Festival Altaveu: de gorras y praderas
Joana Serrat y Los Hijos del Trueno ejemplificaron la noche del viernes sus estupendas y dis¨ªmiles propuestas en una cita que sufri¨® por la lluvia
Voluble septiembre para los festivales. Puede hacer un mal d¨ªa o uno peor. De vez en cuando, sin duda por error, no llueve. As¨ª, el primer d¨ªa del Altaveu, en Sant Boi de Llobregat, la noche del viernes, llovi¨®, motiv¨® cambios de escenarios y los conciertos al aire libre estuvieron a punto de convertirse en victimas colaterales. Finalmente s¨®lo resultaron magullados, habi¨¦ndose de anular las pruebas de sonido, comenzando con natural retraso sobre el horario previsto y acortando su duraci¨®n por bien de no forzar a los v...
Voluble septiembre para los festivales. Puede hacer un mal d¨ªa o uno peor. De vez en cuando, sin duda por error, no llueve. As¨ª, el primer d¨ªa del Altaveu, en Sant Boi de Llobregat, la noche del viernes, llovi¨®, motiv¨® cambios de escenarios y los conciertos al aire libre estuvieron a punto de convertirse en victimas colaterales. Finalmente s¨®lo resultaron magullados, habi¨¦ndose de anular las pruebas de sonido, comenzando con natural retraso sobre el horario previsto y acortando su duraci¨®n por bien de no forzar a los vecinos a familiarizarse contra natura y a horas intempestivas con la m¨²sica de Los Hijos del Trueno y Joana Serrat, los protagonistas en el pintiparado escenario contiguo al edificio de Can Castells, merecedor de m¨¢s de una mirada. Al final se impusieron m¨²sica y humedad en una velada que mostr¨® dos caras de la m¨²sica popular, una de ra¨ªz local, despeinada, y otra de ra¨ªz norteamericana, estilizada.
Unos, Los Hijos del Trueno, nacen con vocaci¨®n de hacer m¨²sica popular de nuestros mayores, con acento rumbero y latino. La otra, Joana Serrat, parte del imaginario de las amplias praderas visualizado y hecho propio desde la plana de Vic con una naturalidad aplastante que nos habla de lo diminuto que se ha hecho el mundo dando libertad a la construcci¨®n de identidades. Los Hijos... huelen a taberna, sudor y humo, hacen de sus comentarios entre canci¨®n y canci¨®n almas gemelas de los chascarrillos entre chato y chato y es tal su espontaneidad que hasta ellos mismos se sorprend¨ªan de sus propias humoradas, tan naturales como pedir al tabernero que se estire alguna vez invitando a una ronda, que ya va siendo hora. Lo de Joana, canciones de alma sutil, mecidas en el folk por una mano vaporosamente pop, es mucho m¨¢s pulido, tiene m¨¢s barniz y pulcritud y persigue cierta perfecci¨®n con ribetes de calidez que se encarnan su voz y en un estupendo trabajo de las dos guitarras de su quinteto de acompa?amiento. Es por ello que la falta de pruebas de sonido perjudic¨® m¨¢s el preciosismo en la creaci¨®n de ambientes de Joana que a la m¨²sica de Los Hijos, seguro capaces de improvisar un concierto entre una batahola de voces beodas, c¨®modos hasta cuando el viento hizo volar el facistol y los papeles de su cantante. Para ellos s¨ª puede funcionar el cuanto peor mejor, pues as¨ª m¨¢s se acerca el contexto a la cuna de la m¨²sica popular festiva, la mera e imprevisible calle.
La lengua de Los Hijos... es el castellano, que puede venir versionando a Ovidi Montllor, reconstruyendo el My Sweet Lord de George Harrison, ?o era de The Chiffons?, con frases como ¡°los moluscos lloran tinta¡±, evocando a Goytisolo / Paco Iba?ez en ?rase una vez y construyendo estrofa a estrofa el imaginario de barrio de aluvi¨®n, porr¨®n y gorra en el que alguno de sus miembros se cri¨®. Grupo conceptual e ideol¨®gico al que no mata la est¨¦tica. Joana, por el contrario, est¨¢ desarrollando una carrera que casi despierta m¨¢s adhesi¨®n en los Estados Unidos, donde graba sus discos con reputados productores que conocen la caligraf¨ªa de su m¨²sica y no se extra?an de que una mujer que habla el catal¨¢n como s¨®lo lo hablan los de Osona tenga un ingl¨¦s que parece innato. Su creciente reputaci¨®n, cimentada por la determinaci¨®n de una artista que tiene claro lo que desea y c¨®mo conseguirlo, se plasm¨® en un concierto donde sonaron canciones de su reciente ¨²ltimo trabajo, como la espl¨¦ndida These Roads o la sosegada Hotel Room 609, compa?eras de viaje de Demons o de How To Make You Love Me. En suma, dos caras en una sola noche rescatada de la lluvia por la campana.