frente a decisiones del poder ejecutivo o del judicial contrarias a sus intereses, aunque ERC explicita que esto solo ser¨¢ as¨ª en el caso de que ¡°una mayor¨ªa democr¨¢tica lo avale¡±, sin precisar c¨®mo comprobarlo.

Desde la Generalitat se alentaron movilizaciones de este signo durante los altercados en 2019 por la sentencia del proc¨¦s. El Govern reaccion¨® tambi¨¦n con tibieza a los actos vand¨¢licos del pasado febrero por el encarcelamiento del cantante Pablo Has¨¦l (condenado por enaltecimiento del terrorismo) porque, como reconoci¨® el consejero de Interior, Miquel S¨¤mper, no quer¨ªan incomodar a la CUP.

El partido de la extrema izquierda insiste en la desproporcionalidad de la acci¨®n de los Mossos, la polic¨ªa auton¨®mica, y pide suprimir sus unidades de antidisturbios. ERC y Junts se han comprometido a una reforma policial, pero sin llegar tan lejos.

La CUP tambi¨¦n forzar¨¢ el juego en pol¨ªtica fiscal. Los anticapitalistas quieren modificar sustancialmente los grav¨¢menes del IRPF para las rentas de m¨¢s de 60.000 euros. Esto dif¨ªcilmente ser¨¢ del agrado de Junts, que durante la campa?a mostr¨® un perfil m¨¢s liberal. De hecho, su n¨²mero tres en la lista, el expresidente de la Cambra Joan Canadell, abog¨® incluso por suprimir los impuestos de sucesiones y patrimonio.

La CUP quiere ir m¨¢s all¨¢ en la presi¨®n fiscal sobre donaciones y limitar las bonificaciones a aquellas herencias inferiores a los 200.000 euros. Las propuestas sobre impuestos de ERC son gen¨¦ricas. Apenas plantean crear un nuevo impuesto para el comercio electr¨®nico ¡ªen el que coinciden todos los partidos¡ª y medidas quir¨²rgicas, como exenciones fiscales para captar talento internacional. Junts apuesta por rebajar impuestos a empresas y aut¨®nomos y, como los republicanos, ligeras modificaciones en el IVA. Y, sobre todo, reclama que la Generalitat asuma la mayor parte de los impuestos que ahora controla la Administraci¨®n General del Estado.

La CUP tambi¨¦n defiende otro elemento de fricci¨®n: las nacionalizaciones de empresas que se consideren esenciales y estrat¨¦gicas, y que los servicios p¨²blicos sean tambi¨¦n de gesti¨®n p¨²blica. Las nacionalizaciones no existen en los programas para Junts y ERC. Junts tira de un viejo proyecto: convertir el Instituto Catal¨¢n de Finanzas (ICF), un organismo de la Generalitat, en el ¡°Banco Nacional de Catalu?a¡± que permita realizar inversiones, una idea que comparte la CUP. ERC parece haber abandonado la idea. Pese a llevar a?os detr¨¢s de ello, el ICF no ha logrado todav¨ªa la ficha bancaria (una especie de licencia) que anhela para operar en este sentido.

Diferencias en vivienda

En los programas electorales de los partidos independentistas se percibe una narrativa com¨²n en lo que a pol¨ªticas sociales se refiere. En el detalle, y en ¨¢mbitos como las residencias de ancianos o la educaci¨®n, Junts aboga m¨¢s por una colaboraci¨®n p¨²blico-privada, mientras que ERC y la CUP apuestan por destinar m¨¢s recursos p¨²blicos.

Dos puntos han sido primordiales en la anterior legislatura: el despliegue de la renta garantizada de ciudadan¨ªa (RGC) y el acceso a la vivienda. Junts propone mejorar esta prestaci¨®n e impulsar la coordinaci¨®n entre administraciones para integrar la RGC y el ingreso m¨ªnimo vital (IMV). La CUP quiere ir m¨¢s all¨¢ y aboga por una renta b¨¢sica universal que garantice el ingreso m¨ªnimo del 60% de la renta media de la poblaci¨®n, unos 735 euros mensuales.

ERC propone seguir desplegando la RGC para hacerla llegar a m¨¢s beneficiarios e integrarla con el IMV. El partido de Aragon¨¨s pretende ¡°ordenar y compactar las m¨²ltiples prestaciones para transitar hacia un modelo integral de garant¨ªa de renta b¨¢sica¡±.

En materia de vivienda, ERC apuesta por obligar a los grandes tenedores a ofrecer alquiler social. Los republicanos proponen incrementar las pol¨ªticas de vivienda hasta el 0,4% del PIB, ¡°impulsar un plan de emancipaci¨®n juvenil real¡± y ¡°desarrollar pol¨ªticas para frenar los desahucios¡±. La CUP exige la ¡°suspensi¨®n inmediata¡± de los desahucios, defiende la okupaci¨®n y propone expropiar los edificios vac¨ªos en desuso. Junts aboga por aumentar la financiaci¨®n p¨²blica a favor de promotores privados que construyan vivienda protegida de alquiler. Tambi¨¦n se?ala la prioridad de ¡°combatir la ocupaci¨®n ilegal¡±.