El conductor kamikaze de Girona llev¨® el cad¨¢ver de su pareja dos semanas en el coche
El hombre que fue detenido por circular 40 kil¨®metros en sentido contrario explica que su compa?ero muri¨® en Italia mientras dorm¨ªan en el veh¨ªculo
El conductor que fue detenido el pasado jueves en Girona por circular 40 kil¨®metros en sentido contrario con el cad¨¢ver de su pareja en el asiento del copiloto asegura ¨Dseg¨²n fuentes cercanas al caso¨D que su compa?ero, de 88 a?os, hab¨ªa muerto dos semanas atr¨¢s mientras dorm¨ªan en el coche en Italia. El conductor kamikaze, R., de 66 a?os, sac¨® el pasado diciembre a su pareja, H., del geri¨¢trico donde viv¨ªa en Suiza, de manera ilegal. Sostiene que tuvo ¡°malas sensaciones¡± y detect¨® ¡°cosas que no le gustaban¡±, como que le hab¨ªan robado varios anillos. Tras salir del pa¨ªs, ambos muy enfermos, empezaron un viaje por Italia que preve¨ªan que ser¨ªa el ¨²ltimo. Tras noches en varios hoteles, R. explica que los alojamientos que ten¨ªan reservados tuvieron que cerrar por la pandemia y que durmieron varias noches en el veh¨ªculo. Una de ellas H. muri¨®. Luego, desconsolado y agobiado, R. cruz¨® Francia y Espa?a para ir hasta Lugo, de donde es originario, sin un objetivo claro, ya que al final cambi¨® de direcci¨®n e intent¨® volver a Z¨²rich, donde la pareja hab¨ªa convivido durante a?os.
La historia de amor empez¨® cuando de adolescente R. emigr¨® a Suiza, donde trabaj¨® de camarero. Al cabo de un tiempo conoci¨® a H. y vivieron juntos hasta que el ahora fallecido ingres¨® en un geri¨¢trico por problemas de salud. Con su compa?ero muerto en el asiento de copiloto y tapado con una manta, R. se aloj¨® en varios hoteles en Francia y Espa?a. Dijo que lleg¨® hasta Galicia, donde su hermana y sus sobrinos no lo acogieron como esperaba tras a?os sin relaci¨®n. Pocos d¨ªas despu¨¦s decidi¨® regresar a Suiza. Circul¨® de vuelta por Zamora, Madrid y por otras ciudades espa?olas hasta que pas¨® la frontera de La Jonquera, en Girona. Unos diez kil¨®metros m¨¢s adelante, en Le Boulou, se dio cuenta de que hab¨ªa un control de la polic¨ªa francesa.
R. sostiene que en aquel momento su gran preocupaci¨®n fue es que no llevaba ning¨²n informe que acreditara que se hab¨ªa sometido a una prueba PCR de covid-19, obligatoria para entrar a Francia. Temi¨® que los polic¨ªas vieran a H. y que los separaran de su pareja. Impulsivamente cambi¨® el coche de sentido y empez¨® un recorrido de m¨¢s de 10 kil¨®metros en direcci¨®n contraria en Francia y otros 30, primero por la autopista AP-7 y luego por la provincial GI-634. Alertados por las autoridades francesas, los Mossos d¡¯Esquadra de tr¨¢fico empezaron una persecuci¨®n a la que R. hizo caso omiso, hasta salir por la salida 5 a la altura de L¡¯Escala. En la localidad de Jafre los Mossos de la comisar¨ªa de La Bisbal d¡¯Empord¨¤ pusieron un control para conseguir darle el alto. Pero nada m¨¢s lejos de su intenci¨®n. R. esquiv¨® a una primera patrulla de Mossos, pero acab¨® saliendo de la v¨ªa al intentar esquivar a la siguiente. El conductor kamikaze se resist¨ªa a salir del coche, de alquiler, y que acabara su tiempo junto a su pareja. Tanto es as¨ª, que la polic¨ªa tuvo que romper la ventanilla y quitarle las llaves. Finalmente, los Mossos levantaron la manta y hallaron el cad¨¢ver de H., con el cintur¨®n puesto y en avanzado estado de descomposici¨®n.
El cuerpo de H. fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Girona para que los forenses certificaran que no hab¨ªa tenido una muerte violenta y mientras tanto R. fue detenido por un delito contra la seguridad vial, por conducci¨®n temeraria. Tras una noche en el calabozo, fue llevado ante el juez y qued¨® en libertad con la prohibici¨®n de conducir en Espa?a. Los informes iniciales de la autopsia apuntaron que se trat¨® de una muerte natural. En cuanto est¨¦ confirmado R. podr¨¢ enterrar, en Girona, a su marido (seg¨²n ¨¦l estaban casados y no ten¨ªan m¨¢s familia en Suiza). Lo que venga despu¨¦s le da igual. Seg¨²n la fuentes cercanas al caso, R. en ning¨²n momento ha negado la realidad ni creen que padezca ninguna alteraci¨®n mental. Siempre ha sabido que lo que estaba haciendo no era correcto, simplemente quer¨ªa que estuvieran juntos hasta el final.
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