Un republicano para salir de la resaca
La elecci¨®n de Aragon¨¦s representa el cambio de hegemon¨ªa en el universo nacionalista catal¨¢n. Esquerra logra lo que no hab¨ªa conseguido durante la larga hegemon¨ªa de Converg¨¨ncia
Con Pere Aragon¨¨s, Esquerra Republicana vuelve a la presidencia de la Generalitat. La tuvo durante la II Rep¨²blica y la vuelve a conquistar ahora. Pero en este largo puente simb¨®lico hay un episodio que no se puede olvidar. Josep Tarradellas, de Esquerra Republicana, asumi¨® la presidencia de la Generalitat en el exilio en 1954 y la de la Generalitat provisional de Catalu?a, en su restauraci¨®n simb¨®lica en 1977, que ocup¨® hasta las elecciones de 1980, con la legitimidad de haber mantenido la continuidad de la instituci¨®n. De manera que ¨¦sta operaci¨®n, de la mano de Adolfo Su¨¢rez, fu¨¦ el ¨²nico punto de ruptura y de engarce con la legalidad republicana en la transici¨®n. Ahora, en pleno conflicto por la independencia, el ¨²nico partido que lleva inscrita la condici¨®n republicana vuelve a la presidencia de la Generalitat. Me viene a la memoria una enigm¨¢tica frase de Georges Orwell: ¡°Qui¨¦n controla el presente controlar¨¢ el pasado, quien controla el pasado controlar¨¢ el futuro¡±.
La solemnizaci¨®n del pacto ha estado lastrada por extra?os movimientos como la renuncia de Elsa ArtadiLa solemnizaci¨®n del pacto ha estado lastrada por extra?os movimientos como la renuncia de Elsa Artadi
Pero aunque la historia ayude a solemnizar el acto, los escenarios del presente no est¨¢n nunca exentos de tensi¨®n y de contradicciones. La elecci¨®n de Aragon¨¨s representa el cambio de hegemon¨ªa en el universo nacionalista catal¨¢n. Esquerra Republicana toma el mando. Lo que no hab¨ªa conseguido durante la larga hegemon¨ªa de Converg¨¨ncia lo logra ahora cuando los herederos del pujolismo transmutados al independentismo se han integrado en un movimiento de aluvi¨®n llamado Junts per Catalunya. La imposibilidad del sorpaso era ya un mito de la pol¨ªtica catalana y sobre ¨¦l se ha construido la teor¨ªa del complejo de Esquerra que en los momentos decisivos quedaba atrapada por el p¨¢nico. Algo de ello ha habido en las temerosas respuestas de Aragon¨¨s a las repetidas provocaciones de sus aliados. Pero esta vez Esquerra ha salido con la suya. Y Junts s¨®lo puede vivir mal esta afrenta.
El camino a la presidencia ha pasado por unas elecciones anticipadas, prometidas por Torra hace casi dos a?os, que se fueron aplazando hasta que la inhabilitaci¨®n del presidente las puso en el calendario. Illa gan¨® por la m¨ªnima a Aragon¨¨s que, a su vez gan¨® por la m¨ªnima a Puigdemont-Borr¨¤s, y empez¨® el jaleo. El desenlace ha requerido tres meses y tres votaciones. Un juego de desgaste que se detuvo porque los actores comprendieron que estaban agotando la paciencia incluso de sus propios votantes. Los pactos pretenden ser el punto de encuentro entre grupos con intereses en conflicto. Pero el descontento de Junts parece que no cesa. La solemnizaci¨®n del pacto ha estado lastrada por extra?os movimientos: la renuncia de Elsa Artadi a entrar en el Gobierno y los sonoros silencios del sector neoliberal / puigdemontista de Junts. De modo que habr¨¢ que esperar a la formaci¨®n de Govern para ver si este sector toma ya distancias del pacto para preparar un pr¨®ximo asalto. Junts per Catalunya es un batiburrillo ideol¨®gico y ser¨¢ dif¨ªcil desbloquear la pol¨ªtica catalana mientras no estalle en sus contradicciones.
?Tendr¨¢ autoridad para relanzar el pa¨ªs jerarquizando las prioridades conforme al principio de oportunidad?<CW-10>?Tendr¨¢ autoridad para relanzar el pa¨ªs jerarquizando las prioridades conforme al principio de oportunidad?
Aragon¨¨s alcanza la presidencia en un momento en que urge redefinir estrategias y salir de la larga resaca de octubre de 2017. No se puede vivir s¨®lo de la cantinela del mandato del 1 de Octubre. ?Es posible con una coalici¨®n de m¨ªnimos en que las cartas est¨¢n marcadas? Nadie le puede discutir a Esquerra su apuesta por el independentismo: es estructural en ella. Pero, como Junqueras, ha repetido una y mil veces, es un camino largo, que requiere una enorme acumulaci¨®n de capital pol¨ªtico (de voto) y que s¨®lo puede resolverse en un refer¨¦ndum. De modo que toca gobernar y bregar. Mientras que Junts en su caos ideol¨®gico insiste en la confrontaci¨®n, el embate democr¨¢tico. Con esta contradicci¨®n de fondo es muy dif¨ªcil avanzar. Entre otras cosas, porque la imposibilidad efectiva del plan de Junts obliga a se?alar al vecino siempre como culpable. La gran promesa se est¨¢ convirtiendo as¨ª en factor de bloqueo de las m¨²ltiples ambiciones que necesita este pa¨ªs para salir de la gran resaca.
Este es el desaf¨ªo que tiene el nuevo presidente ante s¨ª. ?Tendr¨¢ autoridad para relanzar el pa¨ªs jerarquizando las prioridades conforme al principio de oportunidad? Hay en el ambiente una sensaci¨®n creciente de que no se puede perder m¨¢s tiempo. Pero todo depender¨¢ de la celeridad con la que se den algunos pasos. De la capacidad de implicar muchas manos: los Comunes est¨¢n ah¨ª. Y Illa deber¨¢ aprender a ser m¨¢s PSC que PSOE. Y, sin duda, de que el Gobierno espa?ol sea capaz de leer la situaci¨®n y tener el coraje suficiente para pasar de las promesas a los hechos. Y aportar razones a la distensi¨®n.
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