Sacar al pa¨ªs de las crisis
La confecci¨®n de los presupuestos ser¨¢ un instructivo test de estr¨¦s para valorar si la idea de Aragon¨¨s de sacar al pa¨ªs de las crisis con una mano mientras la otra culmina la independencia resulta viable
Mientras ERC y JxCat iniciaban, prosegu¨ªan, aparcaban, retomaban y culminaban sus esot¨¦ricas negociaciones para un pacto de investidura, los problemas que asolan Catalu?a han seguido agolp¨¢ndose a la puerta del Gobierno catal¨¢n, a la espera de soluciones urgentes. Es el caso de la educaci¨®n.
Uno de los episodios m¨¢s relevantes que la trepidante negociaci¨®n y sus deslumbrantes destellos medi¨¢ticos han dejado en un segundo plano es la publicaci¨®n del anuario L¡¯estat de l¡¯educaci¨® a Catalunya, dirigido por C¨¦sar Coll y Bernat Albaig¨¦s y publicado por la Fundaci¨® Jaume Bofill. El informe no puede ser m¨¢s claro: si bien en los ¨²ltimos 15 a?os el sistema educativo ha registrado mejoras significativas en indicadores clave como las tasas de graduaci¨®n o el abandono escolar prematuro, en el ¨²ltimo trienio las mejoras se han estancado o incluso se est¨¢n revirtiendo, cosa que aleja a Catalu?a todav¨ªa m¨¢s de los est¨¢ndares europeos.
Durante las negociaciones, los problemas que asolan Catalu?a se han agolpado a la puerta del GovernDurante las negociaciones, los problemas que asolan Catalu?a se han agolpado a la puerta del Govern
Por poner un solo ejemplo de esta degradaci¨®n, tomemos la tasa de abandono escolar prematuro. En 2019 la tasa se dispar¨® en Catalu?a al 19%, dos puntos por encima de la media espa?ola (17,2) y casi el doble que la media europea (10,3). Ahora mismo Catalu?a juega en la liga de Malta, Ruman¨ªa y Bulgaria. Si fuese un estado independiente, Catalu?a tendr¨ªa la peor tasa de toda la Uni¨®n Europea.
Seg¨²n los directores del anuario, tres son los ¡°topes¡± que explican este estancamiento o retroceso e impiden avanzar en la senda de la mejora: la persistencia de las desigualdades educativas, una inversi¨®n en educaci¨®n todav¨ªa insuficiente y poco equitativa, y la adherencia a unos curr¨ªculos educativos excesivamente r¨ªgidos, que dificultan su adaptaci¨®n a las necesidades de los alumnos y la personalizaci¨®n del aprendizaje.
Aqu¨ª surge de la pregunta: ?hasta qu¨¦ punto el nuevo gobierno catal¨¢n es consciente de estos topes y tiene previsto superarlos? El acuerdo firmado en marzo por ERC y la CUP no abri¨® demasiadas esperanzas: en ese texto hay una referencia nominal a la educaci¨®n en un apartado dedicado al municipalismo, nada m¨¢s. (No es ning¨²n consuelo que, fruto de una redacci¨®n descuidada, el texto repita la palabra dos veces: ¡°educaci¨®n, servicios sociales, vivienda, educaci¨®n, etc.¡±)
Los negociadores de ERC y JxCat, que tuvieron algo m¨¢s de tiempo, s¨ª que incluyeron la educaci¨®n en el acuerdo de Gobierno para la investidura de Pere Aragon¨¨s firmado el 17 de mayo. Una vez superadas las primeras p¨¢ginas del documento, que recuerdan m¨¢s a un tratado de paz que a un pacto de gobierno al uso, los firmantes entran en materia. Si dejamos de lado obviedades como el cumplimiento de los protocolos de la covid en los centros educativos o anuncios previsibles como blindar el sistema de inmersi¨®n, el documento dice cosas sustanciales. Se anuncia un incremento progresivo del presupuesto educativo ¡°para aproximarnos al 6% del PIB¡± (un objetivo que ya fij¨® la Ley de Educaci¨®n hace nada m¨¢s y nada menos que 12 a?os), la gratuidad progresiva de la ense?anza de 0-3 a?os (otro cl¨¢sico de las promesas incumplidas) o un nuevo plan de choque contra el fracaso escolar (que pone en evidencia el fracaso del plan contra el fracaso desarrollado entre 2012 y 2018).
La tasa de abandono escolar es del 19%, dos puntos por encima de la media espa?ola y casi el doble que la europeaLa tasa de abandono escolar es del 19%, dos puntos por encima de la media espa?ola y casi el doble que la europea
odr¨ªamos decir que la m¨²sica educativa del acuerdo suena bien pero que le falta la letra. Si fuese una ley, la faltar¨ªa la correspondiente memoria econ¨®mica. Cualquier persona provista de una calculadora puede hacer el experimento de ir sumando todas las medidas que suponen un incremento del gasto. El acuerdo no solo propone acercar el gasto educativo al 6% del PIB (ahora est¨¢ en el 3,65%) y situarlo por encima de la media europea (4,81%). Tambi¨¦n propone inyectar 5.000 millones de euros a las cuentas sanitarias, dedicar a cultura el 2% del presupuesto, destinar a investigaci¨®n el 2,12% del PIB y a las universidades el 0,58, entre otras medidas.
Lo que no se explica es c¨®mo se va a pagar todo esto. Sabiendo que en uno de los firmantes del acuerdo dice en su programa que una de las 50 medidas principales para un gobierno fuerte y eficaz es ¡°moderar la fiscalidad¡±, no es exagerado aventurar que en el camino que ahora emprende el presidente Aragon¨¨s se avecinan unas buenas curvas. La confecci¨®n de los presupuestos para 2022 ser¨¢ un instructivo test de estr¨¦s para valorar si la idea que expuso Aragon¨¨s en la investidura (sacar al pa¨ªs de las crisis con una mano mientras la otra culmina la independencia) resulta viable o si, por el contrario, la magnitud de las crisis exige el concurso de ambas extremidades.
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