El mercado de locales comerciales sufre el cierre de oficinas bancarias en Barcelona
Las entidades financieras tienen previsto cerrar m¨¢s de 500 sucursales en Catalu?a
Apenas hace dos meses que el mercado de los locales comerciales empez¨® a repuntar tras el golpetazo de la pandemia y los confinamientos y ya tiene una nueva amenaza sobre su cabeza: los centenares de oficinas bancarias que echar¨¢n el cierre en los pr¨®ximos meses fruto de nuevos recortes de gastos que amenazan tambi¨¦n...
Apenas hace dos meses que el mercado de los locales comerciales empez¨® a repuntar tras el golpetazo de la pandemia y los confinamientos y ya tiene una nueva amenaza sobre su cabeza: los centenares de oficinas bancarias que echar¨¢n el cierre en los pr¨®ximos meses fruto de nuevos recortes de gastos que amenazan tambi¨¦n a m¨¢s de 2.000 trabajadores en Catalu?a. CaixaBank, BBVA, Sabadell y Santander tienen planes para clausurar m¨¢s de medio millar de sucursales en la comunidad, de las que una gran proporci¨®n bajar¨¢n la persiana en Barcelona. Algunas de las que ya cerraron en el ¨²ltimo a?o contin¨²an fuera del mercado, muchas de ellas tapiadas para evitar ocupaciones, a la espera de nuevos inquilinos.
Pese a la mejora de la situaci¨®n econ¨®mica, la absorci¨®n de esos metros cuadrados no ser¨¢ sencilla. En febrero pasado, la Fundaci¨®n Barcelona Comer? apuntaba que m¨¢s de 400 comercios asociados a sus diferentes ejes comerciales (las calles mejor posicionadas de los diferentes barrios de la capital catalana) hab¨ªan cerrado incapaces de resistir la ca¨ªda de la actividad por la crisis sanitaria. A esa situaci¨®n se le a?ade que en la ¨²ltima d¨¦cada la ciudad ha visto c¨®mo ganaba en torno a 70.000 metros de superficie comercial con la conversi¨®n de otros espacios que hasta ese momento hab¨ªan ocupado oficinas o equipamientos culturales: desde el cine Novedades a los primeros pisos de la sede de Generalli, en el paseo de Gr¨¤cia, por poner solo dos ejemplos. Y se a?ade el continuo goteo de cierres de oficinas bancarias en la ¨²ltima d¨¦cada, que se ha cobrado 5.000 establecimientos, al que se a?adir¨¢ tambi¨¦n en breve la disponibilidad de locales ocupados por operadores de telecomunicaciones.
¡°Es dif¨ªcil saber si Barcelona ser¨¢ capaz de absorber esa demanda¡±, apunta Gerard Marcet, socio fundador de la consultora inmobiliaria Laborde Marcet, que asegura no haber detectado ¡°p¨¢nico¡± por una situaci¨®n que forz¨® a rebajar alquileres hasta un 20% por la falta de demanda y que ha dejado espacios libres en calles donde antes era muy dif¨ªcil encontrar espacio comercial: desde la Rambla de Catalunya a calles como Portaferrissa o Pelayo. Aunque tambi¨¦n advierte: vuelve a haber vigor entre las marcas comerciales por abrir locales una vez que se despeja la recuperaci¨®n del comercio a pie de calle.
El mercado de establecimientos comerciales se encuentra en plena recomposici¨®n y la entrada de nuevo espacio libre ahondar¨¢ en una tendencia que se ha ido consolidando en los ¨²ltimos a?os. No habr¨¢ problemas en los grandes ejes donde se pagan fortunas por el alquiler como pueden ser el paseo de Gr¨¤cia, en el que las grandes marcas continuar¨¢n presionando para estar. Tampoco en otras ubicaciones con tir¨®n tur¨ªstico, ni en las principales calles que conforman los ejes comerciales de barrio. La afluencia de personas asegurar¨¢ las localizaciones. Pero si bien esas zonas m¨¢s preciadas concentrar¨¢n la mayor parte de la demanda, a partir de ah¨ª habr¨¢ mucha persiana bajada. De hecho, el censo que realiz¨® el consistorio barcelon¨¦s en marzo del a?o pasado, dos semanas antes del confinamiento total, apuntaba que la ciudad ten¨ªa cerca de 16.400 locales en planta baja sin actividad, un 20% del total de los 80.500, a los que sumaba otros 2.600 cerrados pero a la espera de ser alquilados o adquiridos porque estaban en el mercado inmobiliario.
