¡°Es vergonzoso el tiempo de espera para un piso¡±
Diferentes sectores afectados por la par¨¢lisis de la Generalitat lamentan las consecuencias que sufre la poblaci¨®n
El escaso parque de vivienda p¨²blica de la Generalitat, el fiasco de la renta garantizada, la falta de estabilidad en materia de legislaci¨®n y planes educativos, sumados a los recortes que arrastra el sistema de ense?anza, desde primaria hasta la universidad, o el sanitario, son algunos de los reproches que ayuntamientos y afectados hacen al Govern y vinculan en parte o totalmente a la situaci¨®n de par¨¢lisis.
Los testimonios que siguen son ejemplo de la falta de actuaci¨®n en materia de vivienda p¨²blica, servicios sociales o educaci¨®n e investigaci¨®n.
Vega: ¡°Parece que perder la casa no fuera suficiente¡±. En mayo har¨¢ dos a?os que Vega, de 56 a?os, y su hijo peque?o (en aquel momento era menor) fueron desahuciados del piso de alquiler en el que viv¨ªan en Barcelona. Desde entonces est¨¢ en la lista para un piso de la mesa de emergencia. La espera media en esta lista es de dos a?os, y subiendo, porque las familias que aguardan son 1.300. Y desde entonces, en menos de dos a?os, Vega y su hijo han vivido realojados en cinco pisos distintos.
La mesa de emergencias depende del Consorcio de Vivienda. La Generalitat, que deber¨ªa aportar el 60% de los pisos, aporta solo el 20%, mientras el Ayuntamiento de Barcelona pone el 80%, lamenta desde hace a?os la concejal de Vivienda, Luc¨ªa Mart¨ªn. ¡°La inactividad del Govern y la falta de pol¨ªticas p¨²blicas de vivienda tienen un impacto directo en la vida de las personas. La espera de las familias que tienen derecho a un piso por haber sido desahuciadas o estar en riesgo de desahucio es vergonzosa¡±, considera uno de los portavoces de la PAH, Santi Mas de Xax¨¤s.
¡°Se relega y estigmatiza, como si haber perdido la casa no fuera suficiente¡±, llora Vega, y se?ala que la peor consecuencia de un desahucio es ¡°que se rompen v¨ªnculos familiares¡±. ¡°Tenemos un techo, pero estando realojado no est¨¢s tan bien, se nos vulnera el derecho a la intimidad, a la salud [en uno de los pisos hab¨ªa chinches] y afrontas situaciones humillantes¡±. Vega no se?ala a ninguna administraci¨®n en concreto, pero entiende ¡°que la falta de pol¨ªticas de vivienda viene de lejos¡±. Ahora en el piso tur¨ªstico, respira un poco aliviada. ¡°S¨ª¡±, dice, ¡°pero me doy cuenta de la depresi¨®n y ansiedad que arrastro por aguantar todo lo anterior¡±. El Ayuntamiento calcula que con los pisos para emergencias aportados en la ¨²ltima d¨¦cada, el Govern deber¨ªa haber aportado 1.400, si hubiera cumplido su 60%.
Lorena Mart¨ªnez: ¡°A¨²n nos deben las pagas del 2014¡±. Los equipos docentes han tenido que ingeni¨¢rselas para cuadrar horarios, turnos y clases por el coronavirus en un contexto mermado ya de por s¨ª por los recortes que la Generalitat hizo en Educaci¨®n hace una d¨¦cada. ¡°Exigimos que los reviertan¡±, reclama Lorena Mart¨ªnez, maestra y afiliada en UGT.
La Generalitat y los sindicatos acordaron a finales del 2018 el pago de las pagas extra pendientes de los cursos 2013 y 2014; pero el abono no se ha completado. ¡°El Govern nos debe a¨²n las pagas del 2014¡±, apunta Mart¨ªnez, ¡°somos la ¨²nica comunidad que no la ha cobrado. El departamento muestra voluntad para negociar la recuperaci¨®n de los recortes, pero siempre se escuda en la falta de los presupuestos¡±.
Las escuelas reclaman que las restricciones por el coronavirus deriven en una reducci¨®n de las ratios en las aulas. ¡°El departamento reclama calidad, pero nos encontramos aulas con 26 ni?os en plena pandemia, y algunos con necesidades especiales. Esto genera mucha impotencia porque los docentes no los podemos atender como se merecen¡±, opina Mart¨ªnez. Seg¨²n la maestra, el departamento ha dotado algunos centros de ¡°personal extra¡±, pero las ayudas no han sido homog¨¦neas. ¡°Hay centros que no han recibido refuerzos¡±, lamenta.
Torres: ¡°La universidad necesita estabilidad¡±. El presupuesto destinado a la educaci¨®n universitaria super¨® por primera vez en 2020 las partidas de las cuentas de 2011. Pero el aumento, del 5%, es inferior al crecimiento del 29% del presupuesto de la Generalitat en el mismo periodo. ¡°Necesitamos m¨¢s financiamiento¡±, reclama Francesc Torres, rector de la Universitat Polit¨¨cnica de Catalunya (UPC).
Torres plantea cu¨¢l es el papel de la universidad para la evoluci¨®n de un territorio, y reclama medidas a largo plazo: ¡°Las universidades requieren pol¨ªticas e inversiones a largo plazo, y para esto se necesita estabilidad¡±. El rector pide que los cambios en el Govern dejen de afectar a la educaci¨®n superior. ¡°Necesitamos pactos entre diferentes fuerzas pol¨ªticas que permitan una pol¨ªtica universitaria de largo recorrido y que sean independientes de los cambios pol¨ªticos, como destinar un porcentaje del PIB a las universidades¡±.
El aumento de la capacidad econ¨®mica de las universidades permitir¨ªa, explica Torres, ¡°hacer pol¨ªticas para retener el talen+doctorados industriales vinculados a las empresas para conectar directamente la formaci¨®n con la producci¨®n. ¡°Ha sido una pol¨ªtica activa muy importante, pero para ver la importancia de la universidad para un gobierno es necesario ver la partida presupuestaria adjudicada¡±.
Francisco: ¡°No trabajamos y el Govern nos debe la Renta¡±. Francisco tiene 37 a?os, dos hijos y no trabaja. Se dedica a la venta ambulante, pero asegura que en una semana consigue ¡°unos 40 euros vendiendo mascarillas y calcetines¡±. Su mujer tampoco tiene empleo. Sin recursos, no pagan actualmente el alquiler de su vivienda de Barcelona, y espera obtener la prestaci¨®n de la Renta Garantizada M¨ªnima. ¡°Le deben mucho dinero¡±, asegura un portavoz de la asesor¨ªa ALS, que gestiona su caso.
La Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa (RGC), una ley 2017 dirigida a las personas en situaci¨®n de pobreza, sigue generando dudas entre el sector. La comisi¨®n que promovi¨® la norma ya denunci¨® en septiembre del 2020 que a su juicio la ley dejaba fuera en aquel momento al 71% de las personas que se encuentran en pobreza severa en Catalu?a. ¡±Dijeron que ten¨ªan un dinero que no tienen¡±, denuncia el mismo portavoz de ALS. Mientras, Francisco es pesimista. ¡°Dej¨¦ los estudios a los 15 ¨® 16 a?os¡±, explica, ¡°y ahora nadie me da trabajo. Todos dicen que est¨¢ la cosa parada¡±.
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