Los Catal¨¤, una trinidad de fot¨®grafos del siglo XX
El Museo de Historia de Catalu?a expone las impactantes im¨¢genes de Pere Catal¨¤ i Pic y sus hijos Francesc y Pere, m¨¢s all¨¢ de sus lazos familiares
El fot¨®grafo, escritor y publicista Pere Catal¨¤ i Pic (1881-1971) es el autor de Aixafem el feixisme (Aplastemos el fascismo), uno de los carteles m¨¢s ic¨®nicos y reconocibles de la lucha contra la dictadura que cre¨® en 1936 como elemento de propaganda republicana durante la Guerra Civil. En la imagen, considerada una de las mejores fotograf¨ªas publicitarias de la primera mitad del siglo XX, puede verse la esparte?a de un Mosso d¡¯Esquadra, s¨ªmbolo de las clases populares, a punto de p...
El fot¨®grafo, escritor y publicista Pere Catal¨¤ i Pic (1881-1971) es el autor de Aixafem el feixisme (Aplastemos el fascismo), uno de los carteles m¨¢s ic¨®nicos y reconocibles de la lucha contra la dictadura que cre¨® en 1936 como elemento de propaganda republicana durante la Guerra Civil. En la imagen, considerada una de las mejores fotograf¨ªas publicitarias de la primera mitad del siglo XX, puede verse la esparte?a de un Mosso d¡¯Esquadra, s¨ªmbolo de las clases populares, a punto de pisar una esv¨¢stica nazi realizada con barro y grietas. Pere Catal¨¤ no estaba solo en la realizaci¨®n de esta imagen que se populariz¨® al reproducirla en postales y carteles la Comisar¨ªa de Propaganda de la Generalitat y que le acab¨®, tras la definitiva victoria de los militares rebelados en 1939, costando el exilio interior tras destruir todo el material que le pod¨ªa costar represalias y esconder una primera copia en el doble fondo de una maleta. En la realizaci¨®n de esta imagen estuvo ayudado por uno de sus hijos Francesc Catal¨¤-Roca (1922-1998), de 14 a?os, que, como su hermano Pere Catal¨¤ i Roca (1923-2009), mamaron desde ni?os todo lo relacionado con la fotograf¨ªa, como medio de vida y como forma de expresi¨®n de la realidad que les toc¨® vivir.
Padre e hijos formaron una tr¨ªada de fot¨®grafos irrepetible que recorrieron con su ingente legado -unas 100.000 im¨¢genes entre los dos Pere, depositadas desde 2017 en el Archivo Nacional de Catalu?a, m¨¢s 200.000 de Francesc que se conservan en el Archivo Hist¨®rico el Colegio de Arquitectos de Catalu?a-, todo el cambiante y convulso siglo XX. A los tres les dedica ahora el Museo de Historia de Catalu?a la exposici¨®n Los Catal¨¤, fot¨®grafos de un siglo, en la que muestra 182 im¨¢genes (unas 60 por fot¨®grafo); copias actuales montadas en bastidores como si fueran cuadros, de esta saga fotogr¨¢fica en la que se pueden ver, aparte de sus v¨ªnculos familiares, sus similitudes y sus diferencias a la hora de tratar los temas.
La muestra, abierta hasta el 25 de septiembre, est¨¢ comisariada por el tambi¨¦n fot¨®grafo, Andreu Catal¨¤, hijo de Francesc, en colaboraci¨®n con su primo Rafel Catal¨¤, hijo de Pere. Para el comisario, la exposici¨®n permite ver ¡°la capacidad comunicativa y evocativa de la fotograf¨ªa¡± y ¡°como los tres fueron testimonios y protagonistas de algunos de los hechos m¨¢s relevantes de la historia y de la cultura catalana del siglo XX¡±.
En la exposici¨®n se pueden ver muchas de las im¨¢genes que han dado reconocimiento al trabajo de estos tres fot¨®grafos: La ni?a gitana (hermana peque?a de la bailaora La Chunga), de 1953, que estruja un trapo como si fuera una mu?eca que aparece junto a las tres chimeneas del Poble Sec; una vista cenital de 1949 realizada desde lo alto del monumento a Col¨®n que consigui¨® colocando su c¨¢mara en el extremo de una tabla de madera a modo de palo de selfie o las famosas mujeres que pasean por la Gran V¨ªa de Madrid en 1952, las tres realizadas por Francesc Catal¨¤-Roca; junto a otras im¨¢genes in¨¦ditas suyas (algunas de las entre 10 y 20% desconocidas que se pueden ver en la muestra), como la propia ni?a gitana sonriendo que no se hab¨ªa mostrado nunca o la imagen de 1954 de un grupo de hombres paseando esta vez por la Gran V¨ªa de Barcelona, en la que repiti¨® el esquema de la de dos a?os antes, recuadrando la toma que hab¨ªa obtenido. Tambi¨¦n algunas pocas vistas como la de un grupo de pescadores en Calella de Palafrugell tomando un cremat de 1955 de la que el fot¨®grafo dijo: ¡°qu¨¦ l¨¢stima que algunas fotos no incorporen el sonido¡±.
En la exposici¨®n se muestra la extensa y variada producci¨®n de Pere Catal¨¤ i Pic; que descubri¨® su vocaci¨®n cuando le toc¨® en 1914 una c¨¢mara fotogr¨¢fica en un sorteo que se hizo en el banco donde trabajaba en Valls (Tarragona), origen de toda la saga familiar. Destacan sus carteles publicitarios, llenos de impactantes im¨¢genes en blanco y negro de productos como la bebida Cacaolat, las colonias Myrurgia, el chocolate Juncosa, el vermut Cinzano o el Cerebrino Mandri, adem¨¢s de fotomontajes como el de promoci¨®n del Barrio G¨®tico encargado por la Sociedad de Atracci¨®n de Forasteros de 1935, que podr¨ªa seguir us¨¢ndose para vender la ciudad.
Pero quiz¨¢ el m¨¢s beneficiado con la muestra es Pere Catal¨¤ i Roca, el m¨¢s desconocido de los tres; un estudioso del folclore y el patrimonio catal¨¢n que se centr¨® en estos temas para su producci¨®n. Suyas son las im¨¢genes de castillos catalanes, aut¨¦nticos documentos gr¨¢ficos de algo que se ha acabado perdiendo en muchos de los casos para siempre y de fiestas como la de las fallas de Isil de 1957; primer reportaje de esa tradici¨®n que ha acabado siendo reconocido por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, lo mismo que las fotos que hizo de castells, el Misterio de Elche y de la Patum de Berga.
Como en todas las familias en la de los Catal¨¤ hubo diferencias. El padre quer¨ªa crear una gran empresa en la que participaran los tres: ¨¦l con la parte publicitaria, Francesc con la fotograf¨ªa y Pere con la administraci¨®n, adem¨¢s del importante papel de la hermana mayor, Maria ?urea (1920-1993) que retocaba las im¨¢genes. Pero eso solo pudo ser entre 1946 y 1948. Ese a?o Francesc Catal¨¤, con apenas 28 a?os, se independiza tras enemistarse con su padre y crea su estudio en Travessera de Dalt. ¡°Pese a todo mi abuelo lo ayud¨® con un pr¨¦stamo de 5.000 pesetas¡±, dice su hijo Andreu. Tambi¨¦n le dio algunas c¨¢maras de fotos para que pudiera comenzar. Tras ganar un concurso de carteles de la empresa Co?ac Domecq comenz¨® a ganar en fama y visibilidad, pero tambi¨¦n le proporcion¨® 7.000 pesetas con los que sald¨® la deuda, material, con su padre.