¡°Caminar por Salt es como hacerlo por un vertedero¡±
Los vecinos se quejan de las monta?as de basura en las calles tras 19 d¨ªas de huelga de recogida de basuras
¡°Verg¨¹enza¡± es la palabra m¨¢s utilizada por los vecinos de Salt (Giron¨¨s) para describir la situaci¨®n que viven desde el d¨ªa de Navidad. Desde entonces, la treintena de empleados de la empresa concesionaria del servicio de recogida de basuras ¡ªFomento de Construcciones y Contratas (FCC) Medio Ambiente¡ª est¨¢n de huelga y la suciedad se amontona en las calles. La plantilla reclama un convenio con mejoras laborales y salariales, la contrataci¨®n del personal eventual y la renovaci¨®n del plan de riesgos laborales. Las tres mediaciones han fracasado.
Tras 15 d¨ªas de acumulaci¨®n de residuos y graves problemas de salubridad, el Ayuntamiento abri¨® un expediente sancionador a la empresa y anunci¨® multas de 100.000 euros si no se cumplen los servicios m¨ªnimos. Los trabajadores aseguran que los acatan. El s¨¢bado, empleados de FCC llegados de otras ciudades vaciaron los contenedores escoltados por la polic¨ªa. Por ello, CC OO denunci¨® este martes a FCC a la Inspecci¨®n de Trabajo por vulnerar su derecho de huelga. Por ahora no hay acuerdo a la vista.
A pesar de entender ¡°su derecho a la huelga¡±, gran parte de los vecinos no est¨¢n de acuerdo con las reivindicaciones de los trabajadores. ¡°Todo el mundo tiene derecho a quejarse, pero hay mucha gente con estudios que no gana lo que ellos¡±, asegura Montserrat, vecina de la calle ?ngel Guimer¨¤, que describe que el lunes con la lluvia y con el viento ¡°se abrieron bolsas y se esparci¨® toda la basura¡±. Rosa abunda que pasar por su calle ¡°es como caminar por un vertedero¡±. Mantos de hojas de los ¨¢rboles se mezclan en el suelo con los restos ca¨ªdos de los contenedores y papeleras como botellas, bolsas de pl¨¢stico, pa?ales o latas.
Al principio parte de la poblaci¨®n entend¨ªa las reclamaciones pero la tendencia a la comprensi¨®n ha cambiado a medida que han pasado los d¨ªas, los problemas de salubridad y salud p¨²blica han aumentado y se han filtrado los supuestos salarios de los trabajadores. Su remuneraci¨®n ha sorprendido y enfadado. Los vecinos consideran que ¡°tienen buenos sueldos¡± y deber¨ªan ¡°agradecer tener trabajo¡±. Uno de los barrenderos, que este martes estaba de servicios m¨ªnimos, lo niega: ¡°Est¨¢n diciendo cosas que no son verdad, dan sueldos en bruto¡±. Dice cobrar 1.260 euros y que quien pasan de 2.000 euros tiene m¨¢s de 30 a?os de antig¨¹edad.
Salt es una de las poblaciones con un nivel de renta m¨¢s bajo de Catalu?a. ¡°Quiz¨¢s en poblaciones con un nivel adquisitivo diferente se podr¨ªan subir sueldos, pero aqu¨ª se han cerrado comercios, hay muchos ERTE. ?Qu¨¦ pasar¨¢?, ?Qui¨¦n pagar¨¢ esto?¡± se pregunta Eduard, comerciante. ?l, que ha visto ratas por el paseo, cree que los empleados tienen derecho a huelga pero tambi¨¦n una ¡°obligaci¨®n moral¡± con sus conciudadanos. ¡°Sangrar al ayuntamiento es una falta de ¨¦tica. Yo s¨ª he perdido nivel adquisitivo y sigo pagando mis impuestos¡±, a?ade. Ferran y Isabel, jubilados, horrorizados tambi¨¦n con la presencia de ratas, aseguran que su calle, Sant Rom¨¤, ¡°da asco¡±. Y apuntan a los sueldos: ¡°Un barrendero de a pie cobra m¨¢s que un mec¨¢nico con oficio¡±.
Son muchos los vecinos de Salt que han optado por guardar pl¨¢sticos, cart¨®n y cristal en casa para no agravar la situaci¨®n. Un carnicero cuyo comercio limita con Girona hace d¨ªas que carga los restos org¨¢nicos en su coche y los deposita en la ciudad vecina. El due?o de un bar de Salt, que de nuevo apela a las ¡°buenas condiciones¡± que tienen los huelguistas, en cuanto a la congelaci¨®n de los salarios que denuncian, apunta que ¡°son muchos los trabajadores en esa situaci¨®n¡±. En el bazar chino de la calle Major, llevan d¨ªas acumulando cart¨®n y cajas para no sacarlo a la calle y a diario, explica Zengxia, intentan apartar las decenas de bolsas de basura que hay frente a su local para que los clientes puedan entrar. El hedor, como en las otras islas de contenedores, es nauseabundo. Seis jubiladas que desayunan en una cafeter¨ªa del centro lamentan que alg¨²n bar no ha podido abrir su terraza por la proximidad con las basuras. Y apuntan: ¡°Es un trabajo desagradable, pero si tienen buenos sueldos¡¡±.
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