¡°Lo que detecto es mucha reubicaci¨®n¡±, aventura Marcet. Se refiere a que los propietarios de comercios intentar¨¢n aprovechar la existencia de nuevas ofertas de precio y de ubicaci¨®n como una oportunidad para intentar mejorar el atractivo de sus tiendas. ¡°Los bancos y las cajas acostumbraban a tener los mejores locales de barrio por ubicaci¨®n, pero tambi¨¦n por superficie y por fachada, muchas veces en esquinas¡±, explica Xavier Aguilar, el director del departamento de locales comerciales de Forcadell, quien se?ala que ahora saldr¨¢n incluso locales de mayor calidad que los que cerraron en el pasado.
Ajustar precios
Para gestionar los activos inmobiliarios que quedar¨¢n libres tras el cierre de oficinas previsto, el Banco de Santander constituy¨® una sociedad expresamente, denominada Retailco. Su director de operaciones, Ignacio Acha, explica: ¡°Aunque lo hace m¨¢s dif¨ªcil a la hora de comercializar, no me preocupa el nivel de persianas bajadas de Barcelona siempre y cuando nuestros inmuebles se encuentren en valores de mercado actual y por supuesto si tenemos una buena ubicaci¨®n. Es evidente que a mayor competencia es m¨¢s dif¨ªcil, pero si est¨¢s mejor posicionado que tus competidores tienes m¨¢s opciones¡±. Es decir, para triunfar habr¨¢ que ajustar las pretensiones. Sobre todo, avisa Dom¨¨nec Casellas, porque asumir una oficina bancaria tiene el precio a?adido de convertir lo que es casi una oficina en un comercio, lo que supone un coste a?adido de inversi¨®n.
¡°Para nosotros el problema es de interlocutor: oficinas que se vendieron a fondos de inversi¨®n y para las que tenemos interesados y no sabemos c¨®mo contactar con ellos. Lo ¨²ltimo que nos interesa es tener un local cerrado en pleno centro comercial¡±, explica Pr¨°sper Puig, vicepresidente de Barcelona Comer? y responsable del eje comercial de Sant Andreu.
Adem¨¢s se est¨¢ produciendo un repunte de marcas especializadas en el comercio electr¨®nico que se han dado cuenta de la necesidad de tener tiendas f¨ªsicas para dar mayor seguridad al cliente, por no hablar de los negocios vinculados con la ¨²ltima milla (reparto) y la proliferaci¨®n de peque?os supermercados.
La salida de reconvertir bajos comerciales en viviendas
La máxima preocupación para los representantes del comercio de proximidad es el vacío que se está produciendo en las calles más alejadas de los centros de cada barrio. No hay problemas en las vías principales, pero a medida que se aleja el foco de ellas, aumentan las persianas bajadas. Ocurre indistintamente tanto en el centro urbano, en el de Barcelona o de cualquier ciudad, como en los ejes comerciales de los barrios. Es lo que se denomina desertización, un fenómeno que va mucho más allá de lo estrictamente comercial ya que tiene impacto directo en el espacio público, en lo que rodea la vida de las personas.
Para esos casos, asesores inmobiliarios como Aguilar o Marcet recomiendan que se faciliten las tramitaciones para la conversión de locales en viviendas, de forma que se pueda responder también a otro de los problemas que padece Barcelona.
Antes de la pandemia, el número de licencias que pidieron el cambio de local a vivienda en Barcelona se había acelerado y entre enero y julio de 2019 se tramitaron 116. Sin contar con los que se hacían —y se siguen haciendo— sin permisos.
Existe consenso entre los asesores inmobiliarios, en todo caso, en que la nueva disponibilidad de espacios podría jugar a favor de otra tendencia detectada en los últimos maños: despachos profesionales y negocios sanitarios privados que han abandonado entresuelos y primeros pisos para bajar a pie de calle y ganar visibilidad. En esa línea iba también un proyecto que trabó el área de Comercio del Ayuntamiento de Barcelona y que querían impulsar el primer teniente de alcalde Jaume Collboni y la regidora Montserrat Ballarín en los primeros compases de este mandato municipal.