Menores migrantes: el gobierno del miedo
Muchos pa¨ªses son incapaces de asumir la emergencia humanitaria y delegan en Estados autoritarios fronterizos que, a cambio de dinero, dejan v¨ªa libre a mafias explotadoras que tratan sin piedad a los d¨¦biles
El pasado jueves la columna de salida de la portada de EL PA?S estaba encabezada por un titular que dec¨ªa: ¡°Marlaska se impone a Escriv¨¢ y para la reforma de extranjer¨ªa¡±. Y en las p¨¢ginas interiores, una informaci¨®n ¡ªque daba pie al editorial¡ª explicaba que ¡°Texas hab¨ªa enviado veh¨ªculos policiales a la frontera para crear un muro de acero frente a los migrantes¡±. Son dos ejemplos de la cruel realidad de las migraciones que generalmente s¨®lo son noticia cuando el nivel de las atrocidades en esta guerra contra los parias ¡ªlos perdedores de los conflictos pol¨ªticos, econ¨®micos, sociales y raciales de este mundo¡ª adquiere tal dimensi¨®n que rompen el silencio que impone la impotencia de los Estados para atender el destino de los que buscan migrar para sobrevivir a la miseria, a la guerra, al desprecio y al odio.
La expectativa de la llegada de Biden a la presidencia de los Estados Unidos va camino directo a la frustraci¨®n
La hipocres¨ªa de los gobernantes, siempre con el miedo al qu¨¦ dir¨¢n, escud¨¢ndose en el pat¨¦tico discurso de la cuesti¨®n de oportunidad (F¨¦lix Bola?os), favorece la criminalizaci¨®n de la inmigraci¨®n, con la que la extrema derecha y parte de la derecha pretenden atraer a la ciudadan¨ªa. El hecho es que los gobiernos de nuestros pa¨ªses, m¨¢s all¨¢ de algunas buenas palabras, son incapaces de asumir la emergencia humanitaria y delegan hip¨®critamente en Estados autoritarios fronterizos que, a cambio de dinero, dejan v¨ªa libre a las mafias explotadoras y tratan a los m¨¢s d¨¦biles sin piedad. Nadie es capaz de cambiar el ritmo de las cosas, y la expectativa de la llegada de Biden a la presidencia de los Estados Unidos, despu¨¦s de que Trump hiciera de la carga al migrante su principal bandera, va camino directo a la frustraci¨®n.
El contraste entre las dos noticias es a la vez interesante y desolador. Interesante porque la primera de ellas se refiere a una idea integradora emanada de una parte del Gobierno espa?ol para encauzar la vida de unos ni?os sin amparo que al llegar a los 18 a?os son condenados a la intemperie sin reconocimiento legal alguno. Es decir, la voluntad de avanzar poco a poco por la v¨ªa de la resoluci¨®n de cuestiones concretas en un problema global para el que es evidente que no hay soluciones m¨¢gicas y que nos recuerda que por mucho que fantaseemos ¡°la humanidad que no est¨¢ constituida como tal¡± (Edgar Morin). Lo cual no justifica el uso que hacen, no s¨®lo los extremistas sino tambi¨¦n gobernantes con apariencia de respetables, de la suerte de estas personas como chivo expiatorio de las miserias de nuestras sociedades.
La suma de acciones concretas es imprescindible para ir construyendo una manera distinta de afrontar el problema. Y este es el valor y el sentido de buscar v¨ªas que favorezcan la suerte de los menores que llegan a nuestras costas y a nuestras calles, que es el terreno en que se sit¨²a la iniciativa que ahora mismo divide al gobierno espa?ol: dar papeles a los j¨®venes, como base para encuadrar su futuro, y facilitar una integraci¨®n educativa y laboral. Es triste que se tenga que llegar a la conclusi¨®n de que ni siquiera un gobierno progresista de un pa¨ªs que no se puede considerar desbordado por la inmigraci¨®n se pueda poner de acuerdo para conseguir avances reales que rescaten a estos j¨®venes a los que se niega rumbo. Seg¨²n datos de Eurostat, el n¨²mero de demandantes de asilo en Europa entre 2014 y 2020 fue de un 1,1% de la poblaci¨®n. El 0,7% en el caso espa?ol. ?De verdad justifica el desd¨¦n de unos y el odio de otros?
El n¨²mero de demandantes de asilo en Europa entre 2014 y 2020 fue de un 1,1% de la poblaci¨®n. En Espa?a, un 0,7%
Y no perdamos de vista el desolador horizonte al que lleva el desatino. En los Estados Unidos, el rechazo a la inmigraci¨®n (sobre la textura de un racismo profundamente instalado y presente de manera recurrente en los conflictos constitutivos de aquella naci¨®n) es tema permanente en la confrontaci¨®n pol¨ªtica. El republicanismo ha hecho bandera de ella con el convencimiento de que es un arma irrenunciable de su ¨¦xito y el partido dem¨®crata no osa presentar batalla, temeroso de que le pase factura a la hora de ir a las urnas. Y as¨ª el gobernador de Texas, desatado, va a por los inmigrantes sin miramientos, convencido de que si Biden cayera en la trampa de desafiarle ser¨ªa el primer gran triunfo republicano despu¨¦s de la ca¨ªda de Trump.
Si ni siquiera un gesto como el que propone Escriv¨¢ es asumible, ?qu¨¦ esperanzas puede haber de poner coto a este fracaso moral de la humanidad que es el empe?o en dejar a los que migran en la desesperaci¨®n a su suerte, mientras mafias y poderes autoritarios se consolidan a su costa?
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