Amparo, la inquilina octogenaria que resiste en el coraz¨®n de Baetulo
El barrio romano de Badalona se pone en alerta ante los planes de una empresa para rehabilitar un n¨²cleo de casas antiguas donde vive una ¨²nica vecina
Amparo Garc¨ªa vive sobre suelo romano. Su domus, un oasis de paz con un patio delicioso a la sombra de una higuera, est¨¢ dentro del per¨ªmetro de la Baetulo romana, junto a la antigua muralla y a escasos metros del fabuloso mosaico de los delfines. Amparo, que naci¨® en Almer¨ªa y tiene 86 a?os, resiste al empuje de los tiempos modernos como ¨²nica moradora de un conjunto de casitas muy viejas que el nuevo propietario, Grupo Meseda, quiere rehabilitar para alquilarlas. Inquilina de renta antigua (paga 150 euros al mes), la mujer se enfrenta al dilema de permanecer all¨ª hasta que muera ¡ªadvierte de que sus hermanos han superado alegremente los 90 y siguen bien vivos¡ª o aceptar una oferta que, por ahora, no le satisface.
A Ana, la ¨²ltima vecina que se fue de las Cases del Pou ¡ªpor el pintoresco pozo blanco que hay a la entrada¡ª, la empresa le convenci¨® de que se marchara a cambio de 10.000 euros. En esa casa se han instalado ahora, provisionalmente, dos operarios de la empresa, vecinos inesperados. Amparo, una mujer risue?a y moderna que vivi¨® con su marido sin estar casada, que tuvo dos hijos y que se ha tatuado en el brazo derecho el nombre de su nieta (Paula), sabe que tiene derecho a quedarse. No se siente v¨ªctima de acoso inmobiliario, pero s¨ª insegura ante el porvenir, y un poco olvidada: lleva un a?o reclamando que le arreglen ¡°las goteras de la planta superior¡± y una ca?er¨ªa que le permita disponer de agua fr¨ªa y caliente simult¨¢neamente. Dice que no hay manera.
¡°Seguramente quieren que se vaya, no lo s¨¦. Esto es bonito, no encuentras un espacio as¨ª, aislado y rodeado de ¨¢rboles, en una ciudad como Badalona. Pero tambi¨¦n es inc¨®modo: las habitaciones son peque?as, el lavabo est¨¢ en el patio y en invierno ha de salir a la calle para ducharse¡±, cuenta su hija, Inma Garc¨ªa, mientras acaricia una gata que lo agradece bajo la silla. Su madre, que camina apoyada sobre una muleta, recuerda tiempos mejores: ¡°Todo lo que hemos reformado lo hemos hecho los vecinos. Antes los lavabos eran fosas s¨¦pticas. Aqu¨ª hemos tenido una buena vida¡±.
Tras comprar la finca en abril con una hipoteca de 450.000 euros, la empresa encarg¨® al fondo inversor MK Premium la puesta a punto de un espacio degradado: salvo la de Amparo, el resto de las 11 casas de este oasis en decadencia est¨¢n para el arrastre, muchas tapiadas. La alarma en Dalt la Vila, un barrio reivindicativo que atesora el patrimonio romano y medieval de Badalona y que est¨¢ a cinco minutos a pie del centro, lleg¨® cuando operarios de MK Premium levantaron un muro adicional en las Cases del Pou. ¡°Lo hicimos para evitar que entrasen okupas, pero lo levantamos por la parte de fuera de la finca. Fue un error¡±, admite un responsable de la compa?¨ªa. El lunes, tras ser alertado de las obras, el Ayuntamiento de Badalona comprob¨® que la empresa no dispon¨ªa de licencia, le abri¨® un expediente de disciplina urban¨ªstica y le oblig¨® a paralizarlas. Al d¨ªa siguiente, sin embargo, la Guardia Urbana tuvo que regresar porque las obras se hab¨ªan retomado, explica el tercer teniente de alcalde, Dani Gracia.
La Asociaci¨®n de Vecinos Dalt la Vila est¨¢ al quite, preocupada por una reforma que puede alterar la fisonom¨ªa de un barrio singular, ¨²nico. ¡°Nos preocupa la degradaci¨®n que sufren muchos edificios en zonas catalogadas¡±, explica su vicepresidente, Gerard Casamayor. Seg¨²n el registro de la propiedad, al estar en el per¨ªmetro de Baetulo ¡ªdeclarado por la Generalitat bien cultural de inter¨¦s nacional¡ª a la finca le corresponde un tratamiento especial. El responsable de MK Premium admite que ¡°el proyecto es complejo y va para largo¡±, pero conf¨ªa en que salga adelante. La asociaci¨®n, que como el ayuntamiento no ha sido informado de los planes, insiste en que vigilar¨¢ de cerca lo que considera un ¡°movimiento especulativo de un fondo buitre¡±.
Que el objetivo de rehabilitar y alquilar las viviendas es obtener un beneficio econ¨®mico nadie lo pone en duda. A qu¨¦ precio se consiga es otra cosa. El dinero es el principal escollo en las desiguales negociaciones entre Amparo y la propiedad. ¡°Me dicen que, si me rehabilitan lo justo para vivir, puedo seguir pagando los 150 euros. Pero que si hacen la rehabilitaci¨®n completa, como las casas que construir¨¢n nuevas, tendr¨¦ que pagar mucho m¨¢s, 800 o 900 euros. Y yo eso no puedo pagarlo¡±, cuenta Amparo, que cobra una pensi¨®n de viudedad y lleg¨® de Almer¨ªa a Catalu?a, como tantos, para prosperar mediante el trabajo: primero fue ¡°sirvienta de un m¨¦dico¡±, luego mont¨® piezas de televisiones en la f¨¢brica Piher de Badalona. ¡°No tenemos obligaci¨®n de rehabilitar hasta el ¨²ltimo nivel, pero a Amparo se le va a dejar la misma renta¡±, responde el responsable de KM Premium, que afirma que tratan a la mujer ¡°con una atenci¨®n especial¡±.
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