?Ser¨¢ necesaria una tercera dosis de la vacuna?

Es evidente que las vacunas contra la covid-19 est¨¢n funcionando con una elevad¨ªsima efectividad. La reducci¨®n de los ingresos hospitalarios y de la mortalidad es una realidad incuestionable. No creo que me equivoque al decir que se nota una sensaci¨®n de alivio, de estar dejando atr¨¢s la pandemia, de que lo peor ya ha pasado. Este ¨²ltimo viernes se registraron 17 muertes en todo el Estado causadas por el coronavirus, la cifra m¨¢s baja desde agosto del a?o pasado. El ritmo de vacunaci¨®n actual, a pesar de los cambios de criterio de las autoridades en relaci¨®n con la edad y qu¨¦ vacuna administrar a las personas menores de 60 a?os que recibieron una primera dosis de AstraZeneca, permite vaticinar que estos datos seguir¨¢n mejorando. Dejamos atr¨¢s la pesadilla de hace un a?o, cuando las muertes diarias se acercaban al millar, o de hace no tantas semanas, cuando el repunte de los casos colocaba de nuevo a las UCI en una situaci¨®n muy complicada.

Ahora surgen nuevos interrogantes. Uno de los m¨¢s relevantes es saber cu¨¢nto tiempo durar¨¢ la inmunidad que proporcionan las vacunas. En este sentido, portavoces de las compa?¨ªas farmac¨¦uticas Pfizer y Moderna han anunciado recientemente que ser¨¢ necesario reforzar la inmunidad con una tercera dosis a los nueve meses de haber recibido la segunda. Ugur Sahin, consejero delegado de BioNTech, aseguraba que ser¨¢ necesaria una tercera dosis de la vacuna a los nueve meses y luego sucesivas dosis de refuerzo a los 12 o a los 18 meses para mantener la inmunidad protectora. Esta afirmaci¨®n la justificaba en datos a¨²n no publicados seg¨²n los cuales la protecci¨®n de la vacuna de Pfizer a los seis meses de completar la pauta de dos dosis ya es un poco inferior al 95% inicial y se observa una ca¨ªda marcada de anticuerpos a partir de los ocho meses.

La reducci¨®n de los ingresos hospitalarios y de la mortalidad es una realidad incuestionable

La reducci¨®n de los ingresos hospitalarios y de la mortalidad es una realidad incuestionable

Por su parte, Moderna ha anunciado recientemente resultados de un ensayo cl¨ªnico en fase 2 que eval¨²a la respuesta inmune de una tercera dosis administrada al cabo de seis meses de la primovacunaci¨®n. En el estudio se comparan los resultados obtenidos con la vacuna actual de esta compa?¨ªa y una nueva vacuna multicomponente en investigaci¨®n que permitir¨ªa ampliar el espectro de protecci¨®n frente a las nuevas variantes del virus. A los 15 d¨ªas de la administraci¨®n de la tercera dosis se observa un incremento importante del t¨ªtulo de anticuerpos neutralizantes, no solo frente a la variante original, sino tambi¨¦n contra las variantes brasile?a y sudafricana, con niveles superiores en las personas que recibieron la vacuna multicomponente.

Esta es otra de las razones que probablemente justificar¨¢n la necesidad de una tercera o posteriores dosis de refuerzo: estar protegidos contras las nuevas variantes. Algo similar a lo que ocurre con la vacuna antigripal, que se reformula cada a?o en funci¨®n de los subtipos de virus que se prev¨¦ que circular¨¢n cada invierno.

Protegerse contras las nuevas variantes es otra de las razones que probablemente justificar¨¢n la necesidad de otra inyecci¨®n

Protegerse contras las nuevas variantes es otra de las razones que probablemente justificar¨¢n la necesidad de otra inyecci¨®n

En los pr¨®ximos meses dispondremos de nuevas evidencias cient¨ªficas que nos permitir¨¢n dar respuesta con mayor precisi¨®n a la pregunta. Las primeras personas que se vacunaron frente al SARS-CoV-2 fueron aquellas que participaron en los ensayos cl¨ªnicos que han permitido el desarrollo de las mismas, y han transcurrido poco m¨¢s de 12 meses desde entonces. La evoluci¨®n de los indicadores epidemiol¨®gicos de la pandemia es otro elemento clave en la toma de decisiones sobre la necesidad de administrar dosis de recuerdo.