Plaza de los H¨¦roes
La biograf¨ªa de Otto Gustav von W?chter contribuye a entender los claroscuros que hacen tan dif¨ªcil acabar con el antisemitismo y el racismo en general, y con el nacionalismo en particular
El profesor jud¨ªo Josef Schuster no puede soportar m¨¢s el clamor del gent¨ªo que resuena en su cabeza: ¡°Hoy todo es peor que cincuenta a?os atr¨¢s¡±. Ha decidido abandonar Austria por segunda vez y regresar a Oxford, donde vivi¨® exiliado durante diez a?os, pero hastiado y agotado (¡°hay m¨¢s nazis que en 1938¡±), se lanza a la plaza de los H¨¦roes vienesa por la ventana de su apartamento. El protagonista de la reveladora obra teatral de Thomas Bernhard, Heldenplatz (1988), percibe en sus contempor¨¢neos la pervivencia de los impulsos de anta?o. Cuando el 15 de marzo de 1938 se congregaron alrededor de 200.000 austr¨ªacos para ovacionar con j¨²bilo a Adolf Hitler, que desde el balc¨®n del palacio de Hofburg, que se aboca a la plaza, proclam¨® la anexi¨®n de Austria al Reich.
Otto Gustav von W?chter y su esposa, Charlotte Bleckmann, en cambio, hicieron lo imposible para estar presentes y apoyar al f¨¹hrer. W?chter, vien¨¦s, 36 a?os, abogado, afiliado de primera hora al Partido Nazi en Austria, retorn¨® de Alemania, donde hab¨ªa huido tras orquestar el fallido putsch de julio de 1934, que acab¨® con el asesinato del canciller austr¨ªaco Engelbert Dollfuss. Enrolado a las SS, el Anschluss le permiti¨® regresar a Viena y comenzar una carrera fulgurante, que le convertir¨ªa en uno de los jerarcas nazis m¨¢s relevantes. Cercano a Heinrich Himmler y bien valorado por el propio Hitler, siendo gobernador de Cracovia estableci¨® su gueto con 16.000 jud¨ªos. Despu¨¦s, como gobernador de Galitzia, se le responsabiliz¨® de la muerte de m¨¢s de 100.000 polacos.
El profesor Phillipe Sands reconstruye la vida del dirigente nazi en el libro ¡®Ruta de escape¡¯
El descendiente de algunas de sus v¨ªctimas, el profesor de derecho internacional del University College of London, Phillipe Sands, reconstruye su vida en el pormenorizado relato The Ratline: Love, Lies and Justice on the Trail of a Nazi Fugitive (2020), traducido como Ruta de escape. W?chter no era una figura desconocida, pero Sands topa con un valioso material que le facilita, sin limitaci¨®n alguna, su hijo Horst: documentos, fotograf¨ªas, correspondencia cruzada del matrimonio y los diarios de Bleckmann. Este, hoy octogenario y habiendo conocido apenas a su padre, no niega las atrocidades nazis pero se resiste a aceptar que W?chter las compartiera. Siempre encuentra una justificaci¨®n, una contraprueba que ofrecer a Sands para rehuir lo evidente.
Sin embargo, a medida que el lector es testigo de c¨®mo Horst abre el pasado familiar a Sands, queda atrapado en un thriller de dif¨ªcil salida. Por un lado, constata el amor incondicional de Bleckmann por su infiel marido y la faceta como padre de este y, por tanto, lo conoce como persona m¨¢s all¨¢ del arquetipo de nazi. Por otro, cae por la pendiente de esperar, convertido en c¨®mplice de Horst, que Sands de un vuelco a la historia y desentierre una prueba irrefutable de la inocencia, aunque sea parcial, de W?chter. El lector no pierde la esperanza, aun a sabiendas de que cada nuevo documento que aporta el hijo no hace m¨¢s que tirar de la soga de la que los Aliados no lo pudieron colgar.
La obra se sustenta en documentos, fotograf¨ªas y correspondencia facilitados por el hijo del jerarca
La obra de Sands inquieta por el efecto perverso que produce en el lector, al que deja desnudo cuando enfrenta el anhelo imposible de un final feliz a la realidad m¨¢s cruda. Se trata de m¨¢s de cuatrocientas p¨¢ginas muy ¨²tiles, contrapuestas en este sentido a otro tipo de literatura de no ficci¨®n como, por ejemplo, El orden del d¨ªa (2017), en el que el Anschluss tambi¨¦n es protagonista. El artefacto literario de ?ric Vuillard funciona en la medida en que entretiene con su concisi¨®n, pero puede llegar a confundir al lector com¨²n d¨¢ndole a entender que la historia es un mero c¨²mulo de casualidades. Un accidente de autom¨®vil de Hitler, unos tanques casi de cart¨®n piedra, un canciller Kurt Schuschnigg de risa. Unas vi?etas, en definitiva, guiadas por el azar y desligadas de las corrientes de fondo sociales, culturales y econ¨®micas que son, precisamente, las que permiten y dan sentido a las an¨¦cdotas que Vuillard hila.
Contra la mirada banal de la historia, Ruta de escape permite comprender, en cambio, por qu¨¦ m¨¢s de 33 a?os despu¨¦s del estreno de Heldenplatz el profesor Schuster contin¨²a lanz¨¢ndose una y otra vez desde la ventana y es todav¨ªa s¨ªmbolo de un pasado al que le cuesta pasar. La biograf¨ªa de W?chter contribuye a entender los claroscuros que hacen tan dif¨ªcil acabar con el antisemitismo y el racismo en general, y con el nacionalismo en particular.
